Con el fin del empleo de por vida “a la japonesa” terminó el contrato de fidelidad empresa- trabajador. Tercerizados y trabajadores del conocimiento, dieron prioridad a su propia carrera y la empresa a cómo capitalizar su conocimiento tácito antes que se alejen. No se trata de que el vínculo esté roto sino de adaptarlo a los nuevos tiempos.
El buzón de sugerencias
No hay que hacer más de lo mismo que ya no rinde y profundizar el conflicto, sino de conectar el capital humano con la política de incentivos, para motivar al cliente interno o externo a transferir su saber y sus observaciones en una relación gana-gana. Como canal comunicativo, el buzón de sugerencias es una herramienta de participación que permite lograr varios objetivos.
Errores comunes
La falla tradicional del buzón de sugerencias es instalarlo sin seguimiento o con sistemas lentos y discontinuos de análisis. Cuando el clima organizacional no es bueno se crean temores sobre el destino de la información. El buzón de sugerencias requiere estrategias idóneas de motivación con técnicas de animación (publicidad, carteles, cartas). Si no se sabe ni se percibe que la dirección valoriza el programa, nadie responderá.
La recompensa
Toda organización innovadora dispone de medios para obtener ideas, que son ventanas abiertas al futuro que vendrá. La estimulación no falla. Como dijo Pasteur: “el azar beneficia a las mentes preparadas”. Para lograr el deseo hay que motivar con premios, regalos, regalías, concursos y participación en las ganancias.
La recompensa en formación
La creatividad genera las ideas, la innovación las lleva a la práctica. El buzón de sugerencias es la puerta de entrada a la fábrica de ideas y debe contar con un tanque que las reciba, un filtro que las procese, un proyecto que las sincronice y un equipo que las convierta; en un ciclo continuo de creatividad en la alianza estratégica de la empresa con su gente.
Cómo gestionar
El buzón de sugerencias debe tener un diseño adecuado al objetivo. El planeamiento debe incluir un formato físico y/o digital que procese las sugerencias, y brinde información al usuario. Es un canal en el que todos deberían hacerlo propio. La invitación a participar requiere ingenio, creatividad, y que la propuesta tenga que ver con lo que está pasando en la empresa.
El seguimiento es crucial para optimizar el rendimiento
La respuesta debe ser rápida, indicando los datos necesarios para su aplicación y agradeciendo el interés. Hay que aprender a escuchar las sugerencias positivas y a convertirlas en acciones eficaces.
La evaluación proporciona información cuantitativa y cualitativa sobre qué, quién, cómo, por qué y para qué. El buzón de sugerencias es un canal, pero la comunicación es un proceso complejo y dinámico en el que intervienen personas en situaciones cambiantes. Su carácter procesal implica interacción, cambio y complejidad, propios de una red de relaciones conectadas por la tecnología.
El buzón de sugerencias muestra como una organización habla y escucha. Si la información funciona nacen círculos virtuosos que contagian, cuando los exploradores del cambio se expresan con una mirada creativa, generan energía hacia el objetivo y tornan irreversible el proceso de transformación.
Buzón de sugerencias y Fábrica de ideas
Se trata de un proceso de formulación de proyectos que enlazan la estrategia del individuo con el propósito de la organización.
Como ya no se puede asegurar empleo de por vida, el deber de la empresa es ofrecer un entrenamiento superior que permita lograr la empleabilidad orientada hacia el autoemprendimiento y capacitando para saber llevar las ideas a la práctica.
La implementación se ejecuta con cursos, revistas, carteleras, reuniones, concursos, reservando un espacio para la capacitación, la consultoría y el control de gestión.
Hace tiempo se diferenciaba al intelectual que trabaja con palabras y con ideas del hombre de acción que lo hace con personas y cosas. Hoy no conviene separarlos. Un sentido holístico de la actividad humana implica desarrollar en conjunto estas destrezas.
En la era tecnológica la importancia se desplazó del capital físico al intelectual, valorizando tanto la información como la inteligencia para aprovecharla, y donde el éxito es el reflejo de la capacidad de la gente. Sin una gerencia inteligente, jefaturas idóneas y empleados competentes, los recursos no producen resultados favorables.
El trabajo organizado a través de un liderazgo inteligente origina el "capital total" que dinamiza a la empresa. Hay que ubicar a capital humano como "capital" ya que los ingresos financieros no son más que traducción del trabajo en signo monetario.
El sistema propuesto puede despertar a líderes sociales que se perfilen como socios en lugar de empleados, que participen alejados del asistencialismo en la afirmación de sus derechos, lo que implica la redacción de un nuevo contrato entre la organización y su gente para construir capital social. Un simple buzón de sugerencias puede reflejar el tránsito hacia una organización creativa.
Dr. Horacio Krell. CEO de Ilvem, Contador Público y Licenciado en Administración de empresas (UBA). [email protected]
Esta información esta muy interesante y colaborará mucho en la realizacion de un manual de procedimientos relacionado con dicho tema…