En mi opinión, la corrupción existe porque es recompensada. Si un agente gubernamental deshonesto consigue un soborno y tiene muy baja probabilidad de ser atrapado, entonces, el castigo no es muy importante. La corrupción no desaparecerá hasta que desaparezcan los incentivos a ser corruptos. ¿Cómo podemos lograr esto? Con castigos severos, líderes del Gobierno que quieren imponer y hacer cumplir estos castigos, ciudadanos dispuestos a informar y denunciar la corrupción, etc.
Steven Levitt. Economista. Profesor de Economía de la Universidad de Chicago y editor del Journal of Political Economy. Autor de Freakanomics, el segundo libro más vendido en los Estados Unidos
EXCELENTE