Llevar adelante cuestiones laborales en un marco de crisis económico-sanitaria no siempre es una tarea sencilla. Los equipos de trabajo deben priorizar diferentes tareas y metodologías para no desbordarse. La clave es una correcta y fluida comunicación. Detectar a tiempo y contar con protocolos de acción puede evitar que un problema se desarrolle dentro del equipo o de la compañía completa.
La situación frente al Coronavirus y el contexto económico actual ha impactado en gran medida en la incertidumbre preexistente dentro de la fuerza laboral. Los equipos de trabajo deben aggiornarse rápidamente a las nuevas demandas coyunturales y asimismo, mantenerse conectados y en equilibrio. La ausencia de los líderes indicados o la labilidad en las decisiones puede generar que estos modelos colapsen si no están preparados previamente.
En estructuras de trabajo organizadas, en las cuales existen objetivos pautados y hay mecanismos de medición, las bajas en el rendimiento de los colaboradores, se notan.
Aunque durante los momentos de crisis se podrá evaluar mejor quiénes verdaderamente son líderes para sus compañeros, más allá de su posición dentro de la organización. A ellos se les pedirá una mayor presencia y atención en las personas, ya que se trata de momentos para contener, observar y brindar espacios de escucha frente a lo inesperado.
Para Florencia Insúa, Líder de Desarrollo y Gestión Comercial en Talent Recruiters, “es lógico que las crisis de todo tipo afecten al comportamiento y la motivación de las personas, porque están expuestas a contextos de incertidumbre y ansiedad. En el acontecer de una situación de tal índole, pueden identificarse colaboradores que, por su capacidad de influencia, de motivación, o porque son buenos referentes de equipo, colaboran de manera positiva y pueden además, asistir a sus pares.”
Staff Reducido: organizar tareas con menos colaboradores
El de los líderes será un rol fundamental: como conocedores del equipo, y de la misión de su área, tendrán que sacar el mayor provecho de cada trabajador, asignándole las tareas en las cuales sean más efectivos. Asimismo, tendrán que elegir, en muchas ocasiones, entre realizar lo fundamental para el funcionamiento del área, dejando de lado cuestiones accesorias, como asignaciones y proyectos especiales de mejoras. Otro punto relevante es la flexibilidad y la disposición, frente a la merma de recursos por teletrabajo, reducciones o licencias, ya que será quien deba realizar también tareas operativas.
Definir roles o funciones específicas y reevaluarlos durante periodos será clave para apuntalar al equipo, sumado a la importancia de comunicar adecuadamente. Según Insúa, “debe prevalecer la claridad y la integridad en la información, teniendo claros los plazos, para que los equipos puedan prepararse y organizarse frente al cambio. Por otra parte, es recomendable brindar espacios personales, así pueden ir volcando sus dudas, consultas o conflictos internos.”
Planes de contingencia y reducciones de personal
El lado B de toda crisis tiene que ver con las reducciones de plantilla, compañías que ven afectados sus ingresos por la merma en el consumo se ven en la dificultad de tener que realizar reestructuraciones u ofrecer planes de retiros voluntarios. Los empleadores tienen que hacer frente al despido en un contexto de doble indemnización y de una situación sanitaria y social delicada. “También es importante armar un plan de salida para las personas involucradas: asesoramiento para la reinserción laboral, previsión de medicina prepaga, referencias laborales, entre otras.”, agrega la especialista.
El factor sorpresa frente a la crisis puede haber tomado a muchas compañías desprevenidas, sin embargo, la redacción de planes de contingencia se vuelve imprescindible para el devenir de las tareas y decisiones. Estos planes deben contemplar, en primer lugar, la previsión económica de la empresa y estipular de qué forma se continuará brindando el servicio o produciendo en el caso de darse una situación de emergencia, por ejemplo, ver el modo de automatizar tareas, o pasar a procesos remotos y online.
Mitigar el estrés
El buen manejo de la información como por ejemplo asegurar los planes de la organización, hablar sobre cómo está posicionado el sector o en qué va a trabajar en el próximo tiempo, tiene un efecto tranquilizador en las personas. Sin duda, ayuda a tener un poco de certidumbre durante las crisis. Si las noticias no son buenas, también es recomendable manejarse con claridad y participar a todos respecto de los planes de acción, esto genera en las personas motivación y compromiso para con la organización y con su puesto laboral.
Sobre el paquete de beneficios Insúa agrega: “Es importante que puedan mantenerse tales descuentos o beneficios en determinados establecimientos. Se puede bajar el costo del beneficio o que éste sea compartido entre la empresa y el empleado, teniendo en cuenta el contexto de crisis.”
Asimismo, recordarle a los colaboradores que se mantengan saludables, realizando pausas para almorzar o descansar unos minutos es fundamental. También, proveer recomendaciones sobre ejercicios de estiramientos o prácticas de respiración dirigida ayudarán a bajar la ansiedad y el estrés.
La fijación de los objetivos, tanto como el feedback siguen siendo importantes para guiar el desempeño, aún más durante la crisis. Una comunicación fluida y la atención puesta en el negocio, pero también en los colaboradores, será el camino para que todos se encuentren alineados durante los momentos de incertidumbre.