por Dr. Horacio Krell*
La ley de la atracción no es algo nuevo, ha recibido distintos nombres: pensamiento positivo, poder de la intención, etc. La idea rectora es que el pensamiento genera en la realidad lo que imagina. La explicación está en “El Secreto”, un documental que explica que todo se basa en la Ley de Atracción, un secreto que ha viajado a través de los siglos.
Los principios que rigen la Ley de la Atracción plantean que los sentimientos y los pensamientos se materializan como hechos. La película hace referencia a la tendencia humana a esconder este principio básico. Este documental pone al alcance de todos la forma de aplicar la ley de atracción en la vida cotidiana de manera consciente.
Vivimos en sociedades visuales
En ellas se lee poco, por eso las ideas de “El Secreto” se multiplican por imágenes que le dan un toque de misterio y la posicionan como una fuente de información a través de su circulación por internet. Plantean, por ejemplo, que la gordura deviene de tener pensamientos negativos y no por aquello que se come.
Se supone que uno crea su propia realidad según lo que piensa y hasta provoca sus propias enfermedades. Otros piensan que comer comida basura es atentar contra uno mismo.
Pensamiento proactivo
El mayor tamaño de la corteza cerebral es la razón por la cual el hombre es el animal más inteligente, imaginativo y el que puede anticiparse a los hechos y peligros aun antes de que estos aparezcan. Esto le permite planificar, crear métodos para alcanzar objetivos, prever posibles obstáculos y embarcarse en busca de las metas previstas.
Para ello dispone de un recurso fundamental que es la fantasía, una facultad mental para representar, a través de la imaginación, eventos o sucesos futuros que todavía no pertenecen al ámbito de lo real. Desde la infancia tenemos la capacidad de fantasear consciente o inconscientemente y generar así una amplia gama de conductas diversas y creativas.
La habilidad de fantasear
Fantasear es una capacidad que puede ocasionar que muchos no puedan separar la fantasía de la realidad, crear peligros eventuales y que en lugar de inducir proyectos esto les genere preocupaciones. Este mecanismo de anticipación no es gratuito.
Una preocupación puede ser útil o generar daños. Todo individuo pendiente de lo negativo altera su equilibrio corporal ya que el organismo no está ni diseñado ni preparado para que la sobrecarga de tensión nerviosa permanezca prolongadamente. En caso de que así ocurra se genera, casi inevitablemente, una enfermedad física o emocional. Una preocupación puede ser útil para prever circunstancias futuras positivas o, por el contrario, puede generar serios daños.
En este último caso se disparan variadas reacciones que producen un desgaste nervioso, hormonal e inmunológico que predisponen al desarrollo de afecciones físicas y/o emocionales. Es decir que la capacidad de fantasear puede ser usada para atraer lo bueno o lo malo.
La cultura de la felicidad
El secreto de esa Ley forma parte del “sueño americano”. Ellos creen en la libertad y piensan que la felicidad es un derecho natural y la buscan a toda costa. Por eso la industria de la autoayuda recauda 9500 millones de dólares anuales, así como los antidepresivos y los estimulantes del sexo y del alto rendimiento.
¿Pero funciona? El efecto placebo existe. Alguien cree en algo que es falso o dudoso y la psiquis transmite una energía al cuerpo que lo acepta como un santo remedio. A veces sirve para tomar conciencia de que así no se puede seguir. La rana puesta a calentar a fuego lento se muere porque su sistema inmunológico no detecta los pequeños cambios, en cambio cuando una rana es arrojada en agua hirviendo salta y salva su vida.
Usar el placebo es una estrategia que puede funcionar si se le suma un plan. Desarrollo no es lo que tenemos sino lo que hacemos con eso que tenemos. El inconveniente es que se debe creer que lo que se quiere es propio y de antemano. Pero muchos tienen miedo, vergüenza y desconfianza. Pueden decir soy rico pero tienen mentalidad de perdedores y eso no se cambia. Tampoco funciona si es contrario a su escala de valores.
Es sabido que el enfoque positivo produce cambios favorables en la salud y el bienestar. La confianza en el placebo, la píldora mágica, confiere poder curativo. El cerebro recuerda y asocia el momento en que la ingiere con algo que alguna vez lo curó y así facilita la curación. Lo que contradice la ley es que tal efecto placebo funciona en pocos casos.
El lado positivo
La ley de atracción fue desvirtuada haciendo creer a la gente que, con el mero pensamiento positivo se consigue todo lo que se desea. La intención requiere una determinada actitud, no dudar de lo que se pretende y no ponerle trabas personales a lo que se busca obtener.
La claridad, la sinceridad y el coraje se precisan para lograr un cambio concreto. Hay trabas como decir “Deseo esto pero en plena pandemia no es sencillo” o “Quiero otro trabajo pero no me puedo arriesgar”. Esto es poner una traba. El primer factor clave de la atracción bien entendida es la intención. Esto significa activar, poner el foco en hacer todo lo necesario para que eso ocurra, se trate de lo que se trate. A la intención le sigue la atención. Es hacer visible el interés en las actividades que conduzcan hacia el objetivo, es activar los mecanismos de observación buscando las oportunidades. Un interés genuino hace subir la cuota de energía.
Si la energía es baja no se logra atraer lo que se desea y será difícil conseguirlo.
La vida y la mente funcionan en base a la intención y a la atención. Atención es activar, salir y hacer en forma personal o delegada todo lo que el universo permite, el límite lo pone la realidad. El universo no propone nada que no se pueda conseguir. Con la intención no es suficiente.
La naturaleza decide muchas cosas
Pero precisa de cierta temperatura, cuidado y riego, lo mismo precisa de la intención y de la atención para que la manifestación ocurra.
AIDA
Los vendedores intentan cambiar la Atención del cliente, la mantienen despertando su Interés, la hacen crecer generando el Deseo y llegan a la Acción convirtiendo la atención en venta. Atención significa regalo, su sinónimo es presente, quizás porque la atención se manifiesta en el ahora y no como en la memoria en el antes o en el proyecto en el después. Atención es también tener cuidado o descubrir oportunidades como la de percibir que la botella por la mitad está medio llena y no medio vacía. El psicoanalista sabe cambiar la atención por la atención flotante y detectar el mensaje oculto detrás las palabras. Aquí la atención ayuda a que emerja la verdad. La mentalidad de bombero que corre sin advertir lo importante, plantea la diferencia entre la eficiencia o hacer las cosas bien y la eficacia o hacer lo que vale la pena. Se trata de aprender a cambiar la atención hacia lo que tiene valor, de ganar y no de perder el tiempo.
Las leyes psicológicas y la ciencia. Mientras que la Ley de Murphy afirma que todo lo que puede salir mal va a salir mal, la Ley de la atracción explica que todo lo que pensamos se puede convertir en realidad. Son leyes que de tales sólo tienen el nombre ya que los enunciados científicos deben estar sujetos a su verificación empírica y caen ante cualquier experimento u observación que prueben lo contrario.
Mientras un delincuente planifica el delito, el accidente es fortuito, pero hay factores que lo promueven. La prevención disminuye el impacto de los errores humanos. Naturalizando el peligro se lo oculta, tanto al referirse a él como fatalidad, desgracia, tragedia, o como si fuera cuestión de suerte. Hay que construir la cultura de la prevención.
El antídoto contra la ley de Murphy es ser previsor en los detalles.
Las creencias paralizan la mente. Hay que atender a lo nuevo para abrirse a creencias alternativas, los poderes psicológicos cambian la conducta cuando asocian el hemisferio emocional y creativo con el lógico y conservador. El pensamiento positivo no funciona si reniega de la realidad o si sus métodos como por ejemplo el de visualización creativa, le hacen al paciente olvidarse de tomar sus remedios. El valor de una terapia cognitiva reside en su realismo. No basta con desear algo para que ese algo suceda. Una persona puede enfatizar lo positivo y, al sentirse realizada, puede tener experiencias negativas sin considerarse por eso fracasada y estar mejor como para aplicar la ley de la atracción.
Lo negativo tiene su lado positivo y viceversa
Quien no enfrentó retos, no está preparado para afrontar desgracias. El secreto es afrontar las adversidades y servirse de ellas. Resiliencia es la capacidad para superar sucesos traumáticos y salir fortalecido.
Para lograr que la atracción funcione.
1. Aceptar los errores y defectos sin jactarse de cometerlos o tenerlos.
2. Adoptar una actitud optimista (aprender de las buenas y de las malas).
3. Ser realista (tener los ojos en el cielo y los pies en la tierra).
4. Agradecer lo que se tiene.
5. No prejuzgar.
6. Observar lo que pasa y lo que se oculta a la mirada.
7 Soñar razonablemente y relajarse.
8. Hacer algo concreto para alcanzar las metas.
9. Fabricar ideas y relaciones productivas.
10. Tomarse la vida con una sonrisa.
No todo es por plata
Hacer lo que a uno le gusta puede no rendir en dinero pero produce bienestar. Levantarse cada mañana con entusiasmo y ganas de vivir es la clave de la inteligencia emocional. El estado de flujo sucede cuando el cuerpo y la mente se alienan en un esfuerzo voluntario para lograr algo que valga la pena. Las experiencias previas no siempre son agradables pero son piedras en el camino.
Romper con cábalas y recursos mágicos es empezar a vivir. La alegría está en los logros alcanzados, en la emoción del esfuerzo creativo y estratégico. No está en el dinero que se posee.
A los pensamientos hay que hacerlos posibles mediante la acción
No hay peor intento que el que no se realiza. Así como no admitimos que un edificio se construya a ojo, a veces dejamos que las cosas funcionen al azar. Planear no es un don que se lleve en la sangre. Para Séneca no existen vientos favorables si no se sabe a qué puerto se quiere llegar.
Un buen plan no registra prioridades en la agenda, adapta la agenda a las prioridades. Construyamos buenos proyectos, ya que si fallamos al planear planearemos fracasar. Inteligencia no es sumar las inteligencias individuales sino organizarse para desarrollar el capital. Inteligencia es gestionar la capacidad propia y ajena para promover el bienestar.
El secreto es la respuesta ante el azar
El optimista aplica el principio de Pandora según el cual la esperanza es el antídoto contra todos los males y aprende a volcar las situaciones a su favor. No descuida su capacitación ya que las olas y los vientos siempre están del lado del marinero más capaz.
Tampoco rebaja la claridad de su visión porque las olas y los vientos sólo colaboran con el que conoce a qué puerto quiere arribar.
No hay suerte para el que no sabe bucear en el mundo interior para conocerse a sí mismo. Concentrarse en metas equivocadas hace contraer una deuda con el “banco interno”, que es el que presta la energía. Si este compromiso no se cumple la deuda se paga con estrés y se llama mala suerte. Con respecto al futuro podemos elegir un rol pasivo y convertirnos en hojas arrastradas por el viento, pero lo ideal es transformarnos en su arquitecto creador.
Mientras el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas. Y todos juntos generan la atracción para el futuro que van a promover.
Dr. Horacio Krell Director de Ilvem, mail de contacto [email protected]