Los cordones de zapatillas son esos complementos de los pies que suelen ser ignorados por todo el mundo excepto por los asesinos en serie, que ven en ellos una herramienta para la asfixia y un potencial llavero.
Alexey Chugunnikov quiere darles más protagonismo creando un sistema de calentamiento en los propios cordones. El calor debe ser suministrado por un cargador que, supongo, deberemos llevar siempre encima por si acaso (como el del iPhone, vamos). De esta forma, se puede regular el calor que recibe el pie mediante los cordones antes de llegar a la fase de congelación y sufrir la amputación pertinente, algo que aconsejamos evitar para que no se nos llene la casa de zapatos sueltos.
Los que penséis calentar al máximo los cordones, atarlos, lanzarlos a un cable de la luz y provocar un colapso energético probablemente os sintáis decepcionados, pero, hey, bien pensado.
fuente: No Puedo Creer