Recientemente tuve una charla con el Director de Recursos Humanos de una empresa que está buscando implementar un programa de coaching para su equipo directivo. A grandes rasgos, una de las mayores necesidades y problemáticas que él percibe es la deficiente toma de decisiones y la falta de unión y sinergia del equipo.
A pesar de que todos los miembros son brillantes y altamente capaces en sus funciones, la toma de decisiones se ha vuelto una tarea titánica debido a que cada directivo considera tener la razón y la solución absoluta para hacer frente a las necesidades de la empresa.
Ya se imaginarán la calidad de la comunicación que existe en sus reuniones. Seguramente lo único que cada integrante del equipo puede escuchar es el eco de su propia voz. Luego de horas de estar jugando al “yo-yo” (yo sé, yo puedo, yo creo, yo haría), el Director General opta por tomar decisiones unilaterales y el equipo termina cada vez más molesto y desmotivado.
Evidentemente el clima del equipo directivo (y por consiguiente de la empresa en general) comienza a contaminarse. ¿Será que hay demasiado ego en el aire? ¿Cómo es posible que teniendo al frente a una cuadrilla de campeones las cosas no estén funcionando?
De acuerdo con Stephen R. Covey, en su libro “La 3ª alternativa”, uno de los grandes obstáculos de la sinergia en un equipo es el orgullo desmedido que puede desembocar en un síndrome denominado Hybris, o arrogancia extrema. Hybris es un término griego que hace referencia a la desmesura y en la actualidad se le asocia a un exceso de confianza y carencia de humildad.
Este mal fue identificado por David Owen, médico británico y autor del libro “En el poder y la enfermedad”, quien hizo un análisis de varios dirigentes y líderes mundiales que no padecen de dolencias mentales pero desarrollan el «síndrome de hybris» o embriaguez del poder: persistencia en el error e incapacidad para cambiar. ¿Les suena familiar?
Claves para hacer frente al “síndrome de hybris” desde el enfoque del coaching
1.- Dosis de “ubicatina”
La misión de un coach es brindarles a sus clientes una perspectiva distinta que les ayude a ver lo que hoy no ven, para que puedan actuar de una forma en que hoy no pueden.
Desafortunadamente, las personas que rodean a los líderes no siempre tienen el valor o la confianza para hablarles con honestidad y expresar sus opiniones o desacuerdos.
Según Covey, el síntoma más evidente de hybris es la ausencia del conflicto. “Si nadie se atreve a enfrentarse a ti, si recibes pocas opiniones de los demás, si hablas más de lo que escuchas, si estás demasiado ocupado para atender a las personas que discrepan de ti, vas de cabeza al fracaso”.
2. Enfoque múltiple vs. Enfoque único
Los líderes enfermos de poder tienen enfoque único; pierden la perspectiva del sistema, no ven la película completa. Hablan para imponer sus puntos de vista e indagan para llevar a los demás a su propia forma de ver las cosas.
Desde el enfoque único las personas sólo ven lo que quieren ver. No existe una retroalimentación sana que le permita ampliar su visión.
Un líder con enfoque múltiple, habla para mostrar sus puntos de vista, como uno más de los posibles; indaga para comprender mejor y acercarse al punto de vista del otro.
3. Transformar la relación vs. resolver los conflictos
Tal como en el caso que expuse al principio, si no existe sinergia en un equipo es muy probable que los esfuerzos se estén orientando a resolver la situación: implementar técnicas de manejo de conflictos, formación a los colaboradores, estrategias centradas en el qué y el cómo.
Covey afirma que la mentalidad sinérgica tiene como principal objetivo transformar la relación, a partir de conversaciones honestas y abiertas que les permitan escucharse de manera activa para comprender al otro, no para defenderse del otro.
Si sientes la necesidad de imponer tus razones, olvídate de ellas por un momento y esfuérzate por escuchar. Una pregunta poderosa para generar sinergia: ¿Estás dispuesto a buscar una solución mejor que las que hemos encontrado por separado?
Más allá de una enfermedad, el “síndrome de hybris” es una condición que se manifiesta con mayor ímpetu en roles o cargos en los que se ejerce el poder. Un cuestionamiento importante para aquellas personas con “síndrome de hybris” sería: ¿Qué vacío estás llenando a través del uso excesivo de poder? ¿Cuál es el miedo que se esconde detrás de tu arrogancia?
Algunos expertos afirman que el mayor antídoto de este síndrome es la pérdida del poder, pero… ¿por qué esperar a perderlo para revertirlo? Hoy mismo puedes hacerte consciente del uso que estás haciendo del poder y decidir utilizarlo para el beneficio de los demás, en vez de que sea éste el que se adueñe de ti y nuble tu vista para una adecuada toma de decisiones.
Marcela Hernández y Hernández. Coach empresarial y de vida