Hoy quiero pensar acerca de la tan vituperada realidad. Paulo Freire, pedagogo brasilero, sentenció hace ya un buen tiempo : “La realidad no es así, la realidad está así. Y está así no porque ella quiera, ninguna realidad es dueña de sí misma».
Este fantástico pensamiento da por tierra con cualquier excusa. Nos escondemos detrás de frases armadas y pensamientos en estereotipo cuando admitimos de manera sumisa el NO cambio de las cosas que SI deseamos que cambien.
El problema, lejos de su complejidad filosófica, se resume a que deseamos un cambio de la realidad pero no operamos con la suficiente fuerza y adecuada intelegencia para producirlo. Más aún, el miedo al cambio ( cambio que ataca derechos adquiridos, que alerta reacciones defensivas del status quo, que desequilibra la personalidad) es un listón que pocos se atreven a sortear. Primero hacia nosotros mismos; luego hacia el entorno cercano.
En definitiva la realidad es, lo que nosotros podamos construir de ella. La realidad fue una antes de Einstein y luego fue, radicalmente otra. Un antes y un después de quienes, operaron con virulencia emocional y cognitiva. Antes y después de Copérnico, Gandhi, Colón, Galileo y cientos más.
Modificar la realidad no es para timoratos. Además necesita de temperamento (que luche frente al status quo), de ideales (que impregnen el corazón del entorno), de un optimismo (que refleje un estadio de probable superación) y de conocimiento (liderar solamente desde la abstracción emocional tiene vuelo corto).
Las empresas, equipos, grupos y organizaciones se instalan con el tiempo en «estados de comodidad» claramente alineados y confundidos con una «aceptada realidad». En ese punto es necesario el ojo disquisidor de quien pueda separar la paja del trigo. Distinguir entre una realidad sana y una realidad contaminante. Es tarea de un líder.
Un líder que pueda estimular al cambio permanente (toda relación con las prácticas de management de mejoramiento continuo NO es pura coincidencia ) habrá concluído la mitad de la tarea. La otra mitad será concluir en una nueva realidad digna de ser vivida. Y digna de ser nuevamente mutada en un escalón de mejorada realidad.
La realidad nos está esperando. Si la dejamos como está nunca seremos dueños de ella. Solamente cómplices.
Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. www.ideavip.com.ar.
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«La realidad nos está esperando. Si la dejamos como está nunca seremos dueños de ella. Solamente cómplices.» Que frase tan cierta. Excelente articulo…
realidad , otro concepto del hombre , desafortunadamente incompleta.