Compartimos una serie de consejos para quienes administrar las finanzas en pareja.
En el amor, la economía es mucho más que una cuestión numérica. Sin embargo, hablar sobre deudas es un tema que mucha gente prefiere omitir, sin considerar las consecuencias económicas y emocionales que puede crear en la relación.
Dividir los gastos comunes o dejar que el otro se encargue de administrar el dinero que entra a la casa suelen ser opciones frecuentes en una pareja que comparte techo, pero también parecerían serlo el esconder ahorros o algún gasto puntual.
Rodrigo Nadal de Resolvé tu deuda contó que, “En nuestra experiencia hemos tenido clientes que llegan con deudas que les ocultan a sus cónyuges. Lamentablemente, aparentar que nada está pasando les provoca seguir gastando y aumentando el monto que deben. Pero, si esta infidelidad financiera se descubre puede desencadenar otros problemas al interior de la relación” comentó.
El dinero es necesario para desarrollar las actividades diarias de las personas y por lo mismo no puede quedar fuera de la conversación cuando se entra en una relación. Algunos temas como el salario, el presupuesto y hasta las deudas, son importantes para plantear objetivos comunes y desarrollar una compatibilidad financiera con la pareja.
El experto en finanzas personales recomienda, “identificar y comunicar un problema de pagos que se está dificultando, permite a las parejas tomar acciones oportunas para resolverlo. La participación de ambos puede incentivar el trabajo en equipo y evitar conflictos posteriores. Sin embargo, no se deben descuidar las finanzas personales ya que esto podría comprometer el equilibrio económico de uno mismo”.
Ante este panorama, Nadal compartió una serie de consejos para quienes deseen evitar las deudas en pareja:
Olvidarse del culpable
Recriminar y discutir no ayuda a que las deudas se paguen más rápido. No obstante, hay que asumir la responsabilidad y aprender de la lección. El punto es generar un ambiente de comunicación donde se pueda aprovechar el apoyo de los dos.
Poner todo en orden
Acomodar las deudas por monto, de mayor a menor. Esto permitirá dimensionar la cantidad de obligaciones, localizar a qué instituciones se les debe y reconocer la suma total.
Iniciar por lo más pequeño
Mientras mantienen las deudas más grandes al corriente, depositando un poco más del mínimo, se puede comenzar a liquidar las deudas más chicas haciendo pagos que impacten al capital.
Continuar sumando esfuerzos
Una vez que se logre cubrir la primera deuda, se puede aprovechar esa suma para liquidar la siguiente y así progresivamente hasta que logren terminar con todas. Una vez que ya se adquirió el hábito esto será más fácil.
Establecer un objetivo
Si ya se cubrieron todos los pagos pendientes, lo mejor será continuar con este ahorro y encaminarlo a un objetivo en común. Este podría ser el inicio de un fondo de emergencias, el enganche para un automóvil, la prima de un seguro de vida, etc.
La meta, entonces, debe ser crecer patrimonialmente, de a poco, pero a pasos firmes, en lugar de ir aumentando el gasto o consumiendo todo el dinero que van juntando. La clave es el tiempo: en la medida que todos los años, meses y días de nuestra vida hagamos algo para incrementar nuestro capital, vamos a crecer patrimonialmente y vivir más tranquilos.
Determinar quién es el mejor administrador
En la mayoría de los casos las mujeres suelen ser las responsables de las compras pero esto no significa que sean más gastadoras, sino que se debe a que los hombres suelen preferir que ellas se encarguen de las compras diarias. En general, hombres y mujeres poseen un mismo nivel de gastos. Pero cuando se trata de inversiones los roles suelen cambiar, el hombre suele ser más arriesgado en tanto la mujer prefiere meditar doblemente las cosas y emplear su lado más objetivo y racional y no tomar decisiones arriesgadas.
Ir con un experto
En ocasiones, la deuda es tan grande que no es posible cubrir ni los mínimos y se cae en un impago. Si se está en una situación similar, no hay que olvidar que existen empresas dedicadas a asesorar financieramente y a mejorar el bienestar económico.