Los primeros Homo sapiens nacieron en África, por lo tanto al opinar sobre cociente intelectual y raza no se puede omitir que los rastros más antiguos del hombre se hallaron en Etiopía y no en algunos laboratorios donde los genes son obligados a confesar verdades y mentiras por razones comerciales. Las investigaciones sobre coeficiente intelectual y raza están influenciadas por filtros que tiene el cerebro para procesar la información.
Uno de los filtros que traba la inteligencia es la creencia. A menudo el que cree en algo no piensa, justamente porque cree. Su creencia lo condiciona cualquiera sea su cociente intelectual o raza y lo impulsa a adaptar la realidad a su creencia. El segundo filtro es la conveniencia, el cerebro distorsiona la información para que favorezca sus planes.
Creencias falsas. La cultura blanca cree que el color negro representa el mal y en su lenguaje lo confirma: cabecita negra, trabajar en negro, agujero negro, porvenir negro, lista negra, humor negro, suerte negra, historia negra. Hasta un colapso de la bolsa es un día negro.
Watson, premio Nobel y codescubridor del ADN, dijo al Sunday Times de Londres que "los negros son menos inteligentes" y que es "pesimista sobre el futuro de África porque las políticas sociales se basan en que la inteligencia de los negros es igual a la de los blancos”.
Para la ciencia el concepto de raza no es sustentable, y los tests de inteligencia sólo miden algunas capacidades del cerebro. En la inteligencia intervienen múltiples causas. Si bien no todos los seres humanos nacen con el mismo potencial la clave está en la interacción con el contexto desde el nacimiento. Nutrición, familia, educación son factores claves en el desarrollo y deben considerarse al querer medir la inteligencia de poblaciones por el color de la piel, la estatura, etc, sin analizar las condiciones sociales y ambientales.
Cociente intelectual y raza. El concepto de inteligencia de Watson es biologicista. . Toda la historia de los tests de inteligencia en EEUU -donde los negros aparecen con menor inteligencia- fueron diseñados por los blancos en situaciones de poder. El proyecto genoma humano demostró que no hay diferencias consistentes entre grupos humanos. Por otra parte, el ambiente materno durante la gestación tiene mayor influencia que la genética en el coeficiente intelectual. La nutrición de la madre, la estimulación temprana y la educación son determinantes en el desarrollo intelectual. Todos estos factores, por otra parte, están relacionados con la pobreza, es decir con la economía. Alejandro Toledo, ex presidente del Perú, no tiene aspecto de egresado de Harvard, sin embargo lo es.
Qué es la inteligencia. Sin saber qué es la inteligencia, ¿cómo se puede saber quién tiene más? Binet en el siglo xx divulgó una escala para medir la edad mental. Llegó a afirmar que “la inteligencia es lo que mide mi test”, una definición muy poco clara. Stern propuso dividir la edad mental por la edad cronológica y así obtuvo el cociente intelectual.
Terman popularizó el cociente intelectual con el célebre IQ (intelligence quotient), donde un IQ entre 90 y 109 representa una inteligencia media. Así comenzaron a popularizarse los tests de inteligencia. La sorpresa fue que un IQ alto no asegura el éxito en la vida.. La idea de tener una medida general de la inteligencia o factor G fue desarrollada por Spearman.
Gardner creó la teoría de las inteligencias múltiples para explicar las causas de las diferencias individuales: “la inteligencia es algo muy importante para dejarla en manos de quienes construyen tests”. Es una costumbre creer -para no pensar- que alguien es inteligente o de pocas luces en toda situación. Watson nos confirma que esa es una creencia equivocada. Se puede ser inteligente en un campo y tener pocas luces en otro.
El cociente intelectual es una fórmula para medir la inteligencia. Sin embargo un IQ elevado no da garantías. El cóctel de creencias falsas más pensamiento por conveniencia sustentó las diferencias raciales. Sobre este tema antes de ser asesinado por defender sus ideales, el premio Nobel de la paz Martín Luther King expresó: Yo tengo un sueño, que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, y aceptará la evidencia que todos los hombres son creados iguales. Yo tengo un sueño, que un día en las colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos se reunirán en la mesa de la hermandad. Yo tengo un sueño que un día incluso Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia. Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por lo que son.
El autor, Dr. Horacio Krell, dirige a ILVEM. Consultas a [email protected]