El inversor inteligente aprovecha los cambios de humor y compra cuando el mercado está deprimido y vende muy barato, y vende cuando está eufórico y paga mucho más de lo que vale
¿A qué se debió el tsunami financiero de 2009? El dinero es un sistema nervioso que nos comanda sin advertirlo, así como no percibimos el aire que nos permite respirar.
El tsunami mostró la debilidad del hombre. Mientras los gurúes financieros inflan las burbujas, en el casino el crupier recoge las fichas, en las finanzas el dinero es para los mercados. La codicia fue a lo largo de la historia el enemigo de la memoria. Por eso la creación y estallido de burbujas se repite con gran entusiasmo y retornan porque la compulsión a la repetición -incentivada por la codicia- impide regular la conducta con inteligencia, principios y valores. Si cambiara el sistema monetario produciría el mismo efecto que el cambio climático en la naturaleza.
En el mundo global el aleteo de una mariposa en Brasil provoca un huracán en San Francisco.
El sistema monetario construyó un tablero donde el dinero es el rey. El peligro es que nos pase como al rey Midas quien al convertir en oro todo lo que tocaba se murió de hambre.
Cuando el hombre se liberó de dioses, reyes y costumbres fue atrapado por el dios monetario.
Al transferir su alma al dinero lo humanizó. Sin límites para el deseo, el dinero nunca alcanza. Para tener más hay que hacerlo circular rápidamente, por eso se inventó el reloj: ahora todos tenemos reloj pero nadie tiene tiempo. El reloj invade el reposo y el trabajo, hay que generar ganancias y para eso el tiempo es un estorbo. Infinito y trascendencia son valores espirituales, pero aplicados como estrategias comerciales convirtieron al mundo en una fábrica de dinero.
Entonces en este mundo lo artificial reemplazó a lo real y el medio sustituyó al fin.
El proceso
El primer sistema de intercambios fue el trueque. El dinero llegó para facilitar las transacciones y ser el común denominador de los precios. De la moneda se pasó al papel y al dinero virtual aumentando así su carácter abstracto. Aplicando la ley darwiniana los más aptos se quedaron con el dinero. El dinero dejó de ser un medio para la economía y se convirtió en un fin. Surgió un capitalismo financiero dominante, donde la lógica económica depende de la financiera afectada por razones psicológicas como pánico, apuestas y corridas de capitales.
Para Mahatma Ghandi rico no es el que más tiene sino el que menos necesita, lo que hay que lograr es que el dinero vuelva a ser un medio. El dinero no da la felicidad y crea codicia, avaricia, envidia y deseo de poder; y no virtudes que no tienen precio pero sí mucho valor.
Invertir en valor
Este concepto evita errores de estrategia y desarrollar un plan racional. Hace pensar a largo plazo, con disciplina e investigación mientras que el especulador sólo tiene en cuenta las tendencias del mercado. Cuando se trata de acciones de empresas la estrategia del inversor inteligente es buscar las que están mal infravaloradas por el mercado, e invertir en ellas en lugar de basarse en la opinión de terceros o en la tendencia del mercado. Una vez escogida la empresa adecuada, sólo hay que esperar a que el mercado vuelva a darles su precio correcto.
El señor Mercado tiene una especie de problema neurótico, que hace su humor cambie de un optimismo arrollador a una depresión absoluta. En la depresión vende su empresa a precios inferiores a su valor y en los momentos de euforia compra por encima de su precio real. Estos cambios en su valoración se deben a sus cambios de humor, sin tener en cuenta el valor real.
El inversor inteligente aprovecha estos cambios de humor y le compra cuando está deprimido y vende muy barato, y le vende cuando está eufórico y paga mucho más de lo que vale. Estas fluctuaciones del mercado son una oportunidad. Margen de Seguridad es el concepto clave de la inversión en valor. Es la diferencia entre el valor que uno le da a la inversión y su precio real.
Toda inversión en acciones debe ser considerada como una inversión en un negocio y, por lo tanto, seguir los mismos principios que cualquier inversión en una empresa de cualquier tipo.
Estos principios de inversión son los siguientes: 1. Conoce lo que estás haciendo, conoce tu negocio. 2. No dejes a nadie dirigir tu negocio, a no ser que puedas supervisar su actuación o confiar en su integridad y habilidad. 3. No hagas ninguna operación sin cálculos fiables de poder lograr un beneficio razonable. 4. No participes en operaciones en las que tengas poco que ganar y mucho que perder. 5. Aprecia el el valor que te dan tu conocimiento y tu experiencia. Si sabes que tu criterio es sensato, actúa en base a él, aunque otros puedan no estar de acuerdo.
Hay que invertir de manera sensata y seguir las dos principales reglas estratégicas de Warren Buffett: Regla nº 1: No perder dinero. Regla nº 2: Nunca olvidar la regla nº1
Mientras muchos creen que invierten una parte de su capital en activos financieros, la realidad es que son especuladores y no inversores. Especulación e inversión, son los dos tipos de comportamiento que rigen el mundo de las finanzas. Una operación de inversión es aquella que, luego de realizado el análisis, promete darle seguridad a lo invertido y una buena ganancia. Existen instrumentos más certeros para medir el nivel de seguridad. La regla general, que no siempre se cumple, indica que a mayor rendimiento ofrecido hay mayor riesgo.
La clave de que una colocación sea una inversión es que provea flujos de fondos positivos. Esto significa que debe redituar una tasa de rentabilidad que no esté relacionada con la variación de precio que experimentará ese activo a futuro en el mercado. Es vital que posea flujos en forma de interés, cupones o dividendos, porque permiten evaluar un valor presente basado en sus pagos futuros, un precio teórico, que se calcula en forma independiente a su cotización.
La existencia del precio teórico permite analizar el activo con serenidad, y no con el nerviosismo reinante en el mercado, por la mirada más emocional que racional de la mayoría.
Si detectamos que algo se encuentra sobrevaluado (precio de mercado por encima del precio teórico), conviene mantenerse alejado por más de que se encuentre «de moda».
En caso que se encuentre subvaluado (precio teórico por encima del precio de mercado), sería una inversión interesante si ofrece flujos de fondos positivos, por la potencial suba de su precio.
Los plazos fijos, Lebacs, bonos, cauciones bursátiles, cocheras para alquilar y acciones que pagan altos dividendos pueden considerarse inversiones.
Especular
Los especuladores son importantes porque aportan liquidez en los mercados y equilibran las expectativas. Ellos no tienen margen de error en sus apuestas: están en lo cierto o están equivocados y ganan o pierden dinero al poco tiempo de realizada la operación.
Algunos buscan anticiparse a los movimientos del mercado siguiendo los índices generales con colocaciones pasivas. Otros eligen acciones de empresas que superen el rendimiento promedio.
Son ejemplos de especulación financiera las acciones que no pagan dividendos, dólar, oro, Bitcoin, opciones bursátiles y derivados financieros dependientes de un activo subyacente.
En el caso de las colocaciones de renta fija sabemos que en su mayoría son estrictamente inversiones, pero en el universo de las acciones la línea es más difícil de trazar, aunque hay una mirada que puede ayudarnos a comprender cuándo se trata de inversión o de especulación.
Si al comprar acciones de una empresa uno se siente pequeño socio de la misma y planea guardarlas sin importar lo que suceda a corto plazo, entonces está más cerca de ser un inversor que si lo invade una sensación semejante a «jugar unas fichas» en el casino.
Se puede ganar o perder invirtiendo o especulando, pero claramente no hay que dejarse tentar por los cantos de sirenas de las supuestas ganancias rápidas y sencillas.
Aprender a invertir en lugar de especular genera ingresos pasivos que generan excedentes (ahorro) que permiten incrementar inteligentemente y a pasos acelerados la inversión.
El dinero consume al tiempo
Hoy se trabaja más para pagar deudas, entonces se aceptan todas las oportunidades en lugar de privilegiar las necesidades. En otras épocas no se invertía a corto plazo. Con la oxidación del dinero, -un impuesto a su acumulación- se realizaban obras valiosas. Si se poseía un billete de 100 y dentro de un mes valía menos se trataba de usarlo. El dinero sirve cuando circula, así se crea trabajo e inversión. En vez de cortar árboles y guardar el dinero, habría que plantar semillas. Invertir en catedrales como en el siglo xii cumplía funciones económicas: atraer peregrinos (los turistas de hoy). Construidas para durar crearon valor a largo plazo: Chartres vive del turismo desde hace 800 años.
Monedas complementarias
Las desigualdades crean tensiones, violencia y guerras. Es posible atacar esos problemas. Ante las crisis las nuevas monedas son como ruedas de auxilio.
El sistema monetario no sabe enfrentar el envejecimiento de la población, la inestabilidad monetaria, la destrucción del planeta y el desempleo.
Convertir este mundo para pocos en otro para todos exige otra conciencia monetaria.
El desenlace del tsunami financiero. Si se olvida el riesgo y se apuesta al extremismo a la larga se paga. En los 90 se apostó a las empresas punto com, luego a las hipotecas subprime. Los inversores buscando aumentar su dinero confiaron en gurúes y alimentaron las hipotecas basura. Por eso los inmuebles duplicaron su precio. Pero les vendieron gato por liebre mediante cálculos sin base real como que juntado 10 hipotecas el riesgo baja. Los que se dieron cuenta vendieron, ante el derrumbe ya nadie confió y el crupier les dijo: “gracias por jugar señores”.
Los gobiernos dejaron que se violaran las normas de la inteligencia financiera para mantener artificialmente la bonanza económica y jugaron con los ahorros de la gente.
Al dejar de regular no evitaron que especialistas cuyo instrumento era un martillo vieran solamente el clavo. Y el clavo fue el de los inversores. Como el colapso fue grave el gobierno intervino para evitar la caída total, el problema es quién pagó los platos rotos.
Como había muchas liebres los contribuyentes terminaron comiendo sapos.
La caída del muro de Berlín representó el fin del comunismo, la crisis del 2009 el final del liberalismo financiero. Burbujas, ganancias fáciles a costo de pobreza, con la excusa de que ayudaban a manejar el riesgo y asignar eficazmente capitales, hicieron crujir al sistema financiero. Los que desataron el desastre disfrutan hoy de sus ganancias.
El impuesto Tobin
Es la versión moderna de la oxidación, un gravamen sugerido sobre las transacciones para beneficio de los pueblos pobres. No prosperó porque los que deben implantarlo son los mismos que especulan. Pretenden, que sus negocios no tengan trabas.
Sería como pedirle al zorro que cuide a las gallinas.
Hay que enfrentar hipocresía de los gobiernos que dicen querer parar las crisis y hacen lo contrario. Habría que crear monedas que sirvan al hombre y que como todo, tengan vida y tengan muerte. No nos llevemos el dinero a la tumba, desde allí no plantaremos ninguna semilla. Ataquemos los 7 pecados sociales que según Mahatma Ghandi nos ofenden:
Política sin principios, Economía sin moral, Bienestar sin trabajo, Educación sin carácter, Ciencia sin humanidad, Goce sin conciencia, Culto sin sacrificio.
Dios no juega a los dados
Einstein abandonó ciertas teorías para ser consecuente con sus creencias. Pero si todo estuviese predeterminado, como sugiere su frase, no existiría la libertad. Otro determinismo es pensar que el azar no es ciego, que proviene de una causa inteligente, como si fuese el único juego que Dios nos permite. Pasteur pensaba distinto, que el azar sólo favorece a las mentes preparadas. Al pensar en el porvenir surgen la incertidumbre y el miedo. El desafío es adecuarse a un mundo donde conviven lo predeterminado y lo incierto.
Para Prigogine el universo es provocativo y creador. El destino no nos espera, es lo que dejamos detrás de nuestro paso por el mundo. No todo depende todo de nosotros, pero somos responsables por nuestras respuestas. Y como el futuro no existe, podemos inventarlo. Para el determinismo todo está escrito, para el azar nada se sabe. Son puertas para huir de la responsabilidad. Hacernos cargo no garantiza el éxito pero nos da vida.
Tengamos apertura ante lo desconocido y esfuerzo ante lo que aparezca. La vida está hecha recién cuando se termina, se escribe con la propia mano y se redacta con la propia letra.
El pensamiento estratégico chino
Desde 1978 a 2006 China quintuplicó su PBI. Lo logró liberando el espíritu empresarial. El pensamiento estratégico chino se aplicó a la economía con Xiaoping Deng quien prefirió los resultados a la ideología. Dijo: no importa si el gato es blanco o negro ; si atrapa ratones es un buen gato.
El occidental parte de un formato ideal al que aspira, y apela a la voluntad para alcanzarlo. Si bien con esto generó a la ciencia y pudo transformar a la naturaleza, no obtuvo el mismo éxito en los asuntos humanos. El pensamiento chino altera el modelo del sujeto héroe del cambio por el de analizar la situación: ¿qué y cómo sucede?, ¿hacia dónde se dirige lo real? Luego observa el curso de los acontecimientos y espera el desarrollo para aprovechar sus frutos.
El voluntarismo extremo se vuelve contra sí mismo, el exceso de un deseo lo destruye
Apostador o inversor inteligente
La diferencia entre ricos y pobres es cada vez mayor porque los vivos lucran con el trabajo ajeno. La economía se basa en la inteligencia y no en la viveza, en el trabajo no en la codicia, en la educación no en la ignorancia. Benjamín Franklin dijo: Vacía de dinero tus bolsillos y llena tu mente y la mente llenará de nuevo tus bolsillos.
Es diferente apostar que invertir
Apostar es jugar a la ruleta, invertir es jugar al desarrollo y a inventar el futuro. Sin educación no distinguimos los gatos de las liebres y como dijo Warren Buffet hasta que no baje la marea no sabremos quiénes son los que nadan desnudos.