Es impresionante el vértigo de los negocios. Hay una adrenalina subyugante atrás de ellos. Lo sentí con claridad hace unos pocos días. Aterrizaban uno tras otro e-mails de proyectos para cerrar. Un e-mail de los capos de Ruibal anunciando que avanzaban en la fabricación de los juegos de mesa de mi invención. Al toque la diseñadora de la empresa con el diseño de las cajas y los tableros. En el medio, la corrección final de mi nuevo libro editado por V&R. Así uno tras otro. Y no podía cesar en el refresh de mi casilla. Un juego casi adictivo.
¿ Saben cuál es el mayor orgullo que los juegos los produzca Ruibal ? No exactamente que sea un gran player en la categoría. O sí. Pero más, porque es la empresa que producía los juegos de mesa que disfrutábamos en familia en mis tiempos de niño-adolescente; entre otros, con mi viejo. Ese sobre el que vuelvo una y otra vez en mis editoriales. Mi primer libro fue dedicado a mi hija Felicitas y a mi esposa, Mónica. Esta tanda de proyectos será en su homenaje. Hacia EL y hacia mi madre. Solo honrando su memoria puedo agradecer su legado.
Pensaba en el impacto que mis productos podrían tener el mercado. Pero cuando digo mercado me refiero a la persona de carne y hueso. Aquel que es hincha de Boca o de River. Aquella que hace spinning o baila reggaeton. Me refiero a aquellas personas que, por leer el libro, se inspiren y vayan en búsqueda de sueños perdidos y molinos de viento abandonados. Por otro lado, imagino casi un estereotipo: familias en un día lluvioso jugando la tarde completa (facturas de por medio) alguno de mis dos juegos de mesa. Con sonrisas, con el «cerebro en 5ta a fondo» resolviendo las estrategias que plantean los juegos.
Si eso se da, ya no me importará tanto el cuanto (productos vendidos) porque el qué (impacto en el consumidor) cumplió sus objetivos. No voy a mentirles, me encantaría que se vendan por miles y miles. Pero no puedo concebir los negocios sin dejar una huella del otro lado. Quiero retribuirles a quienes «pongan una moneda en mis productos». La mejor manera es despertando una sonrisa, desperezando un sentimiento, movilizando una energía. Recién ahí el ciclo se convierte en virtuoso.
Sueño con que uno (el libro) seduzca corazones. Sueño con que el otro (los juegos de mesa) agite las neuronas. O ¿por qué no ? que ambos impacten en ambos sentidos. En algún punto, comparto el pensamiento de Clay Shirky de la Universidad de Nueva York : «La revolución no pasa cuando la sociedad adopta nuevas herramientas, sino cuando adopta nuevos comportamientos».
Pensaba en la ¿suerte del destino? de haber encontrado en mi camino gente noble que hace negocios nobles. No hago otra cosa que recoger, a cada paso, comentarios excelentes de la gente que compone el «team management» de V&R y de Ruibal. Por si fuera poco, y hablando de gente noble, el libro será prologado por un «big think» del mundo empresarial, pero más aún «big heart» por la calidad humana que lo acompaña, y lo engrandece.
Imaginaba en el impacto de mercado que tienen juntos V&R y Ruibal. Desde Argentina, países limítrofes, Centroamérica, México, USA. A la pucha….¡Cuántos mercados!. De solo pensarlo me tiemblan las piernas. Uno leyendo por acá. Otro jugando por allá.
Tal cuál la frase de Heidegger que comparto en el News:«Camino. No obra». Deseo más bien productos que tiendan a ser considerados caminos y puentes. Más hacia el emprender, hacia la superación, hacia el entretenimiento cognitivo que hacia la obra «de estante»: estática e inerte . Desde mi punto de vista los productos no tienen razón de ser si después de interactuar con ellos, los consumidores no pueden transformarse en … un poquito mejores que antes.
Ahora me detengo brevemente para darte las ¡gracias!. Sin tu acompañamiento semana a semana estos «imperceptibles logros para el mundo pero gigantes para mi ser» no tendrían posibilidades de emerger. Querido lector: ¡ Gracias !
Este News me ha permitido formar una plataforma de networking sensacional. Sin límites temporales ni territoriales. Mi único límite al entablar vínculos de negocios es sentir del otro lado personas comprometidas, nobles y honestas. Probablemente esa visión acote mi campo de negocios. Es una pérdida de oportunidades, lo sé. El mundo de los negocios es ciertamente salvaje en ocasiones. Pero es una decisión tomada. Los invito a que recuerden lo que he escrito en alguna otra oportunidad: » nuestros hijos nos observan». La pérdida de su respeto interior es un precio que no deberíamos permitirnos pagar. Nadie nos impide intentarlo día por día.
Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. www.ideavip.com.ar.
Para diseño creativo de productos o servicios, acciones de marketing, publicidad, disertaciones, talleres o desarrollo del potencial de creatividad individualizada: [email protected]
¿Quién se sube a mi visión?
Si la verdad que siento identificado con parte de lo que comentas, pero que va, con la tecnologia y la inversion en este nuevo mundo es todo diferente
saludos
Estás ante un momento de alta vibración, un momento mágico, a disfrutarlo.
Deseo fervientemente esto (tu visión y optimismo) se afiance y crezca exponencialmente.
La cuenta a pagar a quien te envió al mundo, saldada está.