Henk Rozema, un sexagenario inventor holandés, desarrolló una lápida que contiene una pantalla de cristal líquido que proyecta fotos y películas.
La pantalla tiene un sensor infrarrojo que se activa cuando alguien se para enfrente de la tumba y comienza a emitir relatos, videos y fotografías del finado.
Tan genial invento, se le ocurrió a Rozema cuando hizo una película en DVD sobre su propia vida y lo proyectó en su fiesta de cumpleaños y sus amigos le pidieron copias del DVD.
Al defender su invención dijo: Soy un ingeniero y pensé que era posible. No somos Los Picapiedras, estamos en la era digital.
En la escena final de la fántastica película Elsa y Fred, Fred se acerca a la tumba de su amada y le dice con una enorme sonrisa Embustera. Tal vez este invento hubiera agregado un delicioso toque final a la historia.