En el desempeño de las funciones laborales, hay temporadas en las que se está en la cima de la motivación, con ilusión, ganas y feliz. Pero otras en las que parece que todo se hace cuesta arriba.
Esta realidad, esta especie de montaña rusa que sube y baja, la sufren hasta los que tienen un trabajo que les apasiona, que viven realmente de lo que les gusta, o que están realizando las tareas que siempre han sido su objetivo.
Hay momentos en los que cuesta mantener la motivación. Y según explica Gonzalo Martínez de Miguel, director de INFOVA “esto es algo que les ocurre incluso a las personas de más éxito. Un ejemplo fue el caso del futbolista Andrés Iniesta, que después de haberlo ganado todo en el fútbol, afirmó lo difícil que le resultaba mantenerse ilusionado con su profesión y encontrar el sentido a lo que hacía”.
“Si entendemos la motivación como la energía, actitud y optimismo con el que hacemos las cosas, probablemente es difícil estar siempre en el tope. Ningún motor puede estar constantemente a pleno rendimiento y el bajo nivel de motivación es muy humano” añade.
Pero insiste en que el problema no es caer en el pozo de la desmotivación, el problema es quedarse estancado ahí, y es que la desmotivación laboral, cuando se mantiene en el tiempo, inhabilita para la tarea. Por otro lado Gonzalo Martínez de Miguel añade que “cualquier trabajo que se puede realizar con un bajo nivel de motivación mantenido en el tiempo, no vale la pena”.
Además advierte que es responsabilidad de un profesional cuidar su nivel de motivación. Por ello, el experto explica que hay que poner en marcha una serie de estrategias, para que cuando este “virus” aparezca, poder revertir la situación sin que se vuelva alarmante.
1.- Elige conscientemente un alto nivel de motivación
La motivación se elige, como el resto de las actitudes humanas. Recupera el poder de elegir tu actitud. No dejes que sean la circunstancias las que determinen tu elección. Si hacemos caso a Victor Frankl, psicólogo que vivió la experiencia de los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial, es cierto que las circunstancias que te rodean influyen en tu respuesta pero no la determinan. Por difícil que sea tu realidad siempre tienes el poder de elegir tu respuesta.
2.- Permítete estar de bajón, cuando tienes motivos para ello
Escúchate, acepta que estas bajo de ganas o de entusiasmo, date permiso para atravesar esos días y sal rápido de ese lugar. Negar la dificultad aplaza tu respuesta emocional, pero no la va a eliminar. Merece la pena seguir manejando la emoción, te puedes abandonar a la melancolía, pero no te olvides de recuperar las riendas de tu estado de ánimo.
3.- Ajusta tu expectativa
La vida tiene luz y tiene sombras. Tiene momentos brillantes y otros más oscuros. Si tu expectativa es tu todo va estar siempre bien te vas frustrar. Como nos recuerda Tom Hanks en Forrest Gamp, “Shit happens”.
4.- No dejes de valorar todo lo que si tienes
En tu vida hay un gran número de cosas que están bien. Centrarte principalmente en lo que está mal y olvidarte de lo que está bien es por un lado injusto y por otro inefectivo. Cuando pienses en tu realidad, personal o profesional, haz fotos completas. Subraya y dale peso a todo lo que si te funciona, a todo lo que si has conseguido, a todo lo que si puedes agradecer. No vas a caer en el conformismo, no vas a renunciar a tus objetivos por reconocer lo que si funciona. Puedes agradecer lo que tienes mientras buscas lo que quieres. Puedes reconocer lo que has conseguido mientras luchas por alcanzar tus objetivos.
5.- No pierdas el buen humor
Rodéate de gente con sentido del humor. Elige una mirada cómplice con la vida. Woody Allen nos recuerda que la vida es comedia y es tragedia. Depende de la mirada que elijas. No dejes de ver la parte cómica que tienen muchas situaciones que nos parecen inicialmente un gran problema. La sabiduría popular acuñó la ecuación “tragedia más tiempo igual a comedia”. Cuantas cosas que en su momento te parecieron un drama, luego te han parecido anécdotas hasta divertidas.
6.- Cuídate
Es difícil mantener un alto nivel de motivación cuando estás agotado. Cuida lo que comes, no dejes de hacer ejercicio, respeta tus horas de sueño, desconecta. En definitiva, ayúdate a ti mismo creando las mejores condiciones personales para una mirada optimista, que etimológicamente significa espera lo mejor.