Un verdadero Líder se rige por un código elevado de valores humanos y actúa de manera íntegra en búsqueda del bien común. El líder está al servicio y motiva a sus compañeros enseñando con su ejemplo.
Cabe agregar que el líder intenta “ser”, y con su conducta inspirar a su grupo de influencia para que todos puedan descubrir sus propias habilidades y transformarse en líderes de su propio destino.
A lo largo de la historia encontramos esta clase de líderes. Son aquellos que se sobrepusieron a las dificultades y adversidades del medio y con conciencia y coraje llevaron adelante sus ideales.
Podría mencionar a faros como: el Mahatma Gandhi, Martin Luther King, José de San Martín y muchos otros quizás no tan conocidos pero que lograron sobreponerse a las dificultades y ser guías de sus propias vidas, inspirando a otros para que los acompañen. Ellos cambiaron positivamente el rumbo de los acontecimientos, crearon un mundo distinto. ¿Qué hicieron? Se salieron del molde. Vieron más allá…
Pasa por diseñar una visión poderosa y aceptar la realidad. Luego entrar a la cancha a jugar el juego con confianza, sabiendo que el partido ya está ganado.
Porque el juego se juega primero en la mente y el espíritu del líder. El resultado no es lo importante, el ser es lo que cuenta. Porque es en la mente del líder donde están tanto las barreras como las oportunidades, y él sabe como auto-entusiasmarse para superarse a si mismo y así influir positivamente en el contexto.
Justamente, esta característica del entusiasmo que los líderes poseen, proviene de la etimología griega “in-Theos”: estar lleno de Dios. Es allí donde radica su fortaleza. Sabe que todo es posible porque no está solo y la abundancia está con él.
En Argentina tenemos una gran posibilidad para creer en nosotros mismos y crecer.
Vivimos en un gran país, culto, educado y con innumerables recursos naturales y humanos. Si lográsemos desarrollar los valores y la actitud adecuada, sumado a la perseverancia, podríamos trabajar en colocar al país en un lugar privilegiado entre el conjunto de naciones.
Precisamos ser concientes de nosotros mismos y de nuestras potencialidades. Auto-conocernos y darnos cuenta cuán valiosos somos. La experiencia que fuimos construyendo, principalmente a partir de las crisis de los últimos años nos ayuda a emprender de manera creativa.
¿Seremos capaces de desarrollar una visión poderosa y sostenerla con coraje?
¿Podremos darnos cuenta de toda nuestra potencialidad, convertirnos en líderes de nosotros mismos e inspirar a nuestros compañeros para que nos acompañen y logren despertar en ellos mismos sus habilidades?
El desafío está planteado…
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