Steve Jobs, CEO de Apple, publicó recientemente una carta dando razones del porqué Apple no incluye flash en sus equipos, algo bien poco habitual para este personaje. Más allá de la carta en sí, lo que el hecho deja entrever es un fenómeno más profundo relacionado al poder de los usuarios/consumidores en la red.
Apple es una compañía de filosofía cerrada, antagónica al estilo Google, sus procesos de innovación se desarrollan en el más profundo secreto e incluyen cláusulas y más cláusulas de confidencialidad para los que allí participan. Este estilo nos puede gustar o no, sin embargo es un hecho de causa lo comercialmente beneficioso que les ha sido. Los aparatitos con el prefijo “i” se han vendido por millones, incluyendo también al recientemente estrenado iPad y si bien las ventas de este son igualmente inéditas, el juguetito no ha sido vanagloriado por la crítica como sus antecesores lo fueron.
Hoy vemos que los fieles de Apple dejan de ser tan fieles y aunque igualmente van a las tiendas a comprar el iPad, no dudan también en manifestar públicamente sus críticas a través de sus blogs. Para Apple esta ocasión ha sido dura como nunca y a un Steve Jobs acostumbrado al éxito e idolatría esto sin duda no le agrada.
Jobs no es un tipo acostumbrado a escuchar, su estilo de liderazgo es más el de un tirano que el de un republicano y sus aciertos se basan en sorprender al mercado a través de la instalación de nuevas necesidades por sobre aquella estrategia de satisfacer las existentes, tal como un libro de marketing clásico nos enseñaría.
Si comparamos a Jobs con la evolución de la web podríamos decir que este se comporta tal como en sus orígenes, unidireccionalmente o 1.0 . El “pero” del asunto es que la unidireccionalidad es cosa añeja, la 2.0 llegó para quedarse y vemos, de este modo, como el comportamiento de los clientes se contrapone profundamente al estilo de liderazgo de Jobs, tipo sordo e incluso despectivo hacia sus consumidores.
El pasado furor del iPod y el iPhone, casi incriticables, se oponen a los negativos comentarios del iPad, así, Jobs enfrenta hoy un escenario distinto, y aunque el iPad será igualmente un buen producto y comercialmente exitoso la pregunta a hacer es la siguiente: ¿Qué pasaría el día que las críticas a un nuevo invento sean incontrarrestable?, la respuesta es simple, comercialmente un fracaso.
Esto Jobs lo sabe y no le gusta para nada, de esta forma lo deja notar por primera vez entrelíneas a través de su carta. No le gusta que sus usuarios se empoderen al punto de co-crear la visión de Apple, …“lo que haga o no haga Apple dependerá única y exclusivamente de mí”… es lo que el CEO quisiera, pero lamentablemente para él el mundo de la Web social no tiene vuelta atrás. A regañadientes se vio obligado a dar explicaciones de la falta de flash en el equipo (en rol de víctima como cualquier asesor comunicacional lo aconsejaría) culpando a Adobe de ello. Lo bien o mal que esto resulte está por verse y ya vemos una contrarespuesta oficial de Adobe.
El exceso de énfasis en las ventas y la histórica unilateralidad le están pasando sutilmente la cuenta a Apple, quien deja de ser una aplanadora para, ahora en su lugar, medir cuidadosamente cada paso dado, la carta es un reflejo de ello. El empoderamiento ciudadano que posibilita la 2.0 hace que marcas como Apple dejen de pertenecer exclusivamente a las empresas y sus CEO`s viéndose obligadas a considerar tu opinión e interés. Han pensado ¿qué pasaría con Apple el día que sus usuarios dejen de manifestarse sólo con críticas y den un paso más allá organizando por el ejemplo el “Día de la No compra Apple”?. Jobs y su paranoia de CEO lo intuyen y es así como hoy lo vemos dando explicaciones pese a que en el fondo sigue siendo el mismo.
En conclusión, la realidad de hoy hace imposible ignorar la opinión de los usuarios/consumidores, es algo que toda empresa, pequeña o grande, debe inevitablemente considerar, gusto o no o por mucho poder aparente que esta ostente
fuente: Felipe de Conce Pulso Social