Solo 1 de cada 10 startups supera los tres años de vida. Estar cerca del cliente y ser realista sobre el uso de los recursos económicos de la empresa son aspectos fundamentales para que los emprendedores sobrevivan.
Todo nuevo emprendedor se enfrenta al fracaso. A pesar de toda la ilusión, las startups que empiezan tienen un alto nivel de riesgo, ya que en esta fase inicial las probabilidades de fracaso son mucho mayores. De hecho, solo 1 de cada 10 de estas nuevas empresas en España supera los tres años de vida, tal y como señalan datos de Spain Startup.
Según Startupxplore, la mayor comunidad online que conecta a startups e inversores, los sectores con una mayor tasa de mortalidad son el ecommerce, el del gaming y las startups vinculadas a los viajes y al turismo. Son muchas las causas que llevan a la desaparición de esas nuevas empresas: saturación, elevada competencia del mercado y desconocimiento del cliente son algunos de esos problemas que además se unen a la complejidad especial en estos sectores para conseguir financiación o la dificultad para diferenciarse. Pero todo ello deriva de un problema base de acuerdo con Javier Megias, CEO de Startupxplore: «Las nuevas empresas tienden a dejarse llevar e imitar negocios que funcionan en otros mercados sin pararse a pensar en la importancia de adaptar dicho negocio a su realidad. Añadir simplemente nuevas características no es suficiente, sino que es clave comprender en profundidad a sus clientes que probablemente no son iguales o no tienen los mismos problemas que los del modelo en el que se inspiran».
Para evitar caer en estos errores, desde Startupxplore señalan una serie de pautas que se deben tener en cuenta para impedir que una startup fracase nada más comenzar:
1. Analice el mercado. Identifique las necesidades, contexto y problemas reales de los clientes (no solo qué dicen). Solo así podrá generar un producto con valor diferencial y competitivo que le permitirá hacerse un hueco en el mercado.
2. Rodéese de un buen equipo. La clave del éxito de una startup es disponer de un equipo comprometido con el éxito del proyecto, balanceado en cuanto a sus habilidades y conocimientos e idealmente con experiencia en el mercado donde van a trabajar.
3. No gaste más de lo que tiene. Aumentar el gasto demasiado rápido sin haber validado el modelo de negocio es una de las formas más sencillas de fracasar en su iniciativa empresarial. Cada euro debe ser gastado con un sentido de negocio… al principio para aprender de los clientes, y una vez el negocio empiece a crecer, para hacer que vuele más alto.
4. Tenga en cuenta a la competencia pero no se obsesione. Es importante valorar las características de la competencia y ser consciente de sus fortalezas y debilidades. Pero cuidado con obsesionarse ya que quien debe guiar los movimientos de su empresa son sus clientes, no sus competidores.
5. Hable con sus clientes. No hay nada peor que desperdiciar su tiempo construyendo algo que nadie quiere. Salga de su oficina y aprenda de sus clientes, no sólo preguntándoles sino también observándoles y comprendiendo cómo resuelven a día de hoy los problemas que pretende solucionar usted.
6. Haga que le conozcan. La gran mayoría de negocios no fracasan porque no se haya creado un buen producto, sino porque no hay clientes que lo usen. Diseñe una buena estrategia marketing y comunicación para hacer que sus clientes le conozcan y entiendan las ventajas de utilizar su producto.
7. Rodéese de buenos consejeros. A menudo los árboles no le dejarán ver el bosque, así que nada mejor que rodearse de gente con experiencia y que pueda darle un punto de vista diferente como otros fundadores que ya hayan pasado por donde usted está, o incluso inversores.
8. Dé un paso adelante. Cuando el negocio parece quedarse estancado es el momento de cuestionarse cómo estamos haciendo las cosas y, si es necesario, busca nuevas perspectivas. A veces se trata de cambiar quiénes son sus clientes, a veces es la forma de captarlos o el valor que entrega su producto… pero pocas veces es que su servicio o producto aún no tenga suficientes características.
Si a pesar de todo lo anterior finalmente la startup no sobrevive, es importante asumir el fracaso y no eternizar la agonía. Pero sobre todo, es clave entenderlo como una experiencia de aprendizaje que nos ha enriquecido como personas y nos ayudará a mejorar las probabilidades de éxito de un futuro proyecto empresarial, opinan desde Startupxplore.
Paloma Romero