La vida de las secretarias no es sencilla. A las exigencias propias de su puesto hay que añadir una alta cuota de improvisación para excusar a su jefe sin que se note demasiado.
10.00: «Todavía no vino»
10.30: «Debe llegar de un momento a otro»
11.00: «Llamo hace un instante, anunciando que salía hacia acá»
11.30: «Vino pero volvió a salir»
12.00: «Regresará en media hora»
12.30: «Acaba de salir»
13.00: «Estuvo hasta hace un minuto, pero salió a almorzar»
16.00: «Puede venir de un momento a otro»
16.30: «Debe andar por aquí cerca porque no pidió el auto»
17.00: «Todavía no vino, ¿quiere dejarle un mensaje?»
17.30: «Sí estuvo, pero volvió a salir»
18.00: «Avisó que se demoraría un poco»
18.30: «No se si regresará oy o mañana»
19.00: «Lo siento. Hasta mañana no vuelve»