Los romanos contaban con una mnemotecnia desarrollada. No tenían dispositivos electrónicos ni libretas, la memoria era el único soporte donde el orador podía guardar su discurso.
El poeta griego Simónides, el padre de la mnemotecnia vivió entre los siglos VI y V a. C. Cuenta la historia que sobrevivió al derrumbe del techo en un banquete e identificó los cuerpos desfigurados bajo los escombros por el lugar que ocupaban. Usó el método loci de los lugares.
La distinción entre memoria natural y la artificial -la que es creada mediante un artificio-, tiene su origen en el método loci. A los lugares ficticios los llamaban palacios de la memoria.
Con la caída del imperio romano se olvidaron estas técnicas que fueron redescubiertas en el siglo XIII. Santo Tomás de Aquino despertó el interés por el olvidado arte de la memoria entre los religiosos predicadores medievales para que pudieran memorizar sus sermones.
Las rutas de la memoria
En la edad media la técnica es la misma pero sin imágenes absurdas, los datos a recordar se depositaban en algún lugar de una ruta sin recurrir a esos ardides.
Algunas rutas se inspiraban en el recorrido entre capillas o entre los elementos hallados dentro de una iglesia, o por monumentos destacados de las ciudades. Otras partían de la figura humana, con una ruta por las partes del cuerpo. Otro sistema unía los puntos de un texto bien conocido o formar un acrónimo, donde la letra inicial de la palabra coincidía con el tema a recordar.
La aparición de la imprenta
Con ella surgieron los manuales de mnemotecnia con muy buena acogida, llegando algunos a convertirse en best-selleres. Aparecen los primeros alfabetos visuales, donde cada letra se representa con un objeto cuya figura recuerda la forma de la letra. La más prolífica es el sistema letra/inicial, donde cada letra se representa mediante algo cuyo nombre empieza por la letra indicada. Se pueden crear listas con amigos (A: Antonio, B: Benedicto), con animales (A: Águila, B: Búho), con oficios (A: Abad, B: Barbero,), con objetos (A: Atril, B: Ballesta,), con órganos del cuerpo (A: Aliento, B: Barba, etc.).
El siguiente paso fue sustituir las letras por números, donde el 0 es una calabaza, el 1 un cuchillo, el 2 una hoz. También aparecerá el número/símbolo donde el 1 podría ser el ave Fénix, que sólo hay una; el 2 serían unos zapatos, que siempre son dos; 3 sería un triángulo de 3 lados.
Memoria de loro
Los humanistas del renacimiento enfrentaron a la mnemotecnia. Creían que facilitaba la repetición mecánica, como el loro que habla sin saber lo que dice. A principios del siglo XVII el arte de la memoria estuvo ya en franca decadencia. El siglo de las luces, en lo que mnemotecnia respecta, fue el siglo de la oscuridad. A lo largo del siglo XVIII hay poco que destacar. Grey publica en Inglaterra en 1730 «a new method of artificial memory», donde poco hay de mnemotecnia clásica. La obra gira sobre la técnica de las frases memorativas para todo.
La memoria racional
Durante el siglo XIX el arte de la memoria renace y alcanza un auge como el del XVI, pero será una disciplina remodelada, lo que se aprecia incluso en su nombre, de arte de la memoria o memoria artificial se pasa a mnemotecnia. Se introdujeron algunas novedades. Para recordar qué letra corresponde a cada número se las seleccionaba por similitud. Al 1 asignó la t de trazo similar; al 2 la n porque tiene dos patitas y al 3 la m, por idéntica razón.
Aimé París en Francia, para convertir una cifra en palabra usó la fonética, no la ortografía. En la escuela francesa la mnemotecnia es una técnica de estudio que debe enseñarse en las escuelas.
Lo harán para evitar el uso circense y dar un tono serio a su trabajo de divulgar las claves de la buena memoria. Se empiezan a ver libros que incluyen temas propios de la psicología.
Otro ejemplo que ilustra muy bien el proceder racional es cuando Loisette muestra cómo memorizar números. La población de Nueva Zelanda, por la época, era de 672265 habitantes, una cifra que entre los dos primeros (67) y dos últimos dígitos (65) tiene una diferencia justo de 2, y si la separamos en dos partes (672 265) observamos que una termina y la otra empieza también por dos. Habiendo observado las coincidencias, es difícil olvidar la cifra.
Siglo XX cambalache
La idea de técnicas sin artificios persiste. A principios del siglo XX es bueno memorizar pero de forma totalmente natural, sin trucos, es «la educación de la memoria» En este nuevo contexto, la mnemotecnia no tiene cabida; se menciona como una curiosidad o bien se la critica abiertamente. Pero el espectáculo ayuda a mantener vivo el interés por la mnemotecnia y crea la imagen de un entretenimiento, una trivialidad con algo de circo.
Esto cambiará alrededor de las décadas de los 60 y 70. Seguramente, en el futuro se contemplará esta época como uno de los momentos importantes en la historia de la mnemotecnia.
La psicología empieza a sentir cierta curiosidad por la mnemotecnia, debido a su relación con la asociación de imágenes mentales. Puede que la mnemotecnia sea una trivialidad pero con en el uso de imágenes extrañas, los magos del espectáculo demuestran una memoria asombrosa.
El show de la memoria
¿Por qué? ¿Cómo funciona este proceso? ¿Los resultados son uniformes o varían según el dato? ¿Actúa igual en niños que en adultos, en mujeres que en hombres? etc. El cada vez mayor número de trabajos alrededor de estas cuestiones finalmente deriva en la creación en 1973 del apartado «Estudios mnemotécnicos» en el Psychological Abstracts. Las técnicas alcanzarán mayor difusión a partir de 1991 cuando Tony Buzan promueve e inicia los campeonatos mundiales de memoria (World Memory Championships). Estas competiciones despiertan interés por lo espectacular de los resultados que dinamizaron el mundo de la mnemotecnia: para lograr superar las exigentes pruebas algunos participantes crean sus propias técnicas, y de aquí ha surgido el sistema de Dominic O’Brien, ganador de ocho campeonatos de memoria. A finales del siglo XX el antiguo arte de la memoria reverdece.
¿Qué nuevos derroteros tomará? La tecnología jugará un papel importante en el devenir de la mnemotecnia: Internet, como canal de comunicación ser tan relevante como fue la imprenta. Y los dispositivos electrónicos mostraran mundos ficticios que solo existían en la imaginación.
Diferencias entre memoria y mnemotecnia
La memoria es la capacidad de ingresar, retener, recuperar y usar información. La mnemotecnia es una técnica para recordar. La memoria como palanca del crecimiento personal, es más importante que la mnemotecnia. La memoria del niño al nacer es una página blanco que completará según la calidad de sus experiencias en la vida.
La mnemotecnia llegó para vencer al olvido y floreció hasta el invento de la escritura.
Los antiguos la usaban primordialmente para los discursos. El golpe final a la mnemotecnia fue dado por la invención de la imprenta que la convirtió en un artificio sin utilidad práctica.
Las culturas se conservaron a través de la palabra escrita, y la memoria perdió su rol principal. La memoria que fue al principio la defensa contra el olvido; no pudo defenderse de la escritura.
Memoria y mnemotecnia
La primera almacena hechos, la segunda traduce las palabras que los definen en imágenes. La memoria natural usa los mecanismos habituales del recuerdo. Para eso no precisa de la mnemotecnia. La naturaleza enseña a recordar pero si vemos siempre repeticiones, solemos olvidarlas. El nacimiento del sol, su recorrido, su ocaso, es habitual, por eso se recuerda la rareza de sus eclipses. La mnemotecnia se perfecciona con gimnasia mental.
El almacenamiento exterior de la información hizo perder capacidad de retención del cerebro, ya que escribir no es recordar; y escribimos para no tener que recordar. La escritura evita el esfuerzo. En cambio en el repaso activo, el ejercicio del recuerdo refuerza las huellas mnémicas evitando que pierdan precisión, o que se diluyan en el olvido. En todo el proceso hay un componente creador cuyo valor es el esfuerzo por mantener en pie el mundo interior y que no caiga en el olvido. Si alguien es capaz de incrementar su imaginación puede darle otros usos. Simónides, fue un poeta que, además de recordar, encontró otros usos para sus viajes interiores. Einstein también creía que la imaginación es más importante que el conocimiento.
La mala memoria
El peligro fue advertido por Borges en «Funes el memorioso»: es perder el diálogo reflexivo. Si se vive para la memoria, no hay tiempo para pensar. Para Borges pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. El mundo de Funes guardaba detalles. La obsesión por la memoria le hace abandonar lo que nos diferencia de los animales: la racionalidad.
Los trucos mnemotécnicos son artificios útiles para facilitar el acceso de la información pero la buena memoria relaciona el instante con el corto plazo y largo plazo y no se llena de basura.
Como somos lo que recordamos la clave es saber organizar el contenido de la memoria.
El distraído se desespera buscando lo que perdió, la persona ordenada siempre encuentra lo que busca, porque sabe cómo y dónde lo guardó. Lo mismo ocurre con la mente.
La memoria palanca
La memoria es el capital intelectual que sirve para aprender: leer, escuchar, estudiar, recuperar, expresar, razonar, crear y también es la base de la acción exitosa.
La memoria es constitutiva en el hombre, por eso es peligroso dejarla en manos de la mnemotecnia, como cuando se da por supuesto que existe una técnica para la memoria, tal como hoy se recomiendan medicamentos para la mente. Un truco puede servir para recordar algo pero no para toda la vida, para esto hay principios que relacionan la memoria y la capacidad de memorizar. Sólo lo que nos interesa convoca a la atención, a la concentración y a la memoria.
Conocimiento previo
(sin memoria no hay memoria, aprendemos con lo que sabemos).
Lectura
(el tallado del alfabeto en el hombre es su toque diferencial).
Análisis y síntesis
(Funes el memorioso recordaba todo sin poderlo jerarquizar).
Doble registro. (El hemisferio izquierdo opera por razonamientos y asociación de ideas, el hemisferio derecho procede por asociación de imágenes mentales).
Estrategia de repaso
(la caída de la memoria en la conocida curva del olvido no se soluciona con mnemotecnia sino con repasos, lo aprendido olvidado se reaprende en menos tiempo).
Aplicación práctica del conocimiento (lo que no se usa se pierde).
Uso integral del cerebro
La memoria es mucho más que la mnemotecnia, es la palanca del crecimiento personal. La mnemotecnia es una herramienta importante de la gimnasia mental pero no es memoria. Entre ambas hay un largo trecho, que no debemos olvidar.
La mnemotecnia es una rueda de auxilio para la memoria.»Mañana llueve en España y Letonia», la expresión denota los huesos del oído medio: martillo, yunque, estribo y lenticular.
Estudiar de memoria nunca es recomendable, pero hay cosas que deben quedar registradas. El que estudia de modo comprensivo debe retener lo en lo que en la comprensión no participa. A veces leemos un libro lo comprendemos pero al finalizar no nos acordamos del contenido.
Para ayudar a la memoria a registrar datos difíciles de retener se crearon reglas que facilitan el recuerdo de lo aprendido, de modo que no ayudan a memorizar, sino a recordar lo memorizado.
Una de las técnicas es la asociación que permite recordar algo asociándolo con algo ya sabido. Basta con crear una ruta neuronal relacionando lo que hay que memorizar con lo conocido; por ejemplo, si hay que retener el año en que el hombre llegó la luna (1969) y sé que mi hijo nació ese año, basta con ver a mi hijo dando el primer paso en la luna o pegar su foto en ella.
La imaginación es fundamental para poder aplicar cualquier regla mnemotécnica.
Acrósticos
Son frases cuyas letras forman un vocablo. Para que sea fácil recordar los planetas del sistema solar (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón -aunque este ya no es considerado planeta, basta aprender la frase: «Mi Viejo Tío Martín Jamás Supo Usar Números Primos», donde la letra inicial de cada palabra corresponde a un planeta.
Método del relato
Es inventar una historia absurda con los elementos que hay que recordar. Por ejemplo, si hay que memorizar la lista de la compra (tomate, pan, arroz y mantequilla) se puede relatar del siguiente modo: «Iba un tomate por la calle y de repente se resbaló con unos granos de arroz que había en el suelo y cayó encima de un pan con mantequilla.
Números
Se representan números con imágenes. El 1 se parece a la t, el 2 a la n, el 3 a la m, el 6 a la s por su sonido. Creado el código las consonantes se unen con las vocales. 1-2- es tina.
Luego de este recorrido por el pasado de la memoria recordemos que lo que no se usa se pierde.
Neuroplasticidad
Hay tramas asociativas que permiten vincular, recordar y reconocer semejanzas, de modo que una vivencia presente reviva en la mente una experiencia pasada.
Asociar es el proceso por el cual una experiencia es atraída a la consciencia por medio de las experiencias presentes, donde la reanimación de una sugiere la otra y viceversa.
Esto me hace acordar, dónde y porque olvidé el paraguas: fue porque dejó de llover.
El método de la cadena es una estrategia artificial donde una imagen se relaciona con la otra, provocando la sinapsis entre dos neuronas antes desconectadas entre sí. Una ruta neuronal se crea como una película mental que conecta las fotos mediante un guión.
La memoria se refleja y se actualiza en la acción. Recodamos el 5% de lo que escuchamos, el 15% de lo que vemos y el 80% de lo que hacemos, por eso hay que convertir la escucha y la visión en acto con una agenda productiva. Los griegos tenían dioses del tiempo: Cronos, el tiempo cronológico, Kronos el de la oportunidad. La paradoja de la memoria es que debe retener, cambiar e imaginar para poder adaptarse a un mundo en continuo movimiento.
La primera parte no es más que un resumen, y no muy acertado, de lo que encontramos en la web de mnemotecnia.es; y al resto no le veo mucho sentido.