El poder duro – hard power- procede de la fuerza militar o económica. El poder blando – soft power- es ideológico, atrae por la cultura o por la bondad de una política.
El cerebro humano cuenta con los dos: el poder duro de la razón en su hemisferio izquierdo y el poder blando de la emoción en el derecho. Los hemisferios son las partes del todo.
El poder inteligente se sustenta en el método holístico: conjuga razón con emoción, plan con intuición, conocimiento con imaginación. El hemisferio izquierdo es razonable, se adapta al mundo, el derecho es irrazonable, adapta el mundo a él.
El método holístico
Durante la jornada hacemos lo que todos esperan. En cambio, en el sueño, el inconsciente se libera. Por eso en la cama, en el baño y en el colectivo, cuando no se las busca, es cuando aparecen las mejores ideas. El poder inteligente combina el poder duro de la lógica y el poder blando de la emoción. El poder duro es racional, opera con palabras y conceptos. El poder blando es abierto, procesa imágenes e ideas. El poder duro es estratégico, busca el objetivo, el poder blando es intuitivo, las ideas le vienen de golpe.
Ciencia y cerebro
La ciencia escanea al cerebro mientras piensa, conoce el hardware. Sabe que el izquierdo es analítico, objetivo, interesado en las partes, secuencial, frío, dominante y realista (predomina en los ingenieros), y que el derecho es sintético, subjetivo, interesado en el todo, intuitivo, pasional, no lineal, imaginativo, visual, musical y divertido (artistas y emprendedores). Un manojo de fibras nerviosas – el cuerpo calloso- los conecta.
Lo que desconoce la ciencia es el método holístico para que el todo – el cerebro- sea superior a la suma de los dos hemisferios. Para lograrlo estimula su trabajo en equipo: el hemisferio izquierdo domina, realiza la tarea pesada, obtiene la información, actúa con lógica, practicidad y orden. Mientras tanto el derecho calla y espera.
Trabajar en equipo
No se puede armar el equipo de football ideal sumando estrellas, el modo en que se acoplan los jugadores es la clave. En el cerebro el hemisferio derecho se activa evitando el bloqueo que provoca no saber lo que se quiere, saliendo de la rutina, practicando gimnasia al aire libre, escuchando o componiendo música, dibujando, pintando o esculpiendo, visualizando. El humor desbarata la rigidez del pensamiento lógico, leer moviliza la estantería del cerebro, conocer gente conecta con cerebros diferentes, cambiar de ambiente promueve la mirada creativa. El ensamble lo hace el método holístico. El izquierdo es el científico, el derecho es el artista. El cerebro holístico los integra, no busca una creatividad bohemia sino de calentar la pava y también tomar el mate. Einstein no creaba con palabras. En la teoría de la relatividad se imaginó viajando en la punta del rayo de luz. También pensaba que haciendo más de lo mismo sólo se llega al mismo resultado.
El hombre sin el método holístico usa tan el 10% de su poder inteligente: el 10% del poder suave de la imaginación y el 10% del poder duro de la estrategia. Para llegar a un todo superior hay que aprender a aplicar el método holístico, en el plano individual y social.
El comienzo es la parte más importante
Hay que salirse por un rato del problema, incubar, meditar. Dejar que el poder blando encienda la chispa creativa y corte el cableado lógico, para que conceptos e imágenes, liberados de controles, se muevan con mayor facilidad. El método holístico armoniza la intuición y la razón, es el corazón del poder.
La doble cara de la crisis
Una es la amenaza, la otra la oportunidad. Hoy, el mundo virtual ofrece oportunidades para aplicar el smart power. Smart Web es un software que sincroniza el sistema nervioso humano con el digital. La computadora es la extensión natural del cerebro. El método holístico los asocia para recrear otro todo superior. Así el método holístico no para de crecer mediante una fórmula de alianzas estratégicas múltiples.
Piensa globalmente, actúa localmente
El poder inteligente incorpora la inteligencia social: dime con quién andas y te diré quién eres. La Fábrica de ideas potencia el poder creativo, la estrategia de las alianzas estratégicas le otorga contenido social, porque el hombre que está solo, sólo espera. El intelectual trabaja con conceptos y palabras, el hombre de acción con personas y cosas. El “creactor” los convoca holísticamente.
George Bernard Shaw dijo: "el hombre razonable se adapta al mundo, el hombre irrazonable adapta el mundo a él. Todo el progreso depende del hombre irrazonable".
Adaptación, creación, innovación, metodología intelectual integran el método holístico.
Como los métodos son la mayor riqueza del hombre su dominio facilita el contacto con la realidad y potencia la autoestima, su capital invisible, que es el que acelera el proceso de convertir a todo hombre en un todo superior a la suma de las partes que lo componen.
Dr. Horacio Krell. CEO de Ilvem, Contador Público y Licenciado en Administración de empresas (UBA). Propulsor de UP (unión de permutas) [email protected]