Dentro del universo de las herramientas de impulso y transformación de las organizaciones de todo tipo, se encuentran los Diálogos Apreciativos, un modelo para encarar cambios profundos y esenciales a partir de la guía de un experto en la materia.
Al implementar esta técnica, se cambia la visión tradicional de búsqueda de resolución de problemas e identificación de las deficiencias. Por lo general, cuando hay problemas las empresas y personas empiezan desde allí, desde el error, a querer ejecutar el cambio.
Desde la dinámica de Diálogos Apreciativos, se impulsa una ecología de las fortalezas, a partir de indagar y apreciar. Se refuerza y potencia en lo que son realmente buenos y excepcionales, como cimiento para resolver los problemas.
En la práctica, para la facilitación profesional de esta herramienta sumamente productiva se identifican las oportunidades, se las enlaza y co-construyen con una dinámica de cinco elementos, como un engranaje virtuoso: 1. Escoger/Elegir el tema; 2. Descubrir; 3. Soñar; 4. Diseñar; y 5. Destino.
Cómo funciona
Los Diálogos Apreciativos permiten que salgan a la superficie los recursos de las personas, que, en su conjunto, forman parte de una empresa u organización de cualquier tipo y tamaño. Se prioriza el reconocer y poner de relieve los factores de éxito que ya existen, y que, en el fragor cotidiano, pasan desapercibidos.
A diferencia de otras técnicas que apuntan sobre las debilidades y deficiencias, aquí se toman las fortalezas para co-crear un futuro mejor, modificándose así el presente.
Algunos principios que lo sustentan son:
Principio construccionista: las palabras y la comunicación definen, crean y determinan el mundo en el que se instalan.
Principio de simultaneidad: el presente y el futuro se co-construyen simultáneamente.
Principio estético y poético: alude a la dimensión creativa innata en los seres humanos; en la dinámica, se utiliza este recurso para que emerja la integración de una mejor versión en conjunto. Lo poético se refiere a que toda organización es, en sí misma, un libro abierto: rico, variado, extenso, diferente y confluente en muchos casos. Hay una inmensa fuente de conocimiento colectivo que, si se sabe activar, produce un resultado rápido, consistente y eficaz.
Principio anticipatorio: según cómo se aborde el presente con las preguntas apropiadas, se potencia la anticipación del futuro en construcción, “viendo” más claro el panorama.
Principio positivo: se trabaja con los recursos, conocimientos, aportes y la participación experiencial de cada persona, a partir de que entiendan que es factible que creen modelos de organización que les permitan salir del problema en el que están, y afianzarlos a futuro tal como se desee, de acuerdo con un bien mayor para el conjunto. En vez de enfocarse en el “yo”, se aprecia el “nosotros”.
Paso a paso
El proceso de Diálogo Apreciativo tiene distintas fases que necesitan enlazarse una con otra, sin saltárselas, aunque se verá que algunas pueden ir eslabonándose en simultáneo:
1) Definición tópicos afirmativos: aquello que será indagado para superarlo.
2) Descubrimiento: espacio para apreciar lo mejor de la organización.
3) Sueño: proceso de creación e innovación enfocado en imaginar cómo podría ser la organización de no existir los problemas actuales y tomando como base las fortalezas apreciadas, tanto de cada uno, cada sector incluyendo la alta conducción, y del conjunto.
4) Diseño: esta es la etapa de planificación de acciones específicas para lograr lo que se ha imaginado.
5) Destino: aquí se co-construye lo imaginado y diseñado en las etapas anteriores.
Al mismo tiempo, en forma transversal es necesario establecer sistemas de seguimiento del desenvolvimiento de las acciones, ya que la tendencia en muchas organizaciones es volver al origen del problema, hasta que internalicen y adopten la modalidad intrínseca que proponen los Diálogos Apreciativos.