Conversar bien es esencial para mantener relaciones fluidas, diálogos fructíferos y generar consensos y acuerdos
Dentro de las formas de comunicación humana, la conversación se presenta como una de las más habituales. Esto no significa necesariamente que siempre tengamos intercambios con otros en forma amena, saludable y entretenida. Hay veces en que se escapa un bostezo, o tal vez te sientas tan tenso frente al otro, que quizás no estén dadas las bases para una buena conversación.
Lo que sí conviene practicar, y lo que puedes evitar
Estas cosas contribuyen a una buena conversación:
# Empatía (ponerme en los zapatos del otro)
# Mirar a los ojos
# Mantener una postura corporal abierta y receptiva
# Expresar tus ideas con claridad y en palabras adecuadas para que el otro pueda comprenderte
# Acompañar con el tono emocional apropiado
# Los gestos son el 55% de la comunicación humana; 38% es el tono de tu voz y sólo el 7% son tus palabras.
# Acompasa corporalmente al otro para demostrar un genuino interés
# Sé asertivo.
# Haz preguntas cuando no comprendas algo.
Aspectos básicos a evitar:
# Interrumpir al otro
# No estar totalmente presente en el momento de la conversación
# Retrucar por impulso de tu ego
# No sustentar tus ideas
# No permitir al otro expresarse
# Acaparar todo el espacio, sin dejar lugar al otro para que hable
# Atender el móvil o cualquier otro efecto distractor
# Menoscabar la capacidad del otro
# No hacer aportes constructivos
# Evadir tus respuestas
# Irte por las ramas
Los 5 niveles para conversar bien
¿De qué hablamos las personas según el nivel de relación que se tenga? ¿Cómo podemos nutrir las conversaciones para salir fortalecidos, aprender y tener intercambios que aporten valor? Para entender cómo funcionan los seres humanos en el proceso de conversación, necesitas conocer los cinco niveles básicos en el que usualmente se mueven en este aspecto:
Primer nivel: Conversas sobre generalidades
Como sabes, es el tipo de conversaciones que mantienes circunstancialmente con alguien, incluso con personas que frecuentas -como los vecinos-, o con alguien al paso -en un ascensor, haciendo fila en un comercio, al subir un taxi-. Notarás que muy pocas veces pasas a los siguientes niveles que vienen a continuación; por lo cual estas charlas a veces suelen ser espontáneas pero forzadas, y no producen un resultado enriquecedor significativo. No aportan valor.
Segundo nivel: Conversas acerca de los demás
Aparte de ser superficial e improductiva, el enfoque puesto en el otro te distrae y no genera pensamiento propio (en ti). Es el caso cuando repites siempre lo que otra persona ha dicho, o lo que has escuchado en un medio de comunicación, y le das cierta entidad o agregas tu opinión, como si de esta forma te lo apropiaras. Aquí también entran los chismes, que por lo general las personas piensan que son entretenidos, aunque no te llevan a ningún lado productivo. Nuevamente, no añades valor a tu comunicación.
Tercer nivel. Hablas de ideas
Cuando establezco este tipo de conversaciones, el plano de proyección de la comunicación empieza a ser más nutritivo. Planteo mis puntos de vista sobre temas diversos. Esto implica, a la vez, un mayor involucramiento personal ya que para comunicar tus razonamientos y valores necesitas proyectar más de ti. Aquí empieza lo bueno en términos de comunicaciones efectivas y propositivas, ya que aportamos valor.
Cuarto nivel. Hablas de tus emociones
Cuando logro conectar con lo que me pasa y siento, empiezas a habitar tu conversación, a hacerte cargo y a revelar partes profundas tuyas, desde las cuales puedes conectar mejor. Es el caso cuando das una palabra de aliento; cuando expresas un desacuerdo haciendo propuestas alternativas para resolverlo; o bien, cuando te conectas motivando e inspirando a otros. Como es un nivel donde te expones, muchas personas evitan hacerlo para no sentirse o mostrarse vulnerables. Aquí sí haces tu aporte de valor, desde tu perspectiva personal.
Quinto nivel: Compartes tus sentimientos, anhelos y vas profundo
En este plano se construyen las relaciones más duraderas, como una pareja en el mejor sentido de la expresión, o una amistad duradera, de esas que me gusta llamar “todo terreno”. Al abrirte a compartir lo que sientes, entregas una parte de ti, y quizás el otro quiera confiar en ti lo mismo, o lo que pueda en el nivel en el que se encuentra. Esta forma de conversación tiene una alta implicación de ti; es profunda y nutritiva a la vez. Todos salen enriquecidos. Sin dudas, aportas valor al vínculo.
¿En qué niveles te parece que se la pasan la mayoría de las personas en su vida? Cuando se vive para afuera y con poca conexión interior, es un nivel básico que aquí serían los niveles 1 y 2. Cuando eres muy racional y mental, posiblemente incorpores el nivel 3; y cuando conectas mejor, eres empático e inspirador, lideras desde tu hacer el en mundo y vas por tus metas y objetivos, seguramente te mueves más en los niveles 4 y 5.
¿Y tú, dónde estás hoy?