No siempre puedes esperar a inspirarte. A veces tienes que ir a buscar inspiración. Considera esta lista de trucos y estrategias como una ruta
1. Elige la peor idea
No siempre es malo tomar riesgos. A veces una mala idea puede llevar a otra buena simplemente cuestionando por qué es mala e intentándola mejorar.
2. Haz apuestas pequeñas
Primero las colinas, luego las montañas. No te precipites y piensa en algo que puedas conseguir a priori, no te excedas y ve primero a conseguir aquello que esté a tu alcance.
3. Cuestiónalo todo
Prueba para mejorar. Ensayo, error. Cuestiónate qué pasaría si… y trabaja a partir de ello. Por disparatado que pueda parecerte al principio, dale una oportunidad a una idea descabellada, una mezcla absurda o simplemente hazte una pregunta e intenta responderla.
4. ¡Copia!
Básate en los clásicos, no plagies. Si bien es cierto que todo está inventado, hay que reinventar, y para ello tenemos a los clásicos. Toda gran idea tiene una gran inspiración. Busca qué puedes usar de referencia y haz tu versión particular.
5. Pregunta a 3 personas
Nuevos puntos de vista, nuevos horizontes. A veces necesitamos la perspectiva de terceros para ver objetivamente aquello que proponemos. Quizá la suma de esas 3 sugerencias te lleve a alguna genialidad.
6. Piensa como un genio
Si tienes algún referente, icono o gurú piensa: ¿Qué haría esa persona? Intenta ponerte en el lugar de aquella persona a la que admires por algún motivo y calzarte sus zapatos para averiguar qué pensaría él o ella. Piensa como esa persona y puede que crees algo a su nivel.
7. Escríbelo
Ten una lluvia de ideas y plásmala sobre papel. El clásico negro sobre blanco ayuda a ver las cosas claras y otorga perspectiva a aquello que escribimos. Facilita la relación de conceptos y nos ayuda a recordar y a tener en cuenta factores que quizá pasaríamos por alto.
8. Practica, practica…
La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando – Pablo Picasso. Practicar es la mejor forma de mejorar en algo. Si practicas el pensamiento creativo, mejorarás en ello y tendrás ideas más rápidas.
9. Sueña despierto y garabatea
Dicen que no habría que perder nunca la imaginación de cuando somos niños, y es cierto que la mente infantil es muy creativa. Los niños juegan, prueban, investigan y no conocen límites, así que prueba, descubre y piensa como un niño.
10. Di “quizás”
Abre esa posibilidad que de otra forma tal vez no considerarías. Prueba las cosas y dale una oportunidad a todo aquello que pensabas que no iba a funcionar. Igual se trata únicamente de darle otro enfoque o de usar un “pero”.
11. Céntrate
Seas hombre o mujer, no lo intentes hacer todo a la vez. Una cosa, no todas. Focaliza e intenta encontrar algo en que fijarte, ¿ya lo tienes? Pues sigue con ello, no lo pierdas, ahora solo existe ese algo, tú, y la necesidad imperiosa de crear.
12. Desconecta
O busca otras conexiones. Pero primero, desconecta de todo lo que te rodea. No hay móvil, no hay ordenador, no hay gente, no hay ruido, no hay nada. A pesar de que un golpe de internet puede ayudar en ocasiones a encontrar ese algo que necesitas, ahora prueba a liberarte de todo lo que te rodea por un segundo e ir a otro lado, mentalmente, digo. O no. Cambia de aires.
13. Mira fuera de tu industria
¿Qué pueden enseñarte los demás? Puede que estés considerando solo aquello que incumbe a tu industria y que la clave esté fuera de ella. Considera eso y busca respuesta fuera de tu entorno.
14. Muévete
Anda, camina, corre. Está demostrado que mejora el pensamiento creativo, así que si estás estancado, no avanzas o te encuentras en blanco: a la calle.
15. Llama a un amigo
Todos necesitamos algo de apoyo positivo, y para eso están los amigos. Llama a alguien, habla con él o ella, coméntale lo que estás haciendo, compartid opiniones… al colgar tendrás seguro otra visión y, de paso, habrás desconectado un poco.
16. Calla
Pensar está pasado de moda, pero funciona, en serio. A veces estar en silencio también es una forma de pensar. Escucha. Y sobre todo, calla.
17. Olvida la perfección
Haz más y juzga menos. No todo es ni tiene por qué ser perfecto. Partiendo de esa premisa, intenta no prejuzgar nada y haz más cosas basándote en que no tienen que ser perfectas, sino cubrir la necesidad que quieras cubrir.
18. No esperes
Delibera y decide, pero debes ser ágil en este proceso. Todo lo que puedas hacer, hazlo. No lo postergues ni alargues, hazlo. No esperes a algo que se demora, decide entre lo que tengas y delibera para qué sirve.
19. Imagina la distancia
La distancia psicológica estimula la creatividad. Crearte una línea imaginaria entre tú y aquello que quieres conseguir o allá a dónde quieres llegar estimulará el modo en que ves las cosas y el enfoque que le das. Ver el final del camino puede ayudar a trazar una ruta.
20. Reinicia tus objetivos
¿Qué quieres realmente? Esa es la pregunta que deberías hacerte. Si todo aquello que estás haciendo o aquello en lo que piensas no se adecua a lo que quieres y buscas, no vale. Dale la vuelta y mejor piensa primero en el fin y luego en los medios, y no al revés.
21. Empieza de nuevo
Tíralo todo y piensa en otra cosa. No todo sale a la primera y, muy a menudo, hay que dejar reposar la idea. Consúltalo con la almohada y revisa las notas el día siguiente. Duerme o rasga el papel y empieza de nuevo, que Roma no se construyó en un día.
“No puedes conectar los puntos viendo hacia adelante; sólo puedes conectarlos mirando hacia atrás. De modo que tienes que confiar en que los puntos de alguna forma se conecten en el futuro. Tienes que confiar en algo – tu instinto, destino, vida, karma, lo que sea. Este enfoque nunca me ha fallado, y ha marcado toda la diferencia en mi vida”. –Steve Jobs.