El síndrome del Burnout, a veces confundido con estrés laboral, ha sido definido por los especialistas como el nuevo mal del siglo.
En este artículo comparto conceptos fundamentales a tener en cuenta, extraídos del libro “Preparados, listos, out – Manual para sobrevivir al estrés”, que escribí junto a la licenciada en psicología Mónica Muruaga.
Se trata de un proceso paulatino, por el cual las personas pierden interés en su trabajo, pérdida de sentido de responsabilidad, hasta llegar, incluso, a profundas depresiones severas, que pueden acabar con la vida de las personas.
Quemados por dentro
Las primeras señales suelen confundir tanto a quienes las padecen como a los profesionales que los tratan. Así, aparecen tensiones laborales, acumulación de tareas, irritabilidad, peleas, disociación con el rol social, sensación de falta de tiempo, baja motivación y entusiasmo, depresión y cansancio generalizado.
Luego, es necesario detectar cuando se ha traspasado el límite; cuando la situación supera la capacidad de asertividad y adaptabilidad innata del individuo; cuando la situación lo invade todo, lo inhabilita para desenvolverse con autonomía, hasta caer en una profunda crisis de identidad, depresión severa y las consecuentes correlaciones físicas asociadas.
¿Qué significa “Burnout”?
La palabra Burnout (literalmente, “Quemado”) puede asociarse con populares expresiones como “fundido”, “agotado”, “no doy más”, “tirar la toalla”, y hasta el infantil “no juego mas”, aplicado aquí con mayor rigor y sentido de un límite que se ha traspasado y que pone en serio riesgo la integridad física y emocional de las personas.
Una clasificación útil para detectar síntomas
Para la Organización Mundial de la Salud, Burnout se define con tres términos: Agotamiento + Desilusión + Retiro.
AGOTAMIENTO refiere a cansancio, exhausto, extenuado, debilitado, fatigado, cansado, desganado, impotente, débil, acabado, arruinado, destrozado, desgastado, vacío… Y, por contrasentido, se ha perdido vigor, energía, coraje, enfoque, propósito, dirección, metas, fuerza, brillo personal…
DESILUSION se asocia con decepción, contrariedad, desesperanza, desencanto; se ha perdido la ilusión de vivir, aliento, ánimo, objetivos, sueños, deseos…
RETIRO, entendido como aislamiento, jubilación, pensión, soledad, clausura, refugio, dejadez, apatía. Lo que, traducido, significa pérdida de sociabilidad, actividad, continuidad de la existencia, proyecto de vida.
Los estudios realizados en más de una década muestran que el Síndrome de Burnout afecta, al menos, al 30% de la población en forma agravada; esta cifra sube al 50% en estadíos más leves. Cada vez son más las consultas psicológicas, psiquiátricas y en la clínica médica general, de pacientes con los síntomas descriptos anteriormente.
Lo más peligroso es que el Síndrome de Burnout se va manifestando de forma progresiva; es como si erosionara a los seres humanos, lentamente, pero sin pausa.
Hiper-conectados y estresados
Una visión del por qué del Burnout puede estar relacionada con la cultura de la pos-modernidad, donde la exigencia por lograr la excelencia laboral se transforma en el motor que rige nuestras vidas. Cada vez se nos exige mayor formación y dedicación que nos asegure, de alguna forma, poder “seguir en carrera”. Y también la separación, la pérdida del trabajo, la falta de oportunidades laborales, en definitiva, la exclusión, es otro de los motivos determinantes de su aparición.
Otra causa es el vivir hiper-conectados las 24 horas del día, en muchos casos sin posibilidades de hacer “off” a la decena de aparatos electrónicos que conviven con nosotros cada día.
La pregunta del millón
La pregunta que no podemos dejar de plantearnos, y que en gran parte nos motiva a escribir este libro es ¿por qué no todas las personas que cumplen igual cantidad de tareas, presionadas del mismo modo, llegan a desarrollar el Síndrome de Burnout? ¿Por qué algunas enferman y otras no?
Sin dudas, se trata de una enfermedad ligada a una sociedad exigente y llena de presiones; aunque hay que considerar como fundamental que el caudal de recursos internos que tiene cada ser humano será el determinante para permitir que se enferme, o atravesar las circunstancias sin consecuencias límite que comprometan su salud.
Hay una frase, muy generalizada sobre todo en las grandes ciudades, que dice “hoy todos estamos enfermos, ya que con este modo de vida es imposible vivir bien”. Estamos convencidos de que esto no es así, y que, además, esta creencia promueve una generalización peligrosa que lleva a muchas personas a vivir equivocadamente: se sumergen en el miedo y la paranoia de que ningún cambio es posible.
Si esa afirmación, de connotación completamente negativa, fuera totalmente cierta, nada de lo preventivo tendría relevancia, y es justamente la prevención, el cuidado y la “vigilancia eterna” sobre uno mismo, lo que conduce a muchas personas a vivir de un modo satisfactorio, si caer en enfermedades dañinas como el Síndrome de Burnout, entre otras.
¿Qué podemos hacer?: sugerencias prácticas
INDIVIDUOS
. Darse cuenta a tiempo.
. Pedir ayuda.
. Flexibilidad ante los cambios
. Equilibrio en la vida personal, profesional, incluyendo nuestros “Seres”: Mental, conciente, básico.
. Asertividad
. Auto-relajación
. Metas y objetivos mensurables y posibles de cumplir.
. Diversión.
. Trabajar con creencias y paradigmas para flexibilizar nuestros pensamientos.
. Misión y Visión personal alineada con la Misión y Visión profesional (resultado: ser más felices con nuestro trabajo).
. Ejercicios prácticos y sencillos: incorporar rutinas de herramientas para el placer, no por obligación, para distenderse y re-conectarse.
EMPRESAS
. Claridad en roles
. Comunicación efectiva
. Clima laboral apropiado
. Reestructuraciones concientes del impacto grupal.
. Trabajar la Misión y Visión de empresa, alineada con la Misión y Visión personal.
. Organizar mejor el tiempo
. Programas de estímulo y reconocimiento
. Espacios para conversar sobre temas personales, canales de comunicación lógicamente abiertos.
. Política en cuanto a horarios de almuerzo, tabaco, viajes, horarios laborales, vestimenta, recreación, espacio físico laboral, etc.
. Acentuar el Salario emocional.
. Implementar espacios de compartir, feedback, ejercitación y relax.