Devaluación de la moneda, distintos tipos de cambio, y toda clase de crisis económicas son parte del escenario en muchos países de América Latina. Dichas problemáticas han potenciado los beneficios del freelancing o trabajo independiente, dando una oportunidad única a los profesionales para encontrar no solo la libertad y autonomía que brinda esta modalidad de empleo, sino también una mayor estabilidad económica.
Solo en Argentina durante el último año se duplicó el número de profesionales que eligen trabajar por su cuenta. En primer lugar, ser freelance en países como el nuestro -donde la moneda ha devaluado constantemente en los últimos años- brinda la posibilidad de cobrar en dólares, lo que se traduce en la tranquilidad de que el salario no se ve afectado por los vaivenes de la economía nacional.
Otra de las ventajas para los freelancers es la de trabajar desde donde quieran y con clientes de cualquier parte del mundo, generando una mayor flexibilidad para viajar y tomar proyectos a la vez. Y son cada vez más los argentinos que adoptan esta forma de vida laboral que depende solo de la conexión a internet y el camino trazado en el mapa.
Las oportunidades que se abren para los freelancers, están apoyadas en lo que estas crisis generan para las PyMEs y emprendedores, que confían cada vez más en el talento de la región. Estos actores, buscan nuevas maneras para encarar su negocio, reduciendo costos y armando equipos de trabajo remotos eficientes, sin tener que depender de la cercanía física, y el acompañamiento de cuestiones económicas incontrolables para cualquier emprendedor.
Según el reporte Latinoamérica Crece 2016, la mayoría de los profesionales independientes de América Latina pertenecen a Brasil, con un 36%. Sigue Argentina con un 18%, y luego México con 14%. Hay otros países con menos porcentajes entre ellos Perú, Uruguay, Chile, etc. Y un 5% ocupado por el resto de los países del mundo.
El talento latinoamericano es requerido en el mundo entero por sus capacidades -en diseño, programación, contenidos y marketing, por ejemplo- y las ideas que se están transformando en proyectos serán las que llevarán al desarrollo económico y social de la región.