La inteligencia emocional es la capacidad de conocerse a sí mismo y administrar las propias emociones
La inteligencia humana nació de la palabra, el tallado del alfabeto en el cerebro le permitió al hombre comunicarse con otros hombres de un modo tan eficaz que ninguna otra especie pudo imitarlo. Ningún animal puede comunicarse verbalmente, del modo en que lo hace el ser humano.
Pero un veneno se expandió en sentido contrario, fueron las relaciones tóxicas.
El cerebro del niño al nacer es una página en blanco, su cerebro social será el resultado de las relaciones que genere. Las relaciones tóxicas queman el componente social de la inteligencia, afectan la salud, la autoestima y el derecho a la felicidad.
Se han descubierto siete inteligencias que una persona puede desarrollar: verbal- lógica- espacial- musical- plástica – interpersonal e intrapsíquica.
La inteligencia emocional es la capacidad de conocerse a sí mismo y administrar las propias emociones, la inteligencia social es la virtud de conducir las relaciones con los demás, saber escucharlos, resolver conflictos y crear empatía.
La empatía es la capacidad de identificarse con una persona y de poder compartir lo que ella siente. Es una relación en la que esa persona se siente bien con el que posee tal virtud. Al captar sus sentimientos y sintonizar con él puede ver el mundo tal como el otro lo percibe. No es que pierda su propia visión de la realidad, sino que puede entender los motivos y las causas por las cuales el otro ve las cosas de una manera determinada. Una cosa es la realidad y otra la percepción. Como no somos totalmente objetivos la percepción suele ser más importante que la realidad.
Ser empático no es lo mismo que ser simpático, el empático logra que el otro se sienta bien con uno, el simpático sólo consigue resultarle agradable. El que lástima al otro, de una u otra forma, no tiene empatía. El malvado y el egocéntrico tienen grado cero de empatía.
Sinergia social
El crecimiento depende del ambiente. El lazo entre los individuos afecta al tejido social. Hay encuentros que potencian la energía y la alegría y otros que deprimen. Sinergia es la interacción del todo con las partes, si las partes armonizan el todo las supera. Cuando la sinergia es positiva 1 más 1 puede ser 3 y si es negativa 1 más 1 puede dar cero. Cualquiera puede generar ocasionalmente una conducta destructiva pero hay quienes lo hacen siempre. La persona tóxica es hábil para trepar en la escala social y ocultar su patología. Adolph Hitler o Ben Laden, lo hicieron
Tipos de relaciones
La relación ideal es ganar-ganar: yo gano y tú ganas, ambos ganamos. La relación tóxica es yo gano y tú pierdes. Confucio dijo que al convivir con gente buena trates de imitarla y si convives con gente mala debes examinarte. El individuo tóxico no te aprecia, te manipula por la asimetría de la relación o presenta sus decisiones arbitrarias como necesarias.
El que es manipulado accede a este juego siniestro por diversas causas:
Baja autoestima. Se pregunta: sin esta persona, ¿Que sería de mi vida? Salvadores. Otra fantasía predominante es que podrán cambiar a esa persona. Rol de víctima. Dice: la vida me puso en esta encrucijada. No tengo otra salida. Necesidad de cariño. Tolera cualquier cosa: uso, abuso, egoísmo, maltrato, falta de respeto; por un poco de cariño. Porque te quiero te aporreo. No soporta la soledad. Paga cualquier precio con tal de estar acompañado. El aburrimiento. Intenta salir del hastío de su vida a la que no le encuentra sentido. Deseo de cumplir un rol social. Quiere ser esposo, madre, padre. Miedo a enfrentar la profesión. Siente temor a encarar los desafíos.
Difíciles de superar
Los vínculos tóxicos son patologías complejas. El sádico disfruta haciendo sufrir y el masoquista disfruta sufriendo. Ve la vida como una cadena de sufrimientos y no como un haz de oportunidades. Las personas fuertes buscan perfiles débiles y los débiles son atraídos por ellos. Así no tienen que decidir, se sienten protegidos y son espectadores que no asumen riesgos.
El que no hace lo que debe lo pagará luego. Hay una ley ineludible: no hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla. La deuda es con su banco interno, es el que le presta la energía
Catálogo de relaciones tóxicas. Se incluye entre otros a parlanchín, chismoso, cortante, culpógeno, apuñalador, víctima, mediocre, bromista, matón, rencoroso, mentiroso, entrometido, fanático, presumido, competidor, maniático del control, envidioso, acusador, violento y sabelotodo.
Señales para identificar y evitar relaciones tóxicas
1- Identificar los síntomas que esa compañía nociva produce.
2- Quitarle su poder, escapar de ellas, no permitirles el acceso a la intimidad.
3- Si se debe convivir con ellas, abstraerse mentalmente de su presencia y acciones.
4- Simular que se les presta atención cuando, y, en realidad, esforzarse por ignorarlo.
5- Neutralizarlo amablemente. Su afán de lastimar decrece si ve que carece de efecto.
6- Focalizarse en las cosas positivas para superar los malos momentos.
7- Tener un identificador de llamadas para reducir el contacto.
8- La actitud positiva es siempre una elección. Así se puede contrarrestarlo.
9- Poner límites y reglas de convivencia.
10- No dejar pasar por alto esas actitudes porque extenderá la toxicidad al ambiente.
Señales de inteligencia emocional
La comunicación es un espacio de ida y vuelta de la información. Es escuchar al otro antes de hablar. Se conoce como feedback o retroalimentación. El narcisista sólo habla de sí mismo porque sólo se interesa por él y el otro no le importa. Si la persona es honesta y advierte que nadie lo comprende, debe empezar por cambiar su forma de comunicarse.
¿Cómo motivar a un grupo grande? A través de los sueños compartidos y de las metas a alcanzar. A un grupo pequeño se lo motiva mediante la empatía. Cuando alguien dice que a los demás, les falta amor es porque demanda empatía. Pero es quien menos empatía tiene y por eso es que la exige.
Nadie está condenado
El cerebro puede tener cambios asombrosos. La neuroplasticidad es la respuesta que el cerebro brinda al estilo de vida. Los que hacen siempre lo mismo obtienen los mismos resultados y traban su empowerment, su poder interior.
Se puede cambiar un vínculo preparándose, rompiendo con el rol que hasta ahora se aceptaba, (salvador, maltratado, perdedor, sumiso). El otro cambiará su postura ya que no encontrará eco. Este cambio de conducta desactivará el poder que posee.
Hay dos palabras poderosas: “Sí” a todo lo que da poder de realización. “No” y poner límites a los que fabrican patologías para apoderarse de uno. La vida es maravillosa eligiendo buena compañía y huyendo de quienes la intoxican. La empatía consiste en aprender a escapar de la estupidez.
Se puede hacer inteligente la pasión
Como en el ajedrez somos piezas del tablero social en interacción con otras piezas y con las reglas del juego.
Un peón puede ganar una partida si está bien relacionado.
El principio clave es que solo no se puede, que formamos parte de grupos cuyo éxito será el nuestro, y aprender a generar conductas donde los errores se conviertan en guías del aprendizaje social.
El test de la excelencia del cerebro social es estudiar la producción personal en los grupos en los que se trabaja. Hay que consolidar el capital social que se va creando:
“Dime con quién andas y te diré quién eres, dime quién te acompaña y te diré adónde te diriges”.
Podemos reconocer las señales de inteligencia social en el ser empático: 1) Motiva a las personas. 2) Consigue resultados. 3) Hace progresar las relaciones interpersonales.
La empatía es una señal de inteligencia emocional a aprender y construir. Es ponerse en los zapatos del otro y no hacer a los demás lo que no le gusta que le hagan. Y sobre todo hacer lo que ellos desean.
Cualquier persona puede ser tóxica, aunque no lo advierta. Por eso no haga a los demás lo que no desea que le hagan a usted o mejor todavía: trate a los demás como les gusta ser tratados
No sienta culpas, no ponga excusas, no deje para mañana lo que puede hacer hoy.
Para eso nunca preguntes por quién doblan las campanas, las campanas doblan por ti.
Dr. Horacio Krell Director de Ilvem, mail de contacto [email protected]