Recursos cercanos a los US$ 200 millones son los que actualmente están en manos de los fondos de “capital de riesgo” en Chile para ser invertidos en nuevos negocios o en aumento de capital de empresas existentes. Según InnovaChile de Corfo, la cifra es resultado de la suma de US$ 140 millones ya asignados por la estatal a distintas administradoras, y que no han sido utilizados, más un aporte mínimo de US$ 50 millones por parte de los inversionistas privados.
El cálculo de Corfo está en línea con el primer Reporte de Venture Capital y Private Equity en Chile, presentado por la Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión (Acafi) recientemente. El documento reveló que, a diciembre de 2010, en el país existían US$ 460,5 millones de fondos con financiamiento Corfo comprometidos para invertir en etapas tempranas de las empresas, de los cuales sólo el 62%, unos US$ 285 millones, habría sido deseembolsados (girados).
“Hay un período de cuatro a cinco años en que los fondos hacen sus inversiones en las compañías. El hecho que haya recursos disponibles no necesariamente tiene que ver con que no se hayan colocado o no se vayan a utilizar, sino que estamos en la mitad del camino del proceso de inversión de muchos de los fondos”, explica Gonzalo Miranda, gerente general de Austral Capital Partners, fondo que a la fecha ha desembolsado el 85% de los US$ 35,2 millones que tiene disponibles.
Otro ejemplo es Copec UC, fondo que ha destinado el 31% de los US$ 12,6 millones que administra, a nuevas inversiones (ya maneja un portafolio de tres empresas).
“Durante más de diez años Corfo ha liderado programas de apoyo al capital de riesgo con diferentes resultados, propios de cualquier industria en desarrollo (…) Si bien a la fecha varios fondos han devuelto aportes de Corfo, vemos que hay una industria formada de inversionistas y administradoras, lo que nos permite decir que ha sido, en general, una política exitosa”, afirma Cristóbal Undurraga, director ejecutivo de InnovaChile.
Para los administradores, el aún alto porcentaje de recursos disponibles se explicaría por la juventud de la industria chilena de capital de riesgo, ya que a diferencia de países como Estados Unidos, con más de 30 años de experiencia, este sector comenzó a tomar fuerza en el país sólo hace una década. De hecho, de los 23 fondos que hoy existen en el país, 18 fueron creados entre los años 2005 y 2009.
“Esta es una industria relativamente nueva, donde los emprendedores deben ser más rigurosos y los administradores más busquillas para encontrar oportunidades de inversión”, afirma Fernando Tisné, presidente de la Acafi.
Segundas inversiones
Sin embargo, existen administradores que advierten que no son exactas las cifras que circulan como capital de riesgo disponible en Chile.
Y no sólo porque muchos de estos recursos no responderían a lo que realmente es un “venture capital” (lo asocian más a “capital temprano”), sino que también porque hay que tener en cuenta que muchos de los recursos declarados como viables para nuevos proyectos están reservados para futuras inversiones en las empresas que ya manejan los fondos.
“De ese subconjunto de fondos ‘disponibles’, deben restarse los gastos del fondo a razón de un promedio anual de 2,0% a 2,5% por los años que le restan y probablemente un 35% del fondo que se reserva para segundas inversiones en las empresas que resultan más exitosas de entre las que se invirtió”, explica Raimundo Cerda, gerente de inversiones de Aurus Tecnología.
En concreto, Aurus maneja fondos por US$ 17,5 millones para el caso de “Aurus Bios”, que se enfoca en proyectos biotecnológicos, y otro de US$ 16,5 millones para “Aurus Tecnología” y, según el ejecutivo, éstos ya habrían invertido del orden de los US$ 10 millones a la fecha, en cuatro y ocho empresas, respectivamente.
“Si aplicamos el ejercicio anterior (descontando gastos anuales y provisión para inversiones futuras) en el caso de Aurus Tecnología probablemente no queda espacio para más de dos o máximo tres inversiones nuevas”, ejemplifica Cerda.
fuente: Diario Financiero