Hagamos una analogía: si la comunicación es como la Fuerza, los Jedis (periodistas) y los Siths (publirrelacionistas) deben dominar perfectamente el manejo de los mensajes y de las historias a la hora de los duelos con lightsabers.
“¡Nooo! ¡Tú no!”, fue lo que me dijo una colega, más veterana que yo, cuando se enteró de que dejaba mi carrera de casi 18 años de periodista para incursionar en las Relaciones Públicas y comunicación estratégica… en el lado oscuro. Así le dicen a las RP, en serio. ¿La razón? Los periodistas velan por los intereses de las masas y por buscar la verdad; los publirrelacionistas velan por los intereses de sus clientes y sus verdades. Jedis… Siths.
Entonces ¿por qué dejé mi carrera de periodista por hacer RP? Porque estoy completamente seguro que desde este lado se puede hacer la diferencia con alcances brutalmente mayores. Hoy más que nunca, con internet, las redes sociales y el potencial de que cada individuo puede ser su propio medio de comunicación e incluso derrumbar emporios, su compañía debe tener un socio de comunicación estratégica realmente efectivo y experto en medios tradicionales y digitales.
Después de varios meses de este lado he descubierto que las posibilidades de mejora son gigantes y el hambre que tienen los clientes es enorme por consultores expertos en los medios que tengan mente fresca y abierta a nuevas maneras de hacer las cosas. También descubrí que hay muchos parecidos entre la labor periodística y la del publirrelacionista —aunque tal vez uno que otro ex colega quiera echarme a la hoguera por decirlo.
Por ejemplo, los medios buscan todo el tiempo dar con los mensajes correctos que atraigan la atención de sus audiencias (consumidores y anunciantes). Los expertos en RP buscan todo el tiempo dar con los mensajes correctos que atraigan la atención de las audiencias (periodistas, inversionistas o clientes) de sus clientes. La diferencia es muy sutil, pero la labor es muy parecida.
Así, pasé de organizar lluvias de ideas creativas para la próxima portada del periódico donde trabajaba, a organizar lluvias de ideas creativas para el próximo lanzamiento de una marca de tecnología de consumo. Y sí hay diferencia: ahora el impacto de hacer las cosas diferentes es aún mayor. Antes, las ideas se reflejaban en un medio, con alcance sólo de sus lectores. Hoy, una gran idea y los mensajes correctos impactan en decenas de medios que llegan a millones de consumidores (literal).
El alcance es brutalmente mayor, pero el reto también lo es.
Dominar el arte de la atención al cliente y el manejo de crisis de comunicación no es tarea fácil. Afortunadamente para mí, caí en blandito, como se dice. Uno aprende mucho más rápido cuando se tienen maestros (colegas en la agencia) con muchos, muchos años de experiencia en el tema.
Confieso que aunque extraño un poco el mundo del periodismo, el conocimiento que tenía de los medios se complementa muy bien con el dominio de las Relaciones Públicas que tienen mis nuevos colegas en la agencia.
Pasar de Maestro Jedi a Lord Sith me está gustando.
Jonathan Hernández