-‘Bendígame padre, porque he pecado. He estado con una chica ‘ligerona’.
El cura preguntó:
-¿Eres tú, pequeño Nicolas Romano?
-‘Si, padre, soy yo’.
-‘¿Y quién es la chica con la que estuviste?
-‘No le puedo decir, padre, no quiero arruinar su reputación’.
-‘Bien, Nico, estoy seguro de averiguar su nombre tarde o temprano, por lo que deberías decírmelo ahora. ¿Fue Tina Minetti?’
-‘No puedo decirlo’.
-‘¿Fue Teresa Mazzarelli?
-‘Nunca lo diré’.
-‘¿Fue Nina Cappelli?
-‘Lo siento, pero no puedo nombrarla’.
-‘¿Fue Cathy Piriano?’
-‘Mis labios están sellados’.
-‘Entonces ¿Fue Rosa Di Ángelo?
-‘Por favor, padre ¡no le puedo decir!
El cura suspira en frustración y le dice:
-‘Eres muy discreto, Nicolas Romano y te respeto por eso, pero has pecado y debes cumplir una penitencia. No podrás ser monaguillo durante los próximos cuatro meses. Ahora vete y compórtate! .
Nico regresa a su puesto y su amigo Franco se le acerca y le susurra:
-‘¿Qué conseguiste?
-‘¡¡Cuatro meses de vacaciones y el nombre de cinco vecinas putonas!!’.