Esta cifra fue suministrada por Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo advirtiendo que el dióxido de carbono es uno de los principales responsables del calentamiento global.
El carbono como adicción
Una adicción moderna es a las fuentes de energía basadas en el carbono. El lema de la edición 2008 del Día Mundial del Medio Ambiente -"CO2 ¡Deja el hábito!"-, promueve la reducción del uso de combustibles fósiles que lleva a la emisión de carbono a la atmósfera y su reemplazo por energías renovables.
Cambiar carbonos con neuronas
La presión para disminuir emisiones es mundial. Las emisiones están asociadas al crecimiento económico. Sería posible crecer emitiendo menos disminuyendo la intensidad de las emisiones con leyes como prohibir el desmonte, incentivar el uso de energías renovables, etc . Esta adicción es terrible. Nos consume y nos controla, nos hace negar verdades importantes y no nos permite ver las consecuencias de lo que hacemos. Usando mal el cerebro perjudicamos al medio ambiente con nuestro modo de ser y de hacer.
El mal uso del cerebro crea carbono
El hombre como animal de costumbres se hizo adicto al consumo. Usa más energía exterior y menos empowerment (poder interior). Posee más información pero menos conocimiento y casi nada de sabiduría. Accede a la información " Cada argentino emite 5,7 t de carbono", pero no sabe que hacer con ella.
El poder inteligente es querer más eficacia y es el que conecta mejor al hombre con el mundo
Los métodos son la mayor riqueza, sin ellos no se puede afrontar el crecimiento de la información ni los mandatos de la sociedad del consumo. Por eso se recurre a la fuerza bruta ( combustibles fósiles y derivados) y no al poder suave de la inteligencia ( energías renovables).
La carrera de las ratas
El consumo desenfrenado nos lleva al burned out ( cerebro quemado), quemado por desconexión con nuestra fuente interior: el autoconocimiento y la metodología. Para que la energía se recicle deben asociarse el coeficiente intelectual que permite comprender la situación e inventar la solución, el coeficiente emocional para ver la cara positiva, y el coeficiente de tenacidad para aprender del error y superar los obstáculos. El estado de flujo de rendimiento óptimo promueve la potenciación de las aptitudes naturales.
En lugar de proveer el pan, la naturaleza nos da trigo, en vez de ladrillos nos brinda la arcilla. Nosotros hacemos el pan y los ladrillos. Así acompañamos la creación, creyendo con fe emprendedora que lo definitivo, es momentáneo, reconfigurable y virtual por excelencia.
En lo innato los genes son la unidad biológica creadora de rutas de mensajes codificados y predeterminados
En lo adquirido hay unidades culturales como soporte de nuestras creencias denominadas memes por asociación entre gen y memoria y que se propagan de mente en mente aprovechando las conductas de imitación. A los genes o a los memes sólo les preocupa reproducirse. Cuando son virtuosos no hay problema, pero recordemos que los virus ingresan a las células y las hacen actuar en sentido contrario a nuestra conveniencia.
La ley de Pareto
El 20 % de los factores incide en el 80% de los resultados, cuando todo es importante, nada lo es. La clave es seleccionar las prioridades y asignar los recursos.
Hablemos de la mentalidad del bombero: se corre mucho y se consigue poco, los mejores jugadores saben parar la pelota.
El equilibrio entre Producción (eficacia) y Capacidad de Producir (eficiencia) se ve en la historia de La Gallina de los Huevos de Oro: el dueño la mata creyendo hacerse rico. La efectividad equilibra la producción con la capacidad de producir.
El efecto palanca
Es obtener el máximo resultado con el menor esfuerzo posible. Para quitarnos el chaleco de fuerza que traba nuestro potencial, se precisan conductores: Claridad en el querer. Compromiso con el trabajo y no con el dinero que sólo compra la satisfacción. Adaptación de la acción al talento y a los objetivos. Operación de sistemas y recursos adecuados. Alianza estratégica en un coro armónico con los demás.
Sin inteligencia espiritual creamos autómatas altamente capacitados
Para que la tecnología se humanice debe congeniar con la fuente. El espíritu individual y social se nutren, la enfermedad del espíritu se paga, la bancarrota espiritual precede a la quiebra económica.
¿Debo hacerlo? Es la pregunta que moviliza la inteligencia espiritual
Somos libres para elegir nuestras acciones pero no podemos evitar sus consecuencias. Para cambiar carbonos por neuronas imitemos a la batería del auto: si la usamos para iluminar se arruina, si la conectamos con el encendido del motor se recarga de manera continua.
Doctor Horacio Krell, director fundador de Ilvem, [email protected]