La ventana es ese lugar de la casa que nos conecta con el exterior. Su vida es muy sufrida: soporta las inclemencias del tiempo con tesón, se sabe última a la hora de ser limpiada y su muerte suele ser violenta y propiciada por algún héroe que entra en la casa atravesándola sin miramientos, esparciendo miles de cristales por el suelo entre volteretas, disparos al aire y maletines con dinero. Es un fin cruel para una vida de servilismo.
No se puede prever ni evitar su final, pero gracias a los diseñadores Kyuho Song y Boa Oh podemos hacer su vida algo más animada: estos señores han creado un enchufe con ventosa que se alimenta de luz solar. Esto nos permite reducir la cantidad de alargadores y zapatillas pululando por la casa.
El problema es el de siempre: se necesita luz solar. O sea, que no es muy útil para los que vivimos en un bajo o bajo tierra (no hay mucha diferencia lumínica entre ambos).
fuente: No Puedo Creer