La autora comparte consejos para determinar si estás en condiciones de cambiar de empleo o si debes mantenerlo.
De acuerdo a lo que señalan los expertos de Gananci, existen fórmulas para sentir motivación en el trabajo. Sin embargo, cuando esto ya no funciona, quizás llega ese momento en el cual te planteas si realmente debes continuar allí, o no.
Hay quienes piensan que no tiene sentido situarse ante esta posibilidad, especialmente por las crisis económicas actuales, pues muchas personas se sienten satisfechos por el simple hecho de tener un empleo en estos momentos.
La realidad nos dice que el mercado laboral no es el más propicio para hacer cambios imprevistos de empleo, especialmente porque la oferta no es abundando. Esta situación ha hecho que muchos continúen en sus puestos, pese a no sentirse a gusto en ellos.
La posibilidad de un cambio laboral
Pensar en el trabajo es un asunto importante, puesto que en el pasaremos tal vez más de la mitad de nuestras vidas, lo cual se traduce en un número considerable de horas por semana. Es sin duda, el lugar en el cual pasamos más tiempo, y en el cual dejamos gran parte de nuestra energía.
De hecho, hay quienes pasan más tiempo al lado de sus compañeros de trabajo y sus jefes que con su propia familia. Es por ello que, preguntarse qué tan felices somos es él, es un asunto que no puede ser tomado a la ligera.
Si sientes que en este momento de tu vida no eres feliz con lo que haces, es mejor detenerse un momento y reflexionar sobre las ventajas y desventajas que implica el continuar en el lugar de trabajo que estás. Pues, tal vez sea el momento oportuno para hacer un cambio en tu vida laboral.
Un asunto muy importante cuando se va a tomar esta decisión es conocer los momentos en los cuales NO debemos cambiar de empleo. A continuación, te describiremos algunas de esas circunstancias en las cuales es mejor esperar:
Cuando no dejar el empleo
# Si te encuentras pasando un momento difícil en la vida, tal como un divorcio, problemas legales, pérdida de una persona especial, entre otros. Pues, estos momentos usualmente van acompañados de crisis y muchas de las decisiones que se tomen no siempre serás las más acertadas, sobre todo por la carga emocional que se vive mientras inicia el proceso de adaptación a esos cambios.
# Si recientemente te han ascendido, ya que esto significa que tus capacidades son bien valoradas y que eres importante para la empresa. Tal vez luego podrían considerarte para otras posiciones importantes. En este caso, si no te sientes a gusto totalmente probablemente puedas solucionarlo si planteas a tu jefe las inquietudes que experimentas.
# Si vives en un país cuya situación económica parece tener poca o ninguna salida. Pues, en estos casos las personas pudiesen comprometer aspectos esenciales para la vida, tal como la alimentación o la vestimenta. Lo mejor es no dejar el trabajo, a menos que la situación sea excepcional, o si existe ya otra vacante que le esté esperando.
# Si te aguarda un nuevo empleo en el cual las condiciones no serán mejores a las que ya posees, pues, si pretendes moverte de empleo, por lo menos que este movimiento lo valga.
A continuación, te presentaremos los casos en los cuales SÍ deberías considerar cambiar de empleo.
Signos de que debes hacer un cambio de empleo
Si siente aburrimiento
Esta es una señal de que verdaderamente no estás aprendiendo nada nuevo en tu trabajo ni te está haciendo crecer profesionalmente. Si no sientes deseos de formar parte en nuevos proyectos, ni existe ninguna razón para levantarte con entusiasmo cada día, entonces deberías ir planificando una salida.
No hay novedad en el puesto de trabajo
Esas nuevas ni motivadoras, incluso si tu carrera está experimentando auge. Si sientes que tu profesión tiene nuevas ramas por explorar, o se está actualizando pero la empresa para la cual trabajas sigue utilizando antiguos estándares, entonces tal vez debas ir pensando en otro sitio de empleo. Ve revisando las vacantes disponibles para que pronto hagas un cambio. Después de todo, lo más importante es crecer profesional y laboralmente.
No valoran tu trabajo
Te sientes invisible, no escuchan tus ideas –aun cuando estas pudiesen brindar resultados grandiosos-, ni toman en consideración tu punto de vita. Tal vez la misma empresa o el equipo con el cual trabajas ya no quiere experimentar progresos, ni probar nuevas herramientas, para desarrollar los proyectos. En este caso, si tu sed por aprender e innovar no se identifica con el estancamiento que experimenta la empresa, y además no quieren movilizarse porque no escuchan tus planteamientos, entonces lo mejor es salir de allí a otro lugar en el que te tomen en cuenta.
Sientes demasiada presión
No se delegan responsabilidades, tal vez pueda ocurrir que te has convertido en una pieza tan importante que estás experimentando desgaste físico con el exceso de tareas que te asignan. Esto sin duda, terminará por hacerte caer en estrés y cansancio. De esta manera no puedes continuar, y la razón es tu propia salud física y emocional.
No te sientes bien
Puede ocurrir que no te sientas bien en el sitio que estás, entonces despiertas cada mañana para ir a la oficina y experimentes fastidio o molestia. Este tipo de señal es demasiado claro, es obvio que ya no soportas continuar en tu empleo y lo mejor en ese caso es marcharte de allí.
En resumen, puedes observar que muchas veces no necesitas señales externas, sino que hasta tu propio organismo o estado anímico te indican cuándo es el momento para dejar tu empleo.
Finalmente, lo más importante es que puedas vivir experiencias que te ayuden a enriquecer tus conocimientos y habilidades, y que por supuesto sientas motivación cuando llega la hora de salir a trabajar.