Radovan Darkic es propietario de una tienda de mascotas en Belgrado y cada tarde dejaba al réptil en su Mercedes Benz Clase E para asegurarse de que no se lo robaran. Pero se vio obligado a llamar al policía cuando encontró a la serpiente saliendo por la ventanilla y metiéndose en el capot.
Finalmente, fue arrestado por poner en riesto la seguridad pública. Darkik argumentó un fin poco humanitario para su sistema antirobo: "solo quería asegurarme de que si no podía vengarme de quien robara mi auto, al menos la serpiente lo hubiera hecho por mí".