Palabras de Fabio Fernándes. Para el director creativo de F/Nazca Saatchi & Saatchi Brasil, lo que está muriendo es "la mediocridad". "Cada vez tiene menos sentido hacer mala publicidad para un público cada vez más exigente y con un cien por ciento de dominio sobre lo que va o no va a mirar, escuchar y leer".
La mediocridad nunca la vi tan bien tratada como en un ensayo de José Ingenieros que se llama “El hombre mediocre”. Duro, áspero, tajante, difícil de sobrellevar. A la vez, aleccionador, faro de guía, estimulo de estímulos.
¿Que tiene que ver esto con la creatividad? Todo.
La mediocridad se instala en individuos acomodaticios, en culturas estandarizadas ( y estandarizantes), en pensamientos y acciones homogéneos. Estamos bien ubicados en las antípodas de la creatividad.
Volviendo a la mediocridad reflejada en el pensamiento de José Ingenieros, dice cosas como estas ( elegida como misión en la web de IdeaVip ): “ Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejas apagar no se reenciende jamás. Solo vives por esa partícula de ensueño que se sobrepone a lo real”.
Hay que tener espaldas para soportar el peso específico de este vuelo a la grandeza. Hay que tener espaldas para sostenerlo en el día a día. No es para mediocres.
Pues bien, la mediocridad se ha convertido en al activo a sortear por excelencia. Obligados las personas profesionalmente ( arquitectos, abogados, docentes, etc); obligadas las empresas en sus productos, servicios y su vínculo comunicacional para no ser otra más ( me too ). No hay espacios para los mediocres en la cima de la competitividad.
No es malo en sí mismo ser mediocre. Pero, admitiendolo ( otra gran falencia de los mediocres ) sabrás que la cima no es para esa persona.
Cuidado con la percepción de mediocridad si solo es enfocada en parámetros económicos, financieros o competitivos. Hay una mediocridad más alarmante aún; la mediocridad moral. Individuos sin osadía para salir de las trampas morales de la época. Acomodaticios y sin rumbo más que el del propio camino de la transigencia permanente.
Tu creatividad puede hacer mucho para salir de la mediocridad, medida esta en acciones de la vida cotidiana, en relaciones interpersonales e implicaciones morales.
No es malo ser mediocre. Pero nunca lo olvides, la cima te espera.
* Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. www.ideavip.com.ar.
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