La sinestesia es una mezcla de percepciones que integra dos o más mecanismos sensoriales. Esto permite lograr asociaciones más potentes que mejoran la memoria y también generan nuevas ideas.
Con esta mecánica se pueden “escuchar los colores”, “ver la música” y hasta dar lugar a figuras literarias y artísticas que expresan con coherencia esta aparente confusión.
El resultado es que cuando se escucha música, aparece una sinfonía de colores, o que al sentir el aroma del café, se visualiza una nube. Es una combinación de la información que traen los sentidos. Todos tenemos sinestesia, aun sin advertirlo. Sinestesia deriva de syn (juntos) y de aisthesis (percepción). Es una involuntaria fusión donde la información de un sentido provoca una percepción en otro. Surge de conexiones cruzadas del sistema sensorial que están presentes desde el nacimiento y luego desaparecen. El sinestésico adulto las conserva y la sensación es muy agradable.
Conocemos mediante los sentidos, pero en el animal funcionan mejor. Nuestro campo visual central es de 125° y con la visión periférica llega a los 180° pero la libélula tiene 360°. Tampoco vemos los colores ultravioletas como la abeja y el olfato humano no tiene comparación con el del perro.
Cuando el hombre se puso de pie
El sistema nervioso se constituye por capas superpuestas. El tronco cerebral, como el encéfalo del reptil, controla los instintos. Los mamíferos procrearon por parto y por eso agregaron una capa que se encargó de procesar afectos y emociones. El cerebro racional se derivó del lenguaje verbal y se instaló en la corteza. El cerebro devino de la evolución y no fue creado para el hombre como la mano, que sustituyó a la garra del animal.
El animal nace listo para vivir, el niño es frágil, pero convertirá su debilidad en fortaleza. Su cerebro es una página en blanco, siempre en construcción, un edificio que construirá con la educación y la experiencia, armonizando instintos, emociones y pensamientos.
Cómo fue la evolución
Una mirada realista permitió al hombre primitivo construir el ámbito humano. Una criatura indefensa al nacer se convirtió así en el dominador del universo. Al ponerse de pie las manos hicieron el trabajo que hacía la boca y el cerebro creció. Lejos de la tierra la cabeza fue el símbolo intelectual y los ojos su instrumento. Lo emocional se alojó en la parte abdominal, como sensación en el estómago. Las manos exploran y ejecutan, la mente analiza y decide. Con el lenguaje nació el mundo cultural y simbólico y se desarrolló el hemisferio izquierdo.
El animal nace listo para sobrevivir, el niño es una página en blanco. No es fuerte cómo el elefante, no nada bajo el agua como el pez, no vuela como el pájaro, no cambia de colores como el camaleón, requiere de sus padres para sobrevivir… y sin embargo dominó el planeta. Su poder es la comunicación, con el lenguaje verbal, comparte ideas, conocimientos, miedos y esperanzas. Así creció el hemisferio izquierdo y las destrezas de pensamiento, pero disminuyó el derecho, el de la creatividad. Los hemisferios son como dos cerebros que se complementan pero también compiten.
El cerebro se construye
Los genes brindan los instintos y reacciones, el alimento es la experiencia. La capacidad de leer no fue incorporada por la selección natural a la herencia: el tallado del alfabeto en el cerebro fue la victoria de la mente y del espíritu sobre la materia. Leer promueve el aprendizaje de segunda mano. Newton dijo: «No soy un genio, estoy parado sobre la espalda de gigantes». La lectura aprovecha la experiencia ajena. Sin ella aprenderíamos a los golpes. Pero hay muchos que saben leer y no leen ¿Estaremos perdiendo los valores humanos?
nteracción del sistema nervioso humano con el digital
El ser humano disminuyó algunas capacidades sensoriales, como el olfato al alejarse de la tierra, pero pudo incrementar su capacidad de percepción a través del conocimiento y de la tecnología.
Responda este acertijo. Imagine que con el avance de la tecnología pronto se pudiera implantar un tercer ojo en el ser humano. ¿Cuál sería el mejor lugar del cuerpo donde ubicarlo?
Respuesta: El mejor lugar para ubicar un teórico tercer ojo sería colocarlo en el dedo índice de la mano dominante, para tener así mayor alcance.
La tecnología permite expandir la capacidad sensorial, un sordo puede oír gracias a un implante coclear, que convierte señales eléctricas en sonidos que impactan y estimulan el nervio auditivo.
Toda la información que recibimos a través de los sentidos es convertida por el cerebro en señales electroquímicas que descifra e interpreta. Lee, forma patrones, les da sentido, construye el mundo subjetivo donde se relacionan olores, sabores, colores, caricias y sonidos. Y por supuesto el hombre posee también el menos común de los sentidos, el sentido común.
La tecnología está buscando perfeccionar el sistema mediante la sustitución señorial que permitirá enviar la información a un sentido enfermo a partir de otro sano.
El micrófono de una aplicación informática recibe el sonido y mediante el bluetooth se mapea en un chaleco que se lleva debajo de la ropa y contiene un conjunto motores vibratorios y convertida en patrones de vibración, que llegan a la piel del torso, El cerebro aprende a decodificar las sensaciones y la persona puede sentir el sonido a través del tacto.
Hay señales invisibles que el cuerpo produce, como la presión sanguínea o el nivel de azúcar en sangre, si se pudiera detectarlas se podría monitorear en automático la salud y aumentar el poder limitado de la vista sumando otros estímulos a la vez. El músico Ray Charles que de niño perdió la vista podía ver el vuelo de un colibrí. La tecnología, aprovechando la neuroplasticidad podría expandir la capacidad sensorial y potenciar a nuestra especie.
El cerebro del sinestésico
Tiene más conectividad y mayor espesor en la materia gris.
James Wannerton dijo: “La compleja y azarosa extravagancia del genoma humano me ha dotado de un cerebro programado de modo que cada sonido que oigo lo percibo con un sabor y una textura particular. Al igual que no se puede “apagar” el sentido del olfato, yo no puedo apagar este peculiar sentido del gusto, que es perfectamente real en mi boca”.
Tipos de sinestesia
La más común es la de grafema-color que hace percibir palabras, letras y números de un color determinado. En la táctil de espejo, las sensaciones del tacto se activan cuando una persona con esta condición ve a otros tocarse. Lo curioso es que a pesar de percibir las cosas de una manera distinta, no lo advierten, ni tampoco ven que los demás perciben de modo diferente.
La sinestesia directa mezcla texturas o colores con la percepción de los sentidos. Por ejemplo: “Esta batalla olía a desgracia”. La indirecta intenta unir dos sentimientos aparentemente opuestos. Por ejemplo: “El silencioso ruido”, “La dulce y melancólica espera”. Con entrenamiento se puede desarrollar una memoria excepcional y lograr más facilidad para crear ideas y proyectos originales.
Una forma de empezar a practicar es describir un sentido en términos de otro.
Dibuje la música. Escuche una pieza musical y haga sonar el color dibujándolo en el papel.
Mire una pintura. Vocalice los sonidos que le inspiran los colores, las formas y las texturas.
Dele forma a lo invisible. Esculpa una pieza musical: elija el material, la forma, el color, el gusto.
Haga transposiciones. Explique quien sería Miguel Ángel si fuera músico o Mozart si fuera pintor.
Combine los sentidos para resolver sus problemas. Piense en un desafío. Ahora dele un color, una forma, una textura. Imagine a qué sabe y a qué huele. ¿Cómo se siente al tacto? ¿Cuáles son los sabores, las formas, los colores y los sonidos de algunas de las soluciones posibles?
Prepare una ensalada sinestésica
Antes de empezar a picar, cortar y tajar las verduras, tome cada una en sus manos y aprecie su peso, su textura, su forma y su color. Aspire los aromas de cada ingrediente y tararee el sonido su esencia. Mientras aspira los colores y sus sentidos se sumergen en la fuente, comience a hacer hermosos gestos que expresen su experiencia.
Un mundo de sensaciones
La sinestesia mezcla los sentidos (gusto, olfato, tacto, vista, oído) y las sensaciones (amor, odio, ternura, enojo, placer, indiferencia, etc,) con colores, texturas o con cosas que al parecer no tienen conexión entre ellas.
Test de sinestesia (complete la frase)
1.Fría como el – – – – – 2. La pasión que me abraza como el – – – – de tus labios. 3. Sus ásperas – – – – – – – – 4. Lo – – – – – – – – – – de sus palabras. 5. El silencio es de – – – 6. Futuro – – – – – – 7. Perfume como brisa de – – – – – – 8. Su alma – – – – – – – 9. El sonido dulce del – – – – – – 10. La música de sus – – – – . 11. El sabor de la – – – – – – – – 12. Mi mañana se pintó de color – – – – – – – – – tras oír tu – – – 13. Algo – – – – – mal en Dinamarca 14. El sonido de los – – – – – – – 15. Un amor – – – – – – 16. Un día – – – – – – – – – 17. El lado oscuro del – – – – – – – 18. La pureza del – – – 19. Las palabras – – – – – – – – – – – –
Respuestas : 1.hielo, 2.rojo, 3.caricias, 4.cristalino,5.oro, 6.turbio, 7.verano, 8.púrpura, 9.viento 10.ojos, 11.victoria, 12.esperanza y voz, 13.huele, 14.colores, 15.oscuro,16.romántico, 17.corazón, 18.alma, 19.refrescantes.
Todos somos sinestésicos
En su laboratorio del Centro Monell de Sentidos Químicos de Filadelfia (EE UU), Johan Lundstrom logró que, estimulando eléctricamente la corteza visual de sujetos “normales”, mejorara la capacidad de su olfato. Su experimento demostró que, a un nivel básico, las estructuras cerebrales responsables de procesar la información de la vista y el olfato están conectadas. El cruce entre sentidos existe en todos los seres humanos, así es que podemos ser considerados universalmente sinestésicos hasta cierto grado.
El sinestésico no experimenta asociaciones extraordinarias, sino que se hace consciente de ellas mientras que el resto de la gente las ignora. Cualquier cerebro es capaz de conectar los estímulos captados por distintos sentidos, pero la mayoría no lo puede advertir. Estudiar al sinestésico, arroja luz sobre el mecanismo cerebral que subyace a la experiencia consciente.
Entrenar a los no sinestésicos
El beneficio de la “sinestesia entrenada” es mejorar el rendimiento cognitivo. En los cursos de lectura veloz se entrena a los alumnos para saber integrar las percepciones que se reciben como letras, palabras y conceptos en la lectura convencional, con la visualización de lo que se está leyendo. De este modo se conectan dos modalidades de percepción que habitualmente funcionan separadas o en tiempos distintos.
El hemisferio izquierdo procesa la información verbal y le da un sentido lógico a lo que lee. El hemisferio derecho le agrega una transformación visual al texto lo que mejora la retención y la creatividad. Los efectos del nuevo enfoque se pueden comparar con los que provocan en el cerebro la lectura convencional y ver una película.
Se recuerda mejor el film porque la mezcla entre el argumento de la película con las imágenes impacta con más fuerza en el cerebro. Pero el lector de un texto que imagina, escucha y saborea lo que lee logra resultados superiores. Por ejemplo a nadie le gusta la película de un libro que ya leyó, porque su mente había fabricado personajes visuales diferentes a los que luego ve. Si bien es cierto que una imagen pude valer por mil palabras, también una sola palabra puede generar mil imágenes.
El catálogo de la atención
Aprendiendo a usar el cerebro se logra convertir la atención en concentración para lograr mayor productividad con menor esfuerzo. Armonizando el control mental de las emociones y la conciencia se funden con el hacer que se experimenta como una recompensa.
El 20% de lo que se hace produce el 80% de los resultados, por eso conviene centrar la atención en el 20% productivo. Si la mente se atasca lo mejor es alinear el foco de atención con la asignación de importancia. Administrar el tiempo es administrar la mente. Lo importante es saber frenar a tiempo o aprender a escuchar las alertas y estar muy atento a cuando nos va demasiado bien, cuanto nos va demasiado mal o cuando no pasa nada. Las oportunidades y las amenazas existen tanto como las debilidades y las fortalezas. Como dijo Pasteur el azar sólo favorece a las mentes preparadas.
El paso de los años es peligroso, se trabaja toda la vida sabiendo que los últimos años serán de poca felicidad si se debe depender de la jubilación otorgada por un estado en ruinas o de la buena fortuna de los hijos. Sin embargo, hay una alternativa: si uno decide desde hoy crecer un poco cada día creará un círculo virtuoso a largo plazo que le enseñará cómo ser joven toda la vida.
Veamos el equivalente en el reino animal. El águila, a los treinta años, está mal. Su pico deteriorado no puede tomar el alimento, sus débiles uñas ya no pueden capturar a la presa, sus plumas pesadas no le permiten volar. Entonces, en un esfuerzo supremo, sube hasta la cumbre, lija su pico hasta hacerlo caer y espera a que nazca uno nuevo con el que se arrancará las uñas. Con las uñas nuevas, se quitará las plumas hasta que crezcan otras livianas con las que volverá a volar. El águila vivirá entonces hasta los setenta años.
Al educar al niño y reeducar al adulto no debemos olvidar que el cerebro es todavía una caja negra. Así como no se manda a un soldado a la batalla sin aprender a usar las armas, del mismo modo no podemos enviar al ciudadano a la lucha por la vida sin enseñarle a usar su cerebro y a conectar sus percepciones a través de la sinestesia para que pueda crear un mundo pleno de sensaciones.