“La tecnología tiene el potencial no solo de incrementar la productividad y el crecimiento, a la pequeña y mediana empresa les puede permitir una evolución en sus modelos de negocio, algo muy necesario en mercados tan volátiles como los actuales”. Esta afirmación la hacía un socio de una consultora hace unos días. Lo cierto, es que la pequeña empresa muchas veces no da suficiente importancia a esta materia en su estrategia y no se reflexiona lo suficiente sobre como las actuales herramientas tecnológicas pueden apoyar el negocio e invertir de la manera más eficiente.
Es evidente que los cambios en la tecnología y el entorno que se están produciendo están forzando a las empresas a enfrentarse a cambios y posicionarse para tener éxito. El aumento de las aplicaciones a las que acceden los consumidores, la consumerización (http://en.wikipedia.org/wiki/Consumerization), el Social Media y la creciente oportunidad para el teletrabajo han modificado el entorno en el que las compañías se movían hasta hace pocos años.
Hoy, uno de los retos que surgen es lograr el equilibrio entre la reducción de costos y el aumento de la eficiencia, al tiempo que se reestructuran los modelos de negocio. A pesar de la reducción de costos es importante, el mantenimiento de los gastos estratégicos, poniendo más énfasis en el crecimiento, la innovación y el valor del cliente que es donde residen las oportunidades.
Para ello, la mentalidad de los dueños y directivos de las PyMes debe pasar por cambiar la visión de la tecnología como un elemento del back office que facilita la reducción de costos a verla como un elemento generador de valor y crecimiento.
Los objetivos pasan por la utilización de la tecnología para mejorar el conocimiento, el control y la colaboración dentro de la organización. Asimismo, convertirse en un elemento para acceder a nuevos clientes y un facilitador de la movilidad de los trabajadores. Para ello, la PyME debe invertir en una estrategia tecnológica que permita el desarrollo de estas capacidades.
Mejorar la gestión de costeo, incrementar la eficiencia, reducir los riesgos, elevar la productividad centrándose en una mejor gestión de clientes son prioridades críticas en cualquier negocio. En base a estas prioridades, que todos tenemos claras, parece evidente la necesidad de centrarse en alinear la tecnología y la estrategia de negocio, algo que muchas veces se olvida.
Junto con la definición de las necesidades tecnológicas y la alineación general con el negocio, las nuevas iniciativas con base en la tecnología también deben estar equilibradas con las soluciones que impulsan el ahorro de costos a corto plazo y las que permiten el crecimiento de los ingresos y el fortalecimiento de relaciones con los clientes. Ejemplos de esto podrían ser:
- Implementar herramientas de análisis de negocio y gestión de la información que permitan mejorar la recogida, agregar y transformar los datos en información significativa para el desarrollo del negocio.
- Implementar plataformas colaborativas que conduzcan a la innovación, mejoren la productividad de los empleados y faciliten la relación con los clientes.
- La posibilidad de establecer entornos virtuales de trabajo permita la mejora de la productividad, la atracción de talento y mejorar la relación cliente, lo que se traducirá en mayores ingresos. Por no hablar de la reducción de espacio con el ahorro de costes que esto supone.
- Implantar una plataforma de gestión del rendimiento que permita medir el desempeño financiero y operativo en comparación con los objetivos de negocio.
- Aprovechar las distintas herramientas de cloud computing, tomando ventaja de una infraestructura compartida que permite reducir costes.
- La creación de una estrategia de Social Media y el aprovechamiento de las plataformas de agregación de medios, como Sprout, Tweetdeck o Hootsuite, que permitirán comprender qué plataformas sociales están usando nuestros clientes, qué contenidos les interesan, con qué frecuencia quieren verlos. En definitiva, lograr una visión de que esta sucediendo y dar al negocio una mayor exposición.
Las compañías que sepan alinear correctamente la estrategia empresarial y la tecnológica, y que entienden el potencial profundo de la tecnología como impulsor del cambio serán las que obtengan una mayor ventaja competitiva, obteniendo resultados inmediatos lo suficientemente relevantes que proporcionen una clara posición sobre la competencia.
Autor: Fernando Barrenechea.
Consultor en Estrategia de Marca y Comunicación, cuenta con más de 15 años de experiencia en posiciones de Dirección en entornos internacionales (estrategia, desarrollo de negocio, marketing y comunicación), en distintos sectores (financiero, entretenimiento, consultoría de negocio, internet y servicios de marketing). Es Licenciado en C.C. Económicas y Empresariales por la UAM, Certificate in Journalism por la Universidad de Nueva York, Marketing Management Diploma por London School of Economics, Executive MBA por el Instituto de Empresa y PDD por IESE.