A la hora de separarse, el manejo económico es crítico. Para empezar a resguardarse, preste atención a los cinco consejos que se brindan en esta nota.
Desde los divorcios de las celebrities -en los cuales hay mucha plata en disputa- hasta las separaciones de los matrimonios más humildes, el papel de los bienes y las propiedades es central.
Los divorcios no sólo afectan desde el lado emocional de cada una de las partes, sino que también generan cambios -a veces drásticos- en la situación financiera de alguno de los dos.
A continuación, cinco consejos prácticos para salir bien parado de este mal momento:
Cuidado con los gastos
Es normal que, cuando se atraviesa un divorcio, uno sea víctima de sus emociones. Tal vez se encuentra deprimido o confundido. Muchas veces, estos sentimientos negativos, tratan de combatirse con bienes materiales. Los gastos excesivos, si bien los disfrutará algún tiempo, no tienen nada que ver con su evolución emocional. Además de estar triste por haberse divorciado, tendrá muchas cuentas que pagar, lo que agravará la situación.
Usted no se divorcia de las deudas
Es probable que durante su matrimonio haya contraído deudas en su tarjeta de crédito. El enfrentar un divorcio no significa que éstas también se dividirán. Es probable que su gasto del dinero se focalice en los abogados, por lo cual lo que destine a pagar las deudas será un monto menor. Si su deuda de tarjeta de crédito es más de lo que será capaz de pagar, usted podría llegar a un arreglo con las compañías de tarjetas de crédito para saldar su déficit por una cantidad menor de lo que realmente debe.
Déjese ayudar
En el caso de que sus cuentas no cierren, no tenga miedo de pedir ayuda. Es un momento difícil para usted, por lo cual sus seres queridos le querrán dar una mano. Además del apoyo moral y psicológico que puede necesitar, debería considerar el apoyo financiero como uno de ellos, si es que lo necesita.
No acepte el “mitad y mitad”
Un reparto equitativo de los bienes conyugales no es necesariamente una distribución justa. Debe conversar con sus abogados para pedir lo que le corresponda. En especial para algunas mujeres, el potencial de ingresos es grande porque, en muchos casos, han dejado los estudios o el trabajo para dedicarse a los hijos. De no tener ninguna salida laboral, tendrá que pensar que una división mitad y mitad no sería justa, ya que necesitará más dinero para sostenerse, especialmente si tiene hijos.
Propiedes, bienes y pensiones
A veces, en el afán de querer quedarse con todo -no por dejar sin nada a su ex pareja, sino porque el sentimiento de pertenencia a veces es muy fuerte- puede que tenga la necesidad de reclamar cada bien que compartió, pero recuerda que con éstos vienen con costes adicionales, responsabilidades e impuestos. Tenga en cuenta que tendrá que mantener todo lo que “gane”. Por eso, antes de meterse en la lucha por todos los bienes, piense bien cuáles son los que más le interesa conservar y los gastos supondrán.
fuente: Inversor Global