10. Acerca de la Apariencia
¿Va a contratar a alguien para hacer crecer su negocio? Cuídese de las intenciones ocultas
Hace años, cuando Steve Jobs entrevistó a John Scully, quien laboraba entonces en Pepsi, le preguntó: “¿Quieres cambiar el mundo o vender agua azucarada a los niños?” Scully aceptó el empleo de Apple y (casi de inmediato) despidió a Jobs. La buena fortuna de Apple se fue a pique con Scully. Tiempo después, Jobs volvió a la cabeza, y Apple nuevamente cambió el mundo.
Hay un dicho popular que dice que uno repetirá la lección si no aprende de sus errores. Aunque estudié a fondo el error de Jobs, no aprendí la lección y acabé por contratar a mi propio Scully. Él también se dejó arrastrar por mi visión de cambiar el mundo. Y, como el Sr. Agua Azucarada, una vez que lo contraté, nuestro nuevo líder pidió a los tres socios fundadores de mi empresa que abandonaran el edificio. En un año, las ventas de la Compañía de Papá Rico se desplomaron. No se habían introducido nuevos productos. Los gastos se dispararon porque contrató “directores” con grandes salarios. El nuevo equipo ejecutivo dejó de comunicarse con el personal antiguo de la compañía. Comenzó una cultura de “ellos contra nosotros”.
El colmo fue cuando mis mejores y más leales empleados comenzaron a irse. Cuando cuestioné a nuestro nuevo líder acerca de estas renuncias, me mostró una lista del nuevo grupo del personal antiguo a quien estaba presionando para que abandonaran la empresa. Mis socios y yo estuvimos de acuerdo en algo: era hora de cambiar.
He cometido el mismo error varias veces en mi vida de negocios: pensar que alguien que asistió a una facultad de administración de empresas o que proviene de una gran empresa tiene la destreza y la sabiduría necesarias para ser un emprendedor.
Eso me recuerda la eterna pregunta: “¿Un emprendedor nace o se hace?” Todavía no sé la respuesta. Pero lo que sí sé es que si piensa hacer crecer su negocio, necesita tener cuidado al elegir a las personas que contrate para liderar esa expansión. Los emprendedores y los empleados son gente muy diferente. Jobs es, en verdad, un modelo para el éxito –y un modelo que casi cualquier emprendedor puede seguir de alguna manera.
Hoy en día, casi dos años después de la partida de nuestro efímero director, la Compañía de Papá Rico volvió a tener éxito. Tenemos nuevas alianzas estratégicas (incluyendo una con Donald Trump), un programa de televisión en PBS, así como el lanzamiento de una franquicia de Papá Rico. Las ventas aumentaron casi 20% en todas las líneas de productos, y los gastos disminuyeron. Y lo más importante: el ambiente laboral es excelente otra vez. Los empleados están contentos. ¿Por qué? Porque mejoramos nuestro enfoque en lo que realmente vale la pena: atender a los que desean aprender a través de la educación financiera.