Todo empresario debe entender que para triunfar es necesario arriesgarse, tener el enfoque en lo importante y contagiar su pasión.
El liderazgo no está en tu ADN. No existe un código genético para convertirte en director ejecutivo o empresario. Todos nacemos prácticamente iguales. Lo que ocurre después (tu infancia, tu desarrollo, tu educación, tu experiencia, tu comportamiento y tus decisiones) es lo que te define.
Podría sorprenderte que el crecer con nada, no disminuye tus probabilidades de lograr grandes éxitos en la vida. Al contrario, crecer con adversidad, en un ambiente competitivo, puede tener un impacto positivo en tu carrera. Todo depende de cómo uses esa experiencia.
¿Entonces por qué no nos deshacemos de la sabiduría popular y de los mitos sobre de dónde vienen los líderes y nos enfocamos en lo que es realmente importante: las cosas que necesitas controlar hoy y que pueden hacer una diferencia en lo que logres en el futuro?
Aunque no existe una fórmula para el éxito, sí hay algunos temas comunes que observo una y otra vez en aquellas personas que sobresalen. A continuación comparto siete cosas que, en mi experiencia, todos los emprendedores grandiosos saben:
No existe la jornada laboral de 40 horas. Recibes de la vida lo que en ella pones. No existen los atajos al éxito. No hay tal cosa como una píldora milagrosa o una bala de plata que pueda ayudarte a alcanzar grandes cosas sin trabajar muy duro. Punto.
Cómo enfocarse. La primera regla de una startup es el enfoque. Primero, te enfocas en encontrar un buen concepto o idea. Después, en demostrarlo. Luego en entregarlo y obtener tracción de los consumidores. Lo que sigue es escalar el negocio. Enfócate en cómo se hacen las cosas. Si no puedes enfocarte en lo importante y silenciar los ruidos externos, es mejor que no renuncies a tu empleo.
Quiénes son. Pasamos buena parte de nuestras vidas tratando de encontrarnos y de entender qué es lo que queremos hacer. Eso viene con el territorio. Si aún no lo encuentras, sigue buscando. Sabrás cuando lo encuentres. Es importante que lo hagas, porque únicamente sabiendo quién eres y de qué eres capaz podrás tener la oportunidad de hacer cosas extraordinarias.
Cómo influenciar a los demás. Los emprendedores grandiosos se apasionan por su trabajo. Siempre hay algo que necesitan demostrar o alcanzar. Ese tipo de obsesión desesperada es la que los impulsa y motiva a los que lo rodean. Es instintivo y contagioso. Las características de liderazgo, la inteligencia emocional y el involucramiento de los empleados los puedes dejar para después.
Cómo funcionan los negocios. No naces con este conocimiento, pero en algún punto, todo gran emprendedor aprende cómo funciona el mundo de los negocios. Capitalización, ventas, clientes, relaciones, negociaciones –si todo ello te asusta, bienvenido a las grandes ligas. Puedes delegar algunas de estas tareas, pero debes entenderlas primero.
Cuando escuchan mentiras. Hay una frase en Star Wars que realmente resonó en mí: “La Fuerza puede tener una poderosa influencia en aquellos de mente débil”. Lo mismo ocurre con las mentiras y los ‘barberos’. He visto a docenas de emprendedores rodearse de personas que en todo están de acuerdo y que adulan al ejecutivo. Tarde o temprano, el no recibir una retroalimentación honesta termina afectando al empresario. Siempre.
No hay recompensa sin riesgo. Hoy en día cualquiera se llama a sí mismo emprendedor; pero si no estás arriesgando algo, entonces no eres un emprendedor. Si fuera fácil o seguro, todo el mundo lo haría. Pero no es así.
Finalmente, el ser emprendedor es más bien un empleo de “mete tu pie al agua y ve cómo se siente”. Si no estás dispuesto a apostarlo todo, mejor considera conseguir un empleo. Pero si piensas que tienes lo necesario para triunfar, toma estos conceptos fundamentales y úsalos.
por Steve Tovak
muy motivante, me gusto la lectura.