Como socia fundadora de Y Combinator, Jessica Livingston ayudó a dar forma a algunos de los grandes éxitos de Silicon Valley –Dropbox, Airbnb, Reddit y Stripe, por nombrar sólo unos pocos–. Hasta la fecha, Y Combinator ha invertido en 630 startups. Estas empresas embrionarias se mudan a Silicon Valley para un campamento de entrenamiento de tres meses para ponerse en la mejor forma posible para el Día de Demo, cuando las nuevas empresas presentan su plan de negocios ante un público selecto.
En este momento, Y Combinator está terminando de revisar 3,000 solicitudes de admisión para el verano de este año, casi un 20% que el año pasado. Sólo 2% de los 3,000 tendrá un lugar. Aunque la incubadora tiene una sólida trayectoria, algunas startups se hunden inevitablemente sin dejar rastro. Aquí, Livingston comparte con Forbes algunos de los asesinos silenciosos totalmente evitables que ve en cada ciclo.
1. Elije el cofundador adecuado
“Incluso hace diez años, cuando Y Combinator empezaba yo creí realmente que las relaciones comenzaban en una forma mucho más orgánica”, dice Livingston. “Larry y Sergey eran estudiantes de posgrado trabajando juntos en este proyecto que finalmente convirtieron en Google, ésa era la norma.”
Livingston ve cada vez a más gente juntándose tras un mes o dos de conocerse para hacer equipo y aplicar juntos a Y Combinator. A menudo se reúnen en hackathons o startup weekends y los vínculos entre los fundadores pueden ser muy débiles.
“No es tan natural”, dice Livingston. “Lo que pasa es que estas personas comienzan una startup y las cosas empiezan a ir mal. Las cosas son más difíciles y las relación simplemente no tienen la longevidad y la confianza necesarias para superar los obstáculos, así que los cofundadores rompen relaciones.”
Es un problema que Livingston afirma ver una y otra vez en cada ciclo de financiamiento de Y Combinator. “Si la gente no puede trabajar en equipo, entonces la compañía tiene un problema enorme, uno que termina por matarla”, advierte. “A veces es un problema que se vuelve agudo, especialmente si les damos algo de financiamiento –reciben 100,000 dólares y, de repente, uno de los cofundadores piensa ‘bueno, 50,000 son míos.’”
“Ten mucho cuidado de elegir correctamente a tu cofundador porque su relación va a ser puesta bajo presión una y otra vez durante los próximos siete años más o menos, y si no tiene una base sólida, probablemente tu compañía morirá”, dice ella.
2. División accionaria desigual
Otro problema que puede profundizarse entre los fundadores es una división de acciones desigual. Si un cofundador ha estado trabajando durante seis meses en una idea antes de que los otros se suban al barco, es poco razonable dividir las acciones de forma uniforme.
“No veo que esto suceda mucho”, dice Livingston. “Realmente aconsejo a la gente pensar en el largo plazo y no en un compromiso de un año. ¿Quieres que esa persona que es tu cofundador potencial se sienta totalmente comprometida, totalmente animada por la cantidad de acciones que tendrá a su disposición y que se aferre a ella en el largo plazo.”
3. Falta de un líder claro
Esto ocurre a menudo cuando amigos empiezan una empresa, dice Livingston. “Esto nos pone un poco nerviosos, no hay una persona encargada de infundir visión.”
“Si se trata de un trío de amigos compañeros de escuela, pueden sentirse como ‘¿por qué él está a cargo y no yo’ y veo que algunas personas luchan por eso. Es algo con lo que se debe tener cuidado, porque entonces las cosas no se hacen de la manera más eficiente.”
4. Perder el foco
En las primeras etapas, lo más importante es el desarrollo de la idea y la construcción de un producto que la gente quiera usar, dice Livingston.
“Por mucho, la principal causa de muerte de las startups en fase inicial está en no hacer algo que la gente quiera usar. Un gran asesino silencioso de startups en fase inicial es estar distraído. Hay tantas cosas que los fundadores pueden estar haciendo que se sienten como trabajo y como importantes pero que no están relacionadas con el desarrollo de un producto. Esas cosas pueden ser como tomarse un café con un inversor, la generación de un consejo de asesores, ya que parecen algo que las startups deberían estar haciendo, pero en realidad son enormes distracciones”, dice ella.
Es mucho más importante dedicarse a la construcción de un producto y hablar con los usuarios que asistir a reuniones y eventos de networking.
El desarrollo de relaciones con los inversores en las primeras etapas puede ser especialmente riesgoso porque las startups pueden ser arrastradas a una recaudación de fondos antes de estar listas.
“Alguien nos enviará un correo electrónico en el primer mes y nos dirá que Sequoia escuchó acerca de nosotros por un amigo y les gustaría tomarse un café con nosotros, ¿crees que debes ir?, debes decir que no a menos que estés listo para dar paso a la etapa de recaudación de fondos” dice Livingston. Los fundadores a menudo olvidan que quieren iniciar un proceso de subasta, cuando llegue el momento, no tomar la primera oferta, advierte.
5. Ten cuidado con las adqui-contrataciones
En Silicon Valley las grandes empresas como Google a veces compran empresas en fase muy temprana sólo por el equipo.
“Las compañías tecnológicas están tan desesperadas por contratar que muchas de ellos están recurriendo a estas adqui-contrataciones donde compran las empresas desde el principio, se deshacen del negocio y mantienen al equipo de programadores talentosos”, dice Livingston.
A menudo enamoran a las empresas diciendo que quieren colaborar. “Ellos no están hablando de colaborar, quieren saber si pueden adquirirla por un par de millones de dólares”, dice Livingston.
Puede ser una propuesta difícil de rechazar. “Nunca le diría a uno de los fundadores no perseguir una meta como esa, pero eso significaría que su startup nunca llegará a ser el próximo Facebook porque será desmantelada desde el principio”, dice.
Peor aún, la mayoría de esas reuniones no se conviertan en algo concreto y los fundadores se acostumbran a la idea de vender por 2 millones y dejar de trabajar en su empresa.
“Hablar con gente de desarrollo corporativo es la forma más peligrosa de distracción”, dice Livingston.
6. Desconocimiento del problema
“Recibimos muchas solicitudes de personas que tratan de resolver un problema del que no saben nada”, dice Livingston. Las empresas de éxito provienen de verdaderos problemas de la vida, problemas que necesitan ser resueltos.
“Tienes que asegurarte de que tu idea ha evolucionado orgánicamente y surgió de un problema que has tenido y no se trata de una solución improvisada a un problema del que no sabes mucho”, dice Livingston.
Si es algo que has experimentado significa que eres un usuario. “Puedes ponerte en los zapatos del usuario y ver qué es lo que estas construyendo y comprender en profundidad la solución”, dice ella.
7. Ser incapaz de manejar la montaña rusa
“Siempre reímos cuando describimos a las startups como una montaña rusa emocional, porque lo son”, dice Livingston. “Un día puedes estar en la cima del mundo, pero las cosas cambian en un segundo y día siguiente alguien revisa la caja y comprueba que no hay dinero.”
Esa situación es tan dramática que mucha gente no puede manejarla. “Tienes que entender los niveles de rechazo que vas a enfrentar, no te estás uniendo a una gran empresa donde se amortiguan muchos de esos altibajos porque las cosas no cambian mucho en el día a día”, dice.
8. Costos fuera de control
Mantener el control de los costos es muy importante si se quieren aumentar las probabilidades de subsistencia el tiempo suficiente para obtener financiamiento, dice Livingston.
Pagar más de la cuenta por costosos nombres de dominio y videos llamativos es un gran problema. “Los fundadores gastan miles y miles de dólares en sus nombres de dominio porque están casados con el nombre de la empresa cuando no tienen ni siquiera un producto aún”, dice.
“En última instancia, si te has quedado sin dinero y no puedes obtener financiamiento, podrías quedarte sin tracción y estarás muerto”, dice Livingston.