A pesar de que las redes sociales están de moda entre las empresas, en especial el uso de Facebook, existen características esenciales que debemos tener en cuenta antes de decidir introducir nuestra marca en el laberinto de las Redes sociales. Para ello debemos:
- Definir el objetivo de comunicación: ¿Para qué comunicamos? Una vez que sepamos qué queremos transmitir y qué es lo que queremos lograr, será más fácil seleccionar el canal adecuado y definir si nos concentramos en una red social o en varias de manera simultánea.
- Determinar el público objetivo. Nuestro público es la estrella que guía el lenguaje y los canales que utilizamos. Si tenemos un público claramente delimitado, será más fácil seleccionar la red social y definir una estrategia de comunicación personalizada y efectiva.
- Tener en cuenta el perfil de la marca. Debemos ser fieles a nosotros mismos. Cada empresa tiene una personalidad y estilo propio, y es importante mantener esta identidad en las redes sociales. Si no somos chistosos, está bien, no hay por qué forzarlo para ganar seguidores.
- Considerar las características y lenguajes propios de cada red social. (A continuación destacaremos algunas de las más populares):
Facebook: Fue diseñada para interactuar con amigos, por lo que su lenguaje es informal y cercano. Aun si comunicamos información de una marca, debemos hacerlo de un modo desestructurado. Es sumamente visual.
LinkedIn: Fue inicialmente creada para establecer contactos comerciales y laborales. Por lo tanto, es necesario utilizar un lenguaje formal y corporativo, y difundir imágenes y noticias con ese mismo tono. Por ejemplo, los Memes o las cadenas virales, no suelen ser propicias para este medio. Por su parte, sí podemos comunicar la incorporación de un nuevo CEO a la compañía.
Twitter: Fue concebida para transmitir información breve. Allí prima la espontaneidad y las noticias de último momento. Hay que comunicar en un máximo de 140 caracteres. Se pueden adjuntar links y fotos también.
Pinterest: Es un álbum de fotos eterno y es meramente visual. La calidad de las fotos es fundamental; es el único diferencial. Allí uno puede interactuar con una marca, repinear o likear una foto para guardarlas y verlas más tarde.
Instagram: Fue pensada para compartir fotos con un valor agregado añadiendo distintos efectos. Además, permite amplificar su impacto a través de Facebook, Twitter y otras redes sociales. Brinda una oportunidad para mostrar los productos y generar un “mito” alrededor de ellos. Por ejemplo, Starbucks sube fotos en las que se muestra el tomar café como un ritual, y va más allá del producto en sí.
- Designar un responsable. El Community Manager importa, ya que es necesario contar con una persona dinámica que esté encargada de gestionar las comunidades online, crear contenido y mantener las relaciones entre el cliente y la empresa. Existen muchísimos ejemplos de marcas que tuvieron problemas de reputación por el mal manejo de su CM. Por lo tanto, es importante seleccionar a profesionales capacitados y no simplemente a una persona activa en las redes sociales.
- Establecer un cronograma de publicaciones y mantenlo. Hay que fijar plazos para garantizar la presencia e interacción permanente con los seguidores y, así, optimizar nuestro desempeño.
- Interactuar, interactuar, interactuar. Para generar una comunidad con nuestros seguidores y evitar convertirte en un perfil con poca actividad y raramente actualizado, hay que asegurarse de que las redes funcionen como un canal de ida y vuelta para aportar valor al cliente, al ofrecerle una experiencia y no sólo una marca.
- Tener presente el presupuesto y los recursos disponibles. Aunque parezca obvio, muchas empresas creen que las redes sociales “son gratuitas” y olvidan presupuestarlas, lo que dificulta su continuidad a largo plazo. Es necesario presupuestar para definir qué acciones podemos realizar, y qué actividades debemos obviar o dejar para más adelante.
- Una vez que analizamos todo, es hora de poner manos a la obra y lanzar nuestro perfil y acciones digitales. Eso sí, recuerden medir el rendimiento de las acciones, para mejorar y poder lograr cada vez mejores resultados.
Espero que les sirvan estos consejos a la hora de decidir si es momento de crear un perfil social para su empresa, o si es mejor esperar.
Laura Vaillard. Directora de Medialo Consulting. Medialo Consulting