Las actitudes emocionales de los niños se conforman en la primera infancia. La página en blanco que es su cerebro al nacer se va completando con la educación y la experiencia. Llama la atención que la educación formal deje vacíos enormes ya que lo que no se estimula no llega a la conciencia.
Como tantos temas importantes, la administración del dinero no se enseña en las escuelas. Tampoco se promueve la cultura del ahorro para que los niños al crecer sepan cómo alcanzar sus metas. El ahorro y las finanzas son herramientas para concretar sus sueños, así como las actividades de planificación y el diseño de procedimientos para alcanzar sus objetivos. Esto les abriría a los niños un mundo de posibilidades.
Valerie Meza de León, directora de Aflatoun, una asociación internacional dedicada a promover la educación financiera de los niños, realizó convenios con organismos no gubernamentales en 102 países. La libreta de ahorro postal en las escuelas fue muy importante entre las décadas del 40 y 60 en la Argentina. Esa libreta fue una herramienta con la que contaron los alumnos entre 1914 y 1995.
El contexto inflacionario no impide aprender. En escuelas de Zimbabwe, con inflación alta, los niños ahorran en materiales para la escuela. Así pueden pensar más allá de las condiciones del país y de sus recursos. Más que calificar al alumno por sus notas se mide su capacidad decisoria, porque sin practicar no aprenderían como obtener lo que anhelan. El tabú de que el ahorro es sólo para ricos niega el valor de la cultura del esfuerzo y de la planificación para formar sujetos que puedan programar su futuro, sabiendo cuidar su dinero, cuándo comprar productos perecederos, qué hacer con la basura y estar atentos a cerrar una canilla que alguien dejó abierta. Todos los niños tienen en sus manos dinero o recursos; algunos más, otros menos. El niño debe ser consciente de qué puede hacer con eso, de no gastarlo o consumirlo hoy, que es parte de una sociedad que necesita cuidar sus recursos naturales, no derrochar los alimentos, ahorrar y cuidar el agua y la energía que consume.
Entre los pobres hay un gran potencial de progreso que no se manifiesta por la falta de canales y oportunidades. Con un dólar en sus manos un pobre lo multiplica, como demostró la experiencia del Banco Grameen, mientras que un rico podría usarlo para encender un habano
La economía del conocimiento. Los chicos deben aprender historia económica. Antes los imperios se consolidaban por la fuerza. Luego crecieron por la riqueza de la tierra y sus industrias. Einstein vaticinó que los imperios del futuro se construirían sobre el conocimiento. Los países latinoamericanos atrasan. Hoy una computadora vale más por lo intangible que por sus componentes. La inteligencia innovadora es la protagonista de la nueva economía. Japón fue el caso más notable. Destruida por la guerra en pocas décadas se convirtió en la segunda economía mundial. Sin recursos naturales el milagro consistió en insertar el conocimiento en la producción. También los «tigres» asiáticos cuadruplicaron sus riquezas y hacia 2015 su pobreza disminuirá en un 60%, mientras que en América latina y África crecerá. Sin desarrollo científico, serán más pobres; ahora exportan científicos, lo que las empobrece. Ningún país nació rico. La economía del conocimiento produce crecimiento. La I+D, inversión en Investigación y desarrollo pasó a ser un indicador clave: mientras los países avanzados aportan el 3% de sus PBI, los rezagados no llegan al 1%; la media latinoamericana es de 0,75% y sólo Brasil llegó al 1,16%; la Argentina, 0,62%. Ninguna economía crecerá invirtiendo tan poco. Asia aporta el 34% del total mundial en I+D (China es la segunda economía del mundo); la Unión Europea, el 27%, y los EEUU y Canadá, 33%; América latina y África, sólo 3 y 0,8%. La nueva economía logró adelantos que no existían. Hay menos pobreza que cuando muchos morían al nacer y el promedio de vida era muy bajo; no había penicilina, anestesia, electricidad, transportes veloces, derechos, libertad. Vivimos, a pesar de la desigualdad en una época privilegiada. Hay que explicar a los niños que el sistema que genera pobreza le da la espalda al conocimiento y se sustenta en ideologías perimidas. Esto también se refleja en educación. Las pruebas PISA que organiza la OCDE se toman cada 3 años y miden el conocimiento de los jóvenes en matemáticas, ciencia y comprensión lectora. Los estudiantes de China y otros países asiáticos sacaron el mejor puntaje. En matemáticas, Shanghai salió en primer lugar, seguida por Singapur, Hong Kong, Taipei, Corea del Sur y Japón. Más abajo están Suiza (9), Finlandia (12), Alemania (16), Francia (25), España (33), Rusia (34), Estados Unidos (36), Suecia (38), Chile (51), México (53), Uruguay (55), Costa Rica (56), Brasil (58), Argentina (59), Colombia (62) y Perú (65). Los resultados en ciencias y lectura fueron similares. Fuimos hechos a imagen y semejanza del gran creador que nos creó con inteligencia. Los creadores innovadores son los mejores imitadores de Dios en la tierra.
Robert Kiyosaki, autor de“Padre rico, Padre pobre” a los 9 años, iba a una escuela pública a la que los ricos enviaban a sus hijos. Su mejor amigo era Mike, y se consideraban los pobres de la escuela porque no tenían los mejores juguetes. El padre de Robert (Padre Pobre) les dijo que no sabía hacer dinero y que consultaran al padre de Mike (Padre Rico). Le pidieron que les enseñara a hacer dinero y les propuso trabajar para él, para enseñarles. Consideraba perder el tiempo que aprendieran escuchando, como lo hacían en la escuela. La oferta fue trabajar 3 horas cada sábado. Les pagaría 10 centavos la hora. Robert se sintió un esclavo y le dijo a Padre Rico que era un tramposo porque no le había enseñado nada. Padre Rico respondió que era un curso parecido a la vida real. Le explicó que la mayoría busca empleos con sueldos más altos, creyendo que así resolverán sus dificultades y otros aceptan salarios miserables esperando aumentos. Robert preguntó: ¿Cuál es la solución? Es usar lo que tienes entre las orejas. Lo felicitó por su enojo, pagarle poco era parte de la lección. Si eso no hubiese podido enseñarle. Le explicó que ganar más dinero no resuelve el problema, porque cuanto más ganan, más se endeudan. Tu inteligencia tiene que ponerse a trabajar y generar ideas. Padre Pobre le recomendó estudiar, obtener buenas notas y encontrar un trabajo seguro. Padre Rico le aconsejó estudiar y aprender cómo funciona el dinero, para ponerlo a trabajar para sí mismo. Que los empleados no lo advierten por su falta de Educación Financiera. Ahora Padre Rico les propuso que no les pagaría nada. Les explicó que el empleado está metido en una trampa. Trabaja por poco dinero, debido a la ilusión de un empleo seguro. El miedo crea la rutina. Trabaja para pagar sus cuentas, y si gana más, incrementa sus gastos. Les aconsejó que aprendieran a escoger sus pensamientos, que observaran y controlaran sus emociones, en lugar de reaccionar ante ellas. Quería que aprendieran a dominar el poder del dinero, en lugar de tenerle miedo. “Si pueden trabajar sin pensar en cobrar un sueldo, pronto su mente hallará oportunidades que otros no ven.” Así fue: se les ocurrió abrir una biblioteca de historietas en el sótano de la casa de Mike. Los niños notaron que la encargada de la tienda donde trabajaban, tiraba los números atrasados. Contrataron a la hermana de Mike, para que en el sótano de su casa les cobrara 10 centavos a cada niño que quisiera leer todas las historietas que pudieran en 2 horas. Era un muy buen precio, ya que cada revista costaba 10 centavos en las tiendas. Aquí, en dos horas podrían leer varias. Los niños habían aprendido a hacer que el dinero trabaje para ellos. Al no recibir pago por trabajar en la tienda, se vieron obligados a utilizar su imaginación para identificar una oportunidad. Su negocio generó dinero sin que estuvieran presentes. En lugar de pagarles con dinero, Padre Rico les había dado mucho más, y ahora tenía más para enseñarles.
Kiyosaki sugiere cuatro fuentes para obtener ingresos: Empleo. Autoempleo, ser Dueño o Inversor. El sistema formal educa a los niños para ser dependientes. Las claves del emprendedor son: aprender a aprender y a emprender, desarrollar la autoestima, aplicar la destrucción creativa, activar el empowerment o poder interior y el marketing personal. Alvin Toffler, autor de “La tercera ola” agrandó la receta: crear algo, una herencia, donación, regalos, préstamos, casarse con un rico, asistencia social. El dinero no debería encarcelar nunca a la imaginación.
Con el sudor de la frente. La mayoría recurre al empleo por miedo. Esto crea la mentalidad de empleado, atenta al día en que se cobra el sueldo, a si la liquidación es correcta, a esperar instrucciones sobre lo que tienen que hacer y a que, si no hay nada que hacer, entonces no hacer nada. Basta con ver su agenda para entenderlo. Quien tiene mentalidad de empleado no comparte información por temor a que quieran serrucharle el piso y si llega a un cargo se atornilla a él para mantenerlo. Son pocos los que buscan cambiar de empleo o una idea sencilla de negocios que genere similares ingresos dedicando menos tiempo. Trabajo no es empleo, se puede trabajar sin relación de dependencia. El empleo rebaja la creatividad y estimula la comodidad. Einstein definió la locura como querer progresar y seguir haciendo lo mismo. El creativo necesita experimentar la sensación de desafío. Ese espíritu aflora en las crisis cuando se perdió la comodidad del sueldo, del aguinaldo y de las vacaciones.
Cómo dejar la relación de dependencia. Sugiere Toffler que uno puede hacerse prosumidor, consumidor y productor del producto, comprarlo para uno mismo y revender el excedente. Otra opción es canjear lo propio por lo que se precisa o aliarse para concretar negocios y ampliar los alcances de la actividad. Tener ideas que resuelvan problemas. Adquirir tecnologías que aceleren los procesos. Cambiar de trabajo por otro que insuma menos tiempo. Conseguir un trabajo cerca de casa. Gestionar una indemnización laboral por los años de servicio, etc.
Hacerse el bobo. Un bobo era el hazmerreír de la feria. Los turistas le daban siempre a elegir entre dos monedas y el optaba por la de menor valor. Un turista le preguntó si no se daba cuenta que elegía siempre de la peor manera. Sí, contestó el bobo, pero por hacer eso ya recibí 5000 monedas y de elegir la otra nadie más me daría la opción.
Franquicia o negocio propio. El fee de ingreso que cobra el franquiciante y la variedad de ofertas suele producir parálisis por exceso de análisis. La franquicia tiene sus riesgos. La opción es el negocio propio, más creativo y menos standard. Otro formato es la franquicia social como franquiciar entre sus empleados que no cuentan con recursos para comprarla. Se trata de aprovechar su capacidad para generar resultados, compensando su falta de capital con activos intangibles (conocimientos, actitud emprendedora, experiencia, capital intelectual y social).
Un tiempo para cambiar. El tiempo pasa y la falta de progreso genera un futuro peligroso al momento de jubilarse. Basta con observar la situación de los que al fallar al planear planearon fracasar, por la magra jubilación que reciben. Dos ideas parásitas acosan por izquierda y por derecha: hacer lo que me gusta y que me vaya mal y carecer de medios para subsistir o quedarme donde estoy y seguir sufriendo toda la vida.
El mejor momento para inventar el futuro es en la niñez. Bill Gates tuvo el número mágico de 10 mil horas de práctica para volverse bueno. Fue a una escuela con computadoras cuando pocas tenían Internet. Era brillante, pero la cultura emprendedora lo ayudó más que la Universidad que lo aburría. En Asia predomina la cultura del esfuerzo. Los chicos estudian más que en occidente. Su herencia cultural de trabajo duro deriva del cultivo de arroz. Según el proverbio chino: Nadie que se levanta antes del amanecer 360 días al año deja de hacer a su familia rica. En Argentina, las largas vacaciones son parte de la cultura. Los países asiáticos que son primeros en educación son también los mejores en economía
Una temprana estimulación del ahorro provoca resultados sorprendentes. Potenciar las virtudes del pequeño y motivarlo a planificar sus gastos, enseñarle a elaborar un presupuesto familiar y la importancia del ahorro, hace que el niño sepa que toda decisión significa un esfuerzo (prescindir de un gasto o un deseo), pero que tendrá sus frutos a futuro. El costo de oportunidad es el de hacer algo en términos de alternativas que no se consideran. Todo tiene su costo y la mejor decisión es ahorrar para el porvenir. El beneficio de educar a una edad temprana es criar hijos menos consumistas, conscientes del valor de las cosas y menos vulnerables a la publicidad.
Las golosinas y el éxito financiero. El sostenimiento de la riqueza de generación se debe en gran parte a la capacidad para compartir hábitos de ahorro originados en comportamientos aprendidos. La Universidad de Stanford en EE.UU. llevó a cabo un estudio en niños de 4 años que consistía en analizar su conducta frente a la posibilidad de saciar ya mismo su deseo o posponerlo para lograr una mayor gratificación más adelante. Se les dijo que ninguno podía comer caramelos hasta que llegara un mayor, con la promesa de que luego podrían tomar los que quisieran. Gratificación retardada. El posterior seguimiento del experimento demostró que aquellos que habían podido resistir la tentación de tomar las golosinas en el momento para luego disfrutar de más tuvieron un desempeño profesional y financiero superior a los que no lo hicieron.
Empowerment. Es el poder interior, una fuerza que se bloquea sin una actitud positiva hacia el trabajo y que se nota en haber dejado de aprender. Aprender a ser, a aprender, a hacer y a convivir. Si deja de aprender, el progreso se estanca. Poder inteligente es querer con eficacia. Sumando el método al hacer lo que le gusta, se logra el éxito, como dijo Nietzche los métodos son la riqueza del hombre. Al advertir que lo valioso es dedicar el tiempo a vivir intensamente, y que para eso hace falta un cambio, la visualización creativa del futuro deseado se impone y promueve la decisión de lograr independencia para actuar en concordancia con el deseo. Se empieza averiguando cómo hicieron los que lo lograron haciendo pequeñas pruebas, hasta encontrar el puerto deseado y el camino. Como dijo Séneca no existen vientos favorables para el que no sabe a dónde quiere llegar.
Es importante redefinir la identidad, aprender a ser. El sistema educativo no incentiva el deseo de aprender, promueve el deber, la obligación de estudiar lo que no le gusta. La sociedad de consumo otorga un radar para imitar a ricos y famosos, como base del éxito. Debería entregar una brújula para aprender a conocerse a sí mismo. Los niños son clientes de la sociedad de consumo, más consumistas todavía que el adulto. Creen que su identidad se la da el consumo. En la escuela se comportan con los profesores como clientes. Pero la cultura no es un bien de consumo. Un cliente sólo tiene en cuenta sus deseos. La escuela se dirige a sus necesidades. Si el docente se interesa por el alumno, eso lleva a la reciprocidad.
La realidad está pero lo valioso es la percepción. Vemos con el cristal con que miramos. Lo que para uno es oportunidad para otro es amenaza.
2 vendedores de zapatillas fueron a África a vender sus productos. Uno halló a todos descalzos y mandó un telegrama a su jefe: regreso de inmediato, aquí nadie usa zapatillas. El otro envió este telegrama: Me quedo. Perspectivas fabulosas. No tenemos competencia.
Pensar en positivo es la ley de que se cosecha lo que se siembra. Hay que tener conciencia de misión, saber lo que se quiere, concentrarse en la meta y observar. El ser reactivo actúa si algo le pasa. Apaga incendios pero lo urgente no le deja ver lo importante: que los incendios los crea el mismo por fallas de agenda por no aplicar la ley 80/20 de Pareto, según la cual el 20% de los factores producen el 80% de los resultados.
Corre mucho para quedar finalmente en el mismo lugar. En la edad media Inglaterra sufrió una epidemia de peste negra que eliminó al 50% de la población. Las ratas competían corriendo tras la basura para vivir un día más, propagando así la peste. Robert Kiyosaki lo tomó como metáfora de los que viven al día, no prevén el futuro y no buscan alternativas; y si ganan alguna carrera siguen comportándose como ratas. Proactividad es lo opuesto a reactividad, es tener conciencia de la misión en la vida y planificar el futuro para que las acciones se orienten en esa dirección. La eficacia se orienta hacia las decisiones correctas y la eficiencia a su ejecución perfecta. Cuando se unen se obtiene el poder inteligente.
La solución del 10%. Los niños deben desarrollar un poder que puede cambiar su mundo. Es el don que según la la teoría de las inteligencias múltiples los hace a todos genios en algo. Deben descubrirlo. Ford dijo que siempre tenemos razón: si creemos que nos irá bien o que nos irá mal. También deben cultivar la generatividad que proviene de crear y de ser generoso. Los problemas del mundo son de todos y cada uno de los habitantes del planeta ocupa su lugar en la pirámide de necesidades de Maslow. Para ayudar a los demás los niños primero deben aprender a ahorrar, o lo que es lo mismo a dedicar el 10% de sus ingresos a pagarse a sí mismos. Otro 10% lo deben donar para entidades que se dediquen a solucionar problemas de los niveles más bajos de la pirámide social. La prioridad uno es la educación, para ayudarlos a ascender en la pirámide. Otro 10% lo deben invertir en asociarse para disminuir la desigualdad. Los grandes imperios se construyeron en base a la dominación. La principal amenaza mundial no son las fuerzas del mal sino de la cantidad de indigentes y pobres privados de derechos que el sistema genera.
Como niño es el padre del hombre la mejor inversión para cualquier sociedad que quiera mejorar su porvenir es educarlo con excelencia. La materia prima del cerebro es la materia gris y no crece como la lechuga sino con educación. Educar es la industria pesada de un país ya que es la que fabrica los ciudadanos del futuro. Debe convertirse en política de estado. Mañana será tarde.
Dr. Horacio Krell Ceo de Ilvem, entidad dedicada a la educación de la inteligencia. Mail de contacto: [email protected]