La nueva línea de ropa interior de Gashapon World apuesta por la nostalgia del siglo pasado, centrándose en el consabido erotismo del atigrado de los setenta-ochenta y en las líneas celestes, evocadoras de esa época inocente de toda civilización en la que los turistas playeros hacen cola para ponerse la malla en letrinas dispuestas a tal efecto.
El rojo furor de algunos de sus diseños bien podría encontrar su lugar entre las salvavidas con exceso de laca, mientras que en la vertiente masculina nos sorprende ese clásico gris ceniza que representa al hombre consciente de su propia existencia, de su nula relevancia respecto al cosmos y de lo feo aunque prudente que es interrumpir una relación sexual para preguntar dónde puedes acabar.
A falta de que esta línea sea presentada de forma oficial sobre la pasarela, decir que el iPhone se ve estilizado y más seguro de sí mismo con ropa interior. Eso le permite ocultar el botón de la vergüenza; no porque sufra una vergüenza real, sino porque es una vergüenza que un cacharro tenga un solo botón y ese botón dure poco más de un año.
fuente: No Puedo Creer