“Lo barato sale caro”: esto es ABSOLUTAMENTE cierto para las organizaciones. Lo triste es que la experiencia demuestra que es uno de los errores más frecuentes. A continuación presentamos el top 5 de los ahorros inútiles en las organizaciones.
1. Tiempo “personal” barato: el tiempo “personal” lo podemos dividir en el tiempo dedicado a la organización -léase el tiempo laboral – y el tiempo dedicado a su vida privada – léase familia, tú propia persona, etc. Si no inviertes bien en estos dos puntos todo lo demás va a andar a medias, e inclusive a carecer de sentido. Veamos con más detalle:
1.1 Tiempo público/laboral: Si perteneces a una organización, estás en un puesto clave, y debe estar capacitado, motivado, entrenado y preparado para el mismo. Y si eres el CEO, líder, capitán o como queramos decirle, aún más.
1.2 Tiempo privado/íntimo: por más trabajólico y/o ermitaño que seas, lo cierto es que nadie trabaja ni remotamente bien si está cansado o desmotivado. Para qué trabajas? Para quién(es) trabajas? Como bien dice Stephen Covey “sólo seremos sinceramente efectivos si empezamos con el fin en mente”. Todos hemos experimentado el síndrome del “desastre de las 5pm”: hay algo pendiente en la agenda o algún problema, y a esa hora es una catástrofe, y no tienes la menor idea sobre cómo resolverlo. Pero, como acto de magia, al día siguiente, después de descansar, no era la gran cosa. Imagínate el efecto acumulado por meses o años sin parar de trabajar. Descansa.
2. Personal barato: Lógicamente, hay puestos de puestos, situaciones de situaciones y momentos de momentos, pero en términos generales, contar con personal barato: personal de muy bajo nivel y sin invertir en capacitación, motivación, comunicación te está saliendo caro. Si lideras un departamento, dirección o empresa, parece mentira lo importantes que son las asistentes ejecutivas y secretarias. Esos son puestos claves para liberar tiempo. Los mandos medios y coordinadores también lo son. En general, los perfiles profesionales de baja calidad, todo por ahorrarse “unos pesos más”, te están saliendo carísimos.
3. Proveedores baratos. Y a mitad de nuestro “top five”, los proveedores baratos. Caractericemos bien que es un “proveedor barato” (porque existen proveedores que ofrecen excelentes prestaciones a precios muy convenientes, de esos que todos queremos). Un “proveedor barato” es aquel que ofrece precios bajos, a costa tuya. Estos son un problema por problemas de calidad, ya sea en materia prima, servicios o cualquier otra cosa que adquieras como insumo para la cadena de valor o procesos de soporte, y por lo tanto con impacto en el cliente final – tú cliente -. Con este pecado, ya estás en la lista negra.
4. Equipo barato: Productividad. Ese es el tema. Parece mentira, pero un monitor o teclado con problemas digamos leves puede disminuir la productividad de un persona en un 20%. Y ni hablar del hardware compartido en las organizaciones: impresoras, fotocopiadoras, scanners, etc. El efecto se multiplica por n, donde n es el número de usuarios del equipo en cuestión. ¿Has vivido alguna vez la fila de gente en torno a una impresora dañada? No vale la pena: arréglalo. Cámbialo. Contrata servicios de mantención preventiva. Es mucho más barato.
5. Infraestructura barata: Aún para la pequeña industria, si las condiciones laborales no están ayudando al personal, pues entonces lo están afectando. La iluminación es un problema clásico, y por cierto, en la mayoría de los casos, bastante económico de resolver. En el caso de los puestos sujetos a trabajo intelectual, la temperatura es importante. La gente clave y de control va a producir más si está más cómoda. En el caso de empresas de servicio y sobre todo, si hay contacto directo con el cliente, recuerda que todo entra por los ojos. El backoffice puede incluso descuidarse – su frontdesk, jamás.
fuente: Nuevamente.org
Me parece excelente lo que plantea.Ésto es lo que nos ocurre cuando presupuestamos nuestros trabajos, por querer brindar costos accesibles al cliente, disminuimos nuestros valores, termina ganando nuestro proveedor más que nosotros