La caja negra, tal como se denomina al cerebro, posee un modo intelectual de conocer en su hemisferio izquierdo y otro emocional en el derecho. El hemisferio izquierdo se convirtió en el dominante y la sociedad humana desarrolló más el cerebro que el corazón.
Siempre asombró el poder del cerebro de los genios. Einstein donó el suyo a la ciencia. La sorpresa fue al advertir que el hardware – el formato físico y su peso- era parecido a cualquier otro. La diferencia estaba en el software -en el modo en que lo hacía funcionar-.
Una vez dijo: "Las palabras, como se dicen y se escriben, no parecen tener ningún papel en mi pensamiento. Las entidades físicas son ciertos signos e imágenes, que puedo reproducir y combinar a voluntad". Einstein potenció su trabajo conectando sus hemisferios cerebrales. Como todos los cerebros se parecen, la oportunidad para los que desean optimizar su rendimiento es aprender el método de los genios.
El identikit. Así surgió la programación neurolingüística o PNL, un intento para acercarse a la excelencia. El cerebro al nacer es una página blanco, el animal nace programado. El niño al crecer, repite sus conductas exitosas y las convierte en hábitos. Se organiza para producir resultados, lo que la PNL denomina programación.
El hábito genera en el cerebro huellas mnémicas y redes neuronales que codifican y automatizan las respuestas y se manifiestan a través del lenguaje verbal y corporal.
El hemisferio izquierdo procesa palabras y conceptos. Usa la lógica y la planificación estratégica. El hemisferio derecho crea imágenes e ideas. Es el de las emociones y la intuición. Su dinámica es diferente, uno más subjetivo y comprometido con los sucesos, el otro disociado, menos emocional y más objetivo.
Comunicación. La realidad está ahí, lo que vale es la percepción. El cerebro la filtra con los cinco sentidos. Por eso el mapa interior que reconstruye la realidad no es el territorio, es una representación creada a nivel sensorial.
En la relaciones, el feedback es la retroalimentación que damos y recibimos. El significado de las palabras produce sólo el 7% del impacto. El tono de voz el 38% y el gesto el 55%.
Pareto descubrió la ley 20/80 según la cual el 20% de los factores provoca el 80% de los resultados. Los cerebros geniales tienen la capacidad de descubrir esos factores claves que potencian la resolución de los problemas.
Establecer vínculos. El comportamiento es visible, es lo que se hace. La caja negra, el proceso interior del pensamiento, es invisible. El estado anímico, es lo que se siente como sensación o emoción. Los tres conforman un círculo sistémico.
Para generar vínculos personales hay que concentrarse en el otro, observarlo más que escuchar sus explicaciones, registrar sus acciones, cómo reacciona ante la euforia o la pena y reformular lo que dice para evaluar el éxito de la comprensión.
Formulación de objetivos. El que falla al planear, planea fracasar. Para conseguir resultados, el objetivo debe formularse en positivo, que se pueda hacer algo en dirección a la meta, que sea ecológico (bueno para todos) y que se pueda verificar periódicamente.
Un objetivo bien planteado informa: 1. Qué se quiere específicamente. 2. Cuál será el resultado. 3. Cómo darse cuenta. 4. Qué se sentirá. 5. Cuándo, dónde y con quién. 6. Cómo cambiará la vida. 7. Qué sucederá si se consigue. 7. Qué se hará para conseguirlo.
Crear una sociedad de ganadores. Una sociedad mejor requiere igualdad de oportunidades. La sociedad del descontento no puede ser productiva.
La PNL es una herramienta para compararse con los modelos. Su excelencia puede ser imitada y superada. Después de la destrucción de su economía, tras la derrota en la segunda guerra mundial, Japón imitó los creativos productos made in USA, los mejoró y terminó exportándoselos. Así se convirtió en la segunda potencia mundial.
Lo que vale es la intención de superarse, cuando las cosas no salen hay que variar el cómo. Einstein decía que “haciendo siempre lo mismo se obtiene el mismo resultado”.
Al variar el comportamiento cambian las experiencias y se alteran las creencias. Hay creencias limitantes como “no puedo”. Por eso Ford dijo que “siempre tenemos razón, cuando pensamos que nos irá bien o que nos irá mal”.
El hombre programa su conducta pero la realidad se altera invalidando su programación. El triunfador no ve conveniente cambiar porque la coyuntura le es favorable. Por eso se dice que nada fracasa tanto como el éxito.
Se pueden varias las estrategias respondiendo a la realidad o bien persiguiendo los sueños. Cualquier programación envejece, por eso la PNL debe usarse para desprogramar. La destrucción creativa consiste en estar atento a los cambios para eliminar los programas que ya no sirven y mejorarlos con nuevos diseños.
Soplos de vida. Los líderes deben aprender a motivarse y a animar a su equipo. Una técnica inteligente es el anclaje. En una fiesta patria, el himno o la bandera suelen ser estímulos adecuados. En la vida común el anclaje negativo se instala por azar o impuesto desde afuera, por la costumbre o la publicidad. La técnica del anclaje consiste en provocar el estado deseado asociándolo con un estímulo, el que una vez memorizado permitirá reproducirlo cada vez que se necesite.
Anclarse a los ideales es potenciar los recursos desde una batería interna que se recarga con la experiencia. Aprender a usar el cerebro, darle una dirección y un método, es la mejor solución para evitar que la caja negra funcione en piloto automático.
El que no hace no se equivoca pero tampoco aprende. El mono "conservador" prefirió la seguridad del árbol y se aferró a las ramas. De él descienden los simios actuales. El mono “progresista" dejó el árbol, se arriesgó a la incertidumbre de la llanura, y se hizo hombre. La bipedestación logró que la mano liberara a la boca de la tarea de tomar el alimento, el rostro se aplanó, el ojo se convirtió en el órgano intelectual y el cerebro creció.
El salto mayor fue la invención del alfabeto. Su tallado en el cerebro le dio al hombre la capacidad de comunicación que ninguna otra especie posee. El problema actual es que prevalece una razón mecanizada dirigida por la sociedad de consumo y por un pensamiento light donde casi todo da igual. Entonces no existe la pasión que es el motor de la inteligencia.
No es difícil trazar objetivos sino tomar la decisión de ir por ellos y hacerlos realidad. El sabio es capaz de alcanzar la meta porque une el conocimiento con la experiencia. Para Nietzche los métodos constituyen la mayor riqueza del hombre. El poder inteligente es querer con eficacia.
Alguna vez se dijo que el corazón tiene razones que la razón no entiende. Hoy que sabemos cómo funciona la caja negra es necesario aprender a usarla para potenciar el rendimiento del individuo y de la sociedad.
Dr. Horacio Krell. CEO de Ilvem. Contador público y Lic. en Administración de Empresas. [email protected]