El hombre es el único ser que pudo tallar el alfabeto en su cerebro. La lectoescritura fue la primera tecnología que inventó y se convirtió en la madre de todas las demás. Por el lenguaje se forjó el cerebro emprendedorporque le brindó un poder de comunicación que ninguna otra especie posee. Desde entonces el hombre es el rey del planeta.
Síntomas de cerebro quemado: No es posible producir, vender, estudiar,administrar finanzas, impuestos y familia en las 24 horas que tiene cada día.
La ecuación hombre=tiempo ya no cierra como el tiempo no se puede modificarlo que hay que hacer es modificarse uno mismo. Para empezar debemos distinguir eficiencia -que es hacer las cosas bien- de eficacia -que es realizar actividades que generen valor-. Según ley de Pareto hay un 20% de las acciones que generan el 80% de los resultados.
Urgencias permanentes, tensiones, no saber por dónde empezar, exceso de trabajo, desequilibrios, vacío de ideas, son algunos de los síntomas de que las cosas no andan bien. Superar el estrés comienza con la toma de conciencia. El test de las tareas diarias permite averiguar sobre las causas, para desintoxicarse luego de datos y reuniones teniendo en cuenta el biorritmo personal. La clave es aprender a administrar el tiempo.
El cerebro quemado es la consecuencia no deseada de no saber separar lo urgente de lo importante. Los principales ladrones de tiempo suelen ser nuestros defectos cerebrales.
Aprender a emprender: La reingeniería logró que las empresas admitieran que debían concentrarse en su misión y contratar afuera lo demás. Fue la gran oportunidad para el cerebro emprendedor ya que el empleo tradicional se convirtió en autoempleo. Desde hace un tiempo el principal empleador de la economía es uno mismo.
Para construir un cerebro emprendedor hay que flexibilizarlo para que sepa moverse en nuevos escenarios e investigar sus capacidades ocultas. De este modo se desarrolla el poder interior, que en el mundo se conoce como empowerment, que surge del autoconocimiento y que genera un ser un proactivo creador del futuro que anhela.
Para eso hay que desarrollar las ventajas competitivas, potenciar las fortalezas y oportunidades, la inteligencia social integrando cadenas de valor y detectar las debilidades y las amenazas. Deberá aprender a administrar en armonía el tiempo y la mente ya que administrar en sentido amplio es conseguir que se hagan las cosas.
Emprender por oportunidad: No es lo mejor hacerse emprendedor por necesidad. Anatómicamente todos los cerebros son iguales: El cerebro de Einstein pesaba lo mismo que el de cualquiera (tenía el mismo hardware). Al investigarlo, se detectó que no valía por su peso sino por la forma en que lo hacía funcionar (software mental).
La PNL o programación neurolingüística es una fórmula para acceder a la excelencia, donde programación significa la organización de las conductas exitosas, neuro su automatización por el hábito o repetición para no tener que pensar cada cosa antes de hacerla y lingüística es la manifestación verbal y no verbal de la conducta.
El riesgo de la PNL es repetir viejas respuestas ante situaciones nuevas. Otro peligro que acecha al emprendedor es que puede ser el blanco o bench marking de un competidor que intente copiarlo primero y superarlo después con una nueva propuesta.
La destrucción creativa es el modelo de cambio en el sistema capitalista. Para evitar que nos superen debemos evaluar nuestros hábitos a la luz de los cambios, eliminar los programas que ya no nos sirven y autodestruirnos antes que lo haga un competidor. Como dijo Einstein "Es imposible progresar haciendo más de lo mismo".
En la segunda parte de esta nota, la semana que viene, brindaremos un curso acelerado de cómo desarrollar un cerebro emprendedor.
Dr. Horacio Krell. CEO de Ilvem. Contador Público y Licenciado en Administración UBA. [email protected]