Con el acceso a internet el paciente busca información y puede confrontar la opinión del médico. También aprovecha para investigar otras terapias, en busca de alivio o esperanza. Para los problemas menores recurre frecuentemente a la medicina doméstica.
Para tratar con la enfermedad la gente opta o combina los recursos tradicionales de la medicina académica con curanderos, autotratamiento, reiki, acupuntura, cromoterapia, dieta macrobiótica, terapia de vidas pasadas, medicina ayurvédica, aromaterapia, astrología, etc.
El interés por las medicinas alternativas y alternativas a la medicina se refleja en la proliferación de libros y revistas sobre el tema. Las personas con mayores recursos tienen redes sociales más amplias, más medios de información y recursos que les permiten hasta viajar para tratarse.
La respuesta educativa. En la ecuación entre fines de la salud y los medios existentes otra solución es educar a la gente. Se trata que la educación se convierta medicina preventiva, de aprender qué puede hacer uno mismo en beneficio de su salud. La terapia educativa tiene su adagio: si no crees en la educación prueba con la ignorancia. Ante la crisis de la medicina -que corre detrás del problema- hay que curar en salud. Sócrates dijo: “ conócete a ti mismo”.
Con internet los pacientes aprenden mucho sobre sus males. Mientras que médico sólo dispone de instantes para estar con ellos, lo que lo convierte en un candidato firme a equivocarse; el paciente tiene todo el tiempo del mundo para investigar.
El problema del diagnóstico. ¿Cómo es posible que visitando a 3 médicos se reciban 3 respuestas distintas? Es que algunos médicos aprendieron del texto y no saben cómo pasar al contexto, no pueden observar al paciente ni vincular su conocimiento con el caso concreto. Otros actúan como especialistas, tienen un martillo y lo que pueden ver es un clavo. Pero el ser humano no es un clavo. El futbolista Messi del Barcelona es un caso paradigmático, varios médicos disienten sobre la causa de sus lesiones repetitivas. Cada uno aplica su propio libreto.
El cuerpo y la mente. Saber integrar el cuerpo y la mente, aprender estrategias que mejoren el aprendizaje, desarrollar el potencial creativo y energético, son los aportes que la educación puede brindar. El sida es masivo porque falla la prevención, así no hay remedio posible.
Un ejemplo patético. La tuberculosis es la enfermedad infecciosa que más muertos produjo en la historia y, a pesar de ser curable, sigue siendo la que más mata. Es necesario reforzar actividades de prevención, detección y tratamiento porque representa un problema para la salud pública. Un enfermo infecta al estornudar o al hablar. La tuberculosis crece por la falta de educación, fallas de diagnóstico y falta de información. No se conocen los nuevos casos por falta de interacción entre los servicios privados, organizaciones no gubernamentales y los programas públicos. Así no se pueden diseñar políticas para tratarla. Hasta que los médicos no piensen en la enfermedad, ésta va a seguir. En la materia Neumonología la tuberculosis ocupa sólo diez días de clase. Así, no se puede controlar.
Es una enfermedad que nadie busca por eso nadie la encuentra, el 70% de los laboratorios no hacen más de 20 baciloscopias por mes. Por cada paciente sin tratamiento, el sistema de salud necesita invertir 250.000 dólares. En nuestro país hay emergencia sanitaria De ahí la importancia de adiestrar a los médicos en su detección. De lo que se trata es de educar.
La educación de la mente. El cerebro es el conductor del cuerpo, pero ¿quién sabe cómo funciona? El médico conoce el hardware pero desconoce el software, es decir que no puede transmitir una respuesta educativa que “empodere” a la gente con el poder inteligente que combine el poder fuerte de la lógica del conocimiento científico con el poder débil de la inteligencia creativa y emocional. La ecuación ganadora es asociar la medicina científica, con las medicinas alternativas y las alternativas a la medicina, en particular con la educación.
Hace poco un señor visitó al médico por un grave problema de memoria, el médico realizó varios estudios y le dio una excelente noticia: su cerebro estaba perfecto. El paciente al despedirse le dijo: puede ser que sea así pero mi problema es la memoria. Y el paciente pasó de largo por el tratamiento psicoanalítico porque prometía resultados a largo plazo. Finalmente recaló en una respuesta diferente, aprendió técnicas para optimizar el proceso de la memoria.
Para Pascal el corazón tiene razones que la razón no entiende, para Einstein la imaginación es más importante que el conocimiento y según la ley de Murphy todo lo que puede salir mal a salir mal. Reuniendo estos conceptos las medicinas alternativas y alternativas a la medicina cuentan con un aliado estratégico educativo y con un principio fundamental: prevenir es curar.
Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. y propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas [email protected]