Fue una tragedia personal lo que llevó al empresario de Hong Kong Allan Zeman a interesarse en los negocios.
«Mi padre murió cuando tenía ocho años», dice. «Realmente no lo recuerdo».
La pérdida lo forzó a volverse autosuficiente a temprana edad, cuando crecía en Canadá con su madre y su hermana mayor.
«Creo que es cierto que uno se convierte en un producto de su propia existencia», dice.
El espíritu independiente de Zeman lo llevó a creer en la importancia de liderar con el ejemplo, al crear la cultura de su empresa.
Comenzó a vender periódicos a la edad de 10 años. Pronto se redondeó el ingreso con un trabajo como mesero los fines de semana.
Para entonces, ya ganaba 30% más que sus maestros de escuela.
«Crecí pensando que si no trabajabas, casi que no comías», dice Zeman.
A la edad de 19 años hizo su primer millón, en dólares canadienses, como producto de su propio negocio de importación de sudaderas femeninas hechas en Hong Kong. Poco después se mudó a esa región del mundo.
Liderar con el ejemplo
En 2003 fue nombrado jefe del resort estatal Ocean Park, al que le dio un vuelco.
Dice que en tanto y en cuanto la cultura empresarial la establecen los jefes, es importante que den un buen ejemplo.
«Generalmente ocurre de arriba para abajo, dice. Si el jefe es bueno, la compañía es buena. Si el jefe es malo, la empresa es mala».
Es una consideración que comparte Rupert Soames, jefe ejecutivo de la empresa energética Aggreko.
«La gente tiende a ver, mucho más que a escuchar», dice.
Soames alerta sobre gerentes que dicen que todo va bien al tiempo que despiden empleados. Esto daña la cultura de una organización, dice.
«Tiene que haber una consistencia entre lo que dices y lo que haces», sostiene.
Soames cree que, ultimadamente, todos los trabajadores de una empresa deben constituir un ejemplo para el resto de sus compañeros.
«La gente le presta más atención al comportamiento que percibe de sus colegas y de sus jefes que a la propaganda de la gerencia», alega.
Empoderar a través de la responsabilidad
El codirector ejecutivo de la compañía Whole Foods Walter Robb va un paso más allá: dice que los trabajadores también deben recibir más responsabilidades si el objetivo es crear una cultura empresarial fuerte.
Mientras que está de acuerdo con que los jefes deben liderar con el ejemplo, siente que deben darle forma a la cultura de la empresa a través de sus decisiones.
«Cuando los líderes entregan el poder a otros, abren espacio para estas personas se desarrollen», dice.
«Creo que nuestro trabajo como líderes, particularmente cuando la compañía crece, es asegurarse de que la empresa sea un lugar vibrante y lleno de vida», señala.
Jefe accesible
Zeman piensa que la cultura de empresa debe convertirla en una familia. De lo contrario, dice, corre el riesgo de convertirse en algo mecánico. Para esto, el jefe debe tener siempre las puertas abiertas y rendir cuentas a sus empleados.
El empresario opina que sus empleados deben tener expectativas respecto del jefe.
«Una vez que uno dibuja el panorama, la gente puede aunar esfuerzos con la compañía y darse cuenta de dónde encaja y cómo puede beneficiarla», dice.
El director ejecutivo de la red social Renren, Joe Chen, está de acuerdo.
El sitio tiene más de 170 millones de usuarios activos y es la red más utilizada en China continental.
Chen dice que Renren trabaja duro para crear la cultura corporativa correcta.
La firma le comunica a sus trabajadores sus planes para los próximos seis meses y discute con ellos qué debe hacerse y qué decisiones tomar. «Tratamos de ser abiertos con nuestros empleados», dice.
Para Chen, crear una cultura abierta implica que los jefes sean accesibles. Por eso en Renren a las personas no se las llama por títulos formales.
Para sus empleados él es simplemente Joe, en vez de exigir un tratamiento chino más convencional que haría que lo llamaran Joetsung Chentsung. «Tsung», explica, significa «general».
«Al dirigirte a tus superiores de esta manera, automáticamente pierdes el 50% del impulso de tu creatividad» , dice Chen. «Así que tratamos de acabar con esto».
Amar el trabajo
Por último, Zeman cree que es esencial que te importe lo que haces. Sostiene que las personas trabajan más y logran los mejores resultados cuando se enorgullecen de su labor.
«Si alguien reparte té, que lo haga con estilo», señala.
«Le digo a mi gente que si no ama la compañía, que si no ama lo que hace, entonces que no se quede».
De nuevo, insiste en que el jefe debe liderar con el ejemplo.
«Yo amo todo lo que hago», asegura.
Autor: Nastaran Tavakoli-Far
Fuente: BBC Mundo