El INCE preparaba asalariados y ahora prepara emprendedores, afirmó su presidente Reinaldo Gómez. La diferencia de las épocas anteriores con la actual es que el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE), durante mucho tiempo desde su creación en 1959 e incluso, hasta el año 2002, estuvo formando y preparando asalariados; todo ello, por supuesto, inscrito en el marco del empleo dependiente del empresariado venezolano, pero, actualmente, el INCE está formando emprendedores, por cuanto ahora la gente no solamente aprende el oficio, sino que también adquiere un conjunto de conocimientos generales de tipo socioproductivo, de cooperativismo, de hidroponia, de comercialización, que le dan las bases para que recomience su vida como verdadero proyecto de vida, y no como un simple empleo.
La anterior aseveración partió del sociólogo Angel Custodio Velásquez, presidente nacional del INCE, al ser consultado ayer por los periodistas del diario El Informador.
Velásquez formó parte de la comitiva del presidente Hugo Chávez Frías, durante la visita del mandatario a Barquisimeto.
Agregó el alto funcionario que, una vez que egresan del INCE, tales emprendedores se conforman en cooperativas, las que, en el marco de lo que significa disponer de un activo, levantan un proyecto, éste se financia y, posteriormente, se le brinda asistencia técnica, por un lado.
Pero, por el otro lado -agregó-, debemos señalar que hay ahora una discusión interna para plantearnos el INCE que queremos, que, de hecho, está por construirse.
De hecho -recalcó-, esta concepción del INCE que queremos, y que le estoy esbozando, tiene qué ver con los pasos que hemos dado en la dirección de ese INCE que queremos.
Así -prosiguió-, esa formación la hemos municipalizado, y la estamos trabajando en los municipios a partir de la capacidad productiva de cada municipio, y se está trabajando organizativamente a partir de las cadenas productivas, de manera que las salidas ocupacionales que hoy están asignadas por municipios obedecen a las condiciones específicas y a la capacidad productiva de ese municipio, y es ahí en donde se están conformando las cooperativas, porque, entre otras cosas, no tendría sentido, por ejemplo, desarrollar talleres o cursos para la formación en el área de aire acondicionado en el estado Mérida, ni de calefacción en el estado Zulia, por razones que son evidentes y obvias.
Y siendo consecuentes con este criterio -agregó-, en el estado Lara, por ejemplo, le hemos dado un fuerte impulso a la agricultura y a la agroindustria; al turismo, a la construcción, a la industria textil y a la del calzado, que tienen aquí un amplio campo productivo y de mercado.