Hasta qué punto “Las Habilidades Sociales” son determinantes en nuestra vida profesional y privada? Según estudios realizados por el Instituto Carnegie, “El éxito está relacionado con la forma con que nos vinculamos sensible y adecuadamente con las personas”
Veamos algunas definiciones de las Habilidades Sociales:
“Las Habilidades Sociales son un conjunto de comportamientos eficaces en las relaciones interpersonales”
“La conducta socialmente habilidosa es el conjunto de conductas emitidas por un individuo en contacto personal, que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones y derechos de un modo adecuado a la situación, respetando las conductas de los demás”
Lo realmente importante de todo esto es que estas formas de afrontar estas situaciones pueden ser APRENDIDAS.
EMPATIA es la capacidad de percibir el mundo interior emocional y vivencial de otras personas. Por esto, la empatía constituye la raíz de la interacción con otras personas. En cambio, las habilidades sociales están más relacionadas con la forma con la que nos vinculamos, es decir, el desenvolvimiento social, libre en todo lo posible de fricciones. Veámoslo con un ejemplo: un colaborador, al no alcanzar un objetivo, se siente frustrado. Mediante la empatía entendemos cómo se siente, qué emociones experimenta. Para comunicarnos con él y hacerle ver otra forma de interpretar esa realidad y cómo superarla, depende de nuestra competencia social. Esto requiere contemplar los problemas desde distintas perspectivas, moderar los conflictos, saber convencer y persuadir, orientar y asesorar para que las personas encuentren el camino que ellas no ven. Esta es una de las habilidades de la “Inteligencia Emocional”, como también es el pilar del Coaching.
En las Habilidades Sociales existen diversos aspectos a considerar. Uno de ellos es LA MIRADA. La forma en que miramos transmite fundamentalmente emociones. Mirar a los ojos a nuestro interlocutor constituye una fuerte comunicación no verbal, aunque depende de la forma en que lo hacemos. Una mirada muy firme, dura, no transmite lo mismo que una mirada que trasunte comprensión, cordialidad, afecto.
“Un ojo puede amenazar como un rifle cargado y apuntando; puede insultar como las burlas o las patadas, o con ánimo distinto (y a través de rayos de bondad) puede hacer al corazón bailar de alegría” Radolf Waldo Emerson
“La gente que mira más es apreciada como más agradable, pero lo forma extrema de mirada fija es percibida como hostil”
La comunicación visual es una habilidad muy importante entre las herramientas de impacto personal. Los ojos son la única parte del sistema nervioso central que tiene contacto directo con otra persona. Una buena comunicación visual significa más que una mira casual.
En las comunicaciones individuales la comunicación visual debe ser directa, con el rostro distendido, evitando que sea “dura”. Cuando deba dirigirse a un grupo, sugerimos mirar por espacio de unos 3 a 5 segundos (promedio) a cada individuo, salvo que sostenga un diálogo con una persona determinada. Haga un hábito de esto, para que cuando esté en contacto con una persona o con un grupo, mantenga un patrón de mirada confiada, sin necesidad de reflexionar sobre el asunto.
En las entrevistas concéntrese en la manera en que está mirando a su interlocutor. Imagínese cómo se ve usted cuando se siente molesto o contento. Resuelva cómo mirar a un interlocutor difícil antes de la entrevista.
LOS GESTOS
Sus ademanes y, en especial las expresiones de su cara, tienden a hacerlo parecer abierto y cercano, o cerrado y distante. Dice un proverbio, “Aquél que quiera tener amigos, que se muestre amigable”. Recuerde que las personas comprarán sus ideas y se dejarán persuadir con más facilidad si usted les agrada. A la generalidad de las personas les gusta la gente abierta. Es gratificante cultivar el “factor personalidad agradable”. La comunicación interpersonal significa conectarse con otra persona en un nivel emocional, no sólo intelectual.
Un día vea la televisión quitándole el sonido durante 10 a 15 minutos y se sorprenderá de cuánto le comunican aquéllos a los que observa. La confiabilidad y la credibilidad de los individuos se transmiten en gran parte por los gestos y la expresión de la cara.
POSTURA Y MOVIMIENTO:
“Manténgase erguido. La diferencia entre esta posición y la de encorvado es cuestión de postura interna” Malcom Forbes
Piense en conocidos conductores de televisión, ¿Recuerda alguno que esté “encorvado”? Seguramente que no, ya que la confianza generalmente se expresa a través de una excelente postura.
Su posición física puede ser un reflejo de su posición mental. Y la posición de su cuerpo muchas veces influye en la opinión que otros se formen de usted. La gente lo tratará como pida que lo trate.
Frente a un grupo usted tiene espacio para moverse un poco. (Sus pies, al igual que sus manos y brazos) Evite dar pasos cortitos, ya que demuestra intranquilidad o inseguridad. Cuando exponga frente a un grupo cada tanto dé dos o tres pasos en alguna dirección. Si se dirige a alguien determinado, los pasos deben ser en dirección a esa persona. En otros momentos, de acuerdo a las circunstancias, puede dar dos o tres pasos hacia atrás. Estos movimientos deben ser sobrios, sin exagerar. El movimiento controlado aumenta su energía, refleja confianza y da variedad a sus comunicaciones. No exagere, muévase sobriamente.
Cuando se interrelacione con una persona afectuosa, inclinarse levemente hacia ella produce una reacción favorable, invitando al diálogo. Sin embargo, esta posición no es aconsejable cuando su interlocutor sea dominante. Sería comparable a una posición de “guillotina”, ofreciéndole su cabeza. En este caso debe permanecer erguido, demostrando una suave firmeza, por supuesto, sin invitar al conflicto.
LA VOZ:
La voz es el principal vehículo para transmitir un mensaje.
La voz transmite energía. La emoción y el entusiasmo se deben notar directamente en el sonido de la voz. Ciertas investigaciones han demostrado que el volumen, el tono, ritmo y cadencia de la voz, determinan el 80 % de la credibilidad cuando las personas no pueden ver a su interlocutor, como ocurre, por ejemplo, en conversaciones telefónicas.
Use variedad vocal. La variedad vocal es la mejor manera de lograr que las personas se interesen y se involucren. Use la “montaña rusa”, es decir, conscientemente alzar la voz y luego dejarla caer. Esto le permitirá hacerse al hábito de variar su voz, evitando la monotonía.
EL LENGUAJE, PAUSAS Y MULETILLAS:
Las personas se comunican mejor cuando son capaces de seleccionar las palabras correctas. Esto requiere de un amplio vocabulario que se pueda usar apropiadamente, de acuerdo con cada situación. Uno no le hablaría a un niño del mismo modo que a un grupo de físicos.
Cambiar muletillas por pausas
Las muletillas son aquellas barreras innecesarias y superfluas de la comunicación. No use “ah”, “eh”, “este” “humm”, ni ningún otro “sustituto de pausas” innecesario. Reemplácelas por pausas. Las mismas son una parte integral del lenguaje. Un buen comunicador usa pausas naturales entre frases para causar efectos impactantes.
Usted puede hacer una pausa natural de dos o tres segundos en medio de frases. Cuando lo hacemos tal vez nos parezca como de veinte segundos. Sin embargo, además de darle importancia a una frase que queremos destacar, contribuye a que el interlocutor o el auditorio reflexione sobre la misma. Sólo hay que usarla sobre puntos esenciales y no abusar.
Lenguaje directo
Exprese y pregunte lo que quiere afirmar y saber. Dru Scout, en su libro “Satisfacer al cliente: la segunda mitad de su trabajo”, pone énfasis en esta diferencia al cambiar “lo intentaré” por lo “haré”, o bien “no podemos” por “usted puede”, “intentaré conseguirle una respuesta”, por “me informaré y me volveré a comunica con usted”,
EL HUMOR:
El humor es una habilidad importante para una comunicación interpersonal efectiva, pero es una de las que más evitamos. Algunas personas tienen una naturaleza agradable y simpática. Otros tienen que cultivar esa habilidad. El humor y cómo emplear esta importante herramienta, es una habilidad que se puede aprender.
A pesar de lo que decimos del humor, debemos ser cuidadosos con el empleo de los chistes. No son muchas las personas que saben contarlos. Especialmente hay que tener cuidado en las situaciones formales. Se puede lograr mucho en las comunicaciones interpersonales el contar sucesos graciosos, historias o anécdotas.
En la mayoría de las comunicaciones interpersonales lo cómico no es lo que realmente buscamos. Más bien queremos conectarnos en un nivel personal con los que nos escuchan. Esa conexión depende muchas veces del grado de “simpatía”. Esta cualidad se debe a diversos factores tales como: ser directos, amables, interesados, agradables, emotivos, afables, gratos, confiables, generosos y, por sobre todo, de “buena onda”.
CLAVES PARA HACER MÁS EFECTIVA LA COMUNICACIÓN:
Elegir el momento para abrir una conversación y no hacerlo compulsivamente o cuando esté enojado.
Buscar el lugar y el momento adecuados para que se pueda conversar sin interrupciones.
Tratar de comprender por qué el interlocutor piensa de esa manera y por qué experimenta esas emociones, tal vez distintas a las suyas.
Enfocarse en la importancia de la relación en lugar de defender su razón.
Enfocarse en hechos específicos y sus repercusiones (cómo impacta en tal situación), y no en las personas. (Duro con las tareas, blando con las personas)
Distinguir hechos de interpretaciones. (Las interpretaciones se conforman de acuerdo a nuestra forma de percibirlas y, por lo tanto, pueden ser hipótesis; hecho es lo probado)
Hablar en primera persona mostrando su punto de vista, sin acusar al otro, ni querer convencerlo de su forma de ver las cosas. Por ejemplo, “yo pienso que…”, en lugar de “esto es así”
En lugar de pensar que “esto es imposible” busque alternativas.
Ante el cerramiento del interlocutor, propóngale ver el hecho (problema o lo que fuere) de otra manera.
Al parafrasear al interlocutor, reemplazar decir “vos dijiste”, por ‘Lo que yo interpreto de lo que vos decís es…
ADECUAR LA POSTURA, VOLUMEN, TONO Y CADENCIA DE LA VOZ, A LA DE NUESTROS INTERLOCUTORES
Frente a un interlocutor, además de estas sugerencias, es importante “asemejarnos” al mismo. Para ello, le sugiero repase los conceptos de la nota “ESTRATEGIAS DE PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA (PNL) EN LA ENTREVISTA MÉDICA” que es aplicable no solo en la visita médica, sino en todo acto de comunicación (relaciones interpersonales)
Autor: Domingo Felicetti (www.e-coaching.com.ar – [email protected]
(*) Bibliografía consultada:
“Método Decker”. Por Bert Decker,
“Inteligencia Emocional”, Abel Cortese
“Capacitación en Coaching”, Patricia Hashuel