Las sesiones de brainstorming o tormenta de ideas son una gran manera de resolver los problemas y visualizar lass campañas de marketing, pero a menudo brindan distintos resultados. Es bueno aprovechar el poder colectivo de tu equipo, considerando los antecedentes de cada uno y los nuevos enfoques que pueden brindar al tema en cuestión.
Pero demasiadas voces al mismo tiempo, pueden conducir al caos, la confusión y terminar con algo deficiente. Para sacar el máximo provecho de una lluvia de ideas, es necesario encontrar el equilibrio adecuado entre libertad creativa y los parámetros claramente definidos.
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A continuación, se presentan 8 tácticas que han utilizado ejecutivos de éxito para alentar sesiones de brainstorming productivas con sus equipos.
1. Que todos vengan preparados con sus tres ideas principales
Algunas sesiones de lluvia de ideas pueden salirse de los rieles con demasiados aportes y retrasan la llegada a una campaña accionable. Si todo el mundo viene a la reunión con sus tres ideas principales, listas para presentarlas, en lugar de empezar desde cero, se pueden discutir las tácticas de campaña de mayor calidad y utilizar el tiempo de forma eficaz.
2. Recuérdale a tu equipo que no hay malas ideas
Una buena lluvia de ideas hace que todos en la sala contribuyan. Para alentar la participación de todo el grupo, déjales claro al principio que ninguna idea es una mala idea. Siempre anima a tu equipo para que aporte tantas ideas como sea posible. Incluso si la idea no es grande al principio, puede ser modificada y potencialmente conducir a otras buenas ideas.
3. Establece parámetros y metas desde el principio.
Se claro desde el principio sobre los parámetros de la campaña (por ejemplo, presupuesto o línea de tiempo) y sus objetivos (todo lo referente a la marca o número de clientes potenciales). Hay un montón de espacio para la creatividad en el medio. Sin embargo, si no explicas las restricciones y los objetivos, la sesión de lluvia de ideas no estará enfocada y no se obtendrán los resultados que estás buscando.
4. Ponle emoción
Establece el precedente de que cuando llega el momento de hacer brainstorming será divertido y todo cuenta. Ponte de pie, escribe en una pizarra y jueguen entre sí. Incluso si llegan a algo que no sea viable, déjenlo igual por escrito. Captura todo lo que se produzca en esa sesión. Deja que la lluvia de ideas fluya con energía, esto les ayudará a unirse, crear confianza y generar entusiasmo e impulso. Nunca olvides felicitar a aquellos miembros que brindaron sus ideas y aportes, y expresa un genuino aprecio por las contribuciones que se hacen en cada sesión.
5. Piensa desde la perspectiva del cliente
Con demasiada frecuencia se hace un acercamiento a campañas experimentales con un enfoque en lo que va a lograr para la empresa y el impacto que tendrá para el beneficio de la marca. En su lugar, anima al equipo a que haga una lluvia de ideas sobre experiencias que serían memorables si estuvieran en el otro lado del receptor del correo electrónico o estuvieran sentados en la primera fila de una conferencia. Pregunta: «¿Qué experiencia quiero?»
6. Siempre apunta a lo visual
Cuando se llama a una sesión de lluvia de ideas, todo el mundo llega con ideas en mente. Agarra un papel blanco, marcadores y empieza a trazar ideas, dejando en papel el flujo de información. De esta forma, las personas verán visualmente sus ideas brotar, otras aportarán componentes adicionales, y así se sembrarán semillas para ideas en el futuro.
7. Diseña un proceso que funcione para todos
La mayoría de los equipos tienen una mezcla diversa de personas, algunos les gusta gritar sus ideas, mientras que otros necesitan tiempo para pensar y llegar a las mejores. Una gran manera de animar el compartir en una lluvia de ideas es tener una combinación que funcione para ambos: Pasa de cinco a siete minutos silenciosamente pensando en ideas y escribiéndolas, luego comparte esas ideas con el grupo para estimular muchas más.
8. Ten presente un mapa mental para los mejores resultados
Comienza por poner una palabra relacionada con el desafío en el centro de una pizarra. A continuación, dale a cada persona una pluma de color diferente, y pídeles que dibujen los radios de palabras relacionadas fuera de la primera. A continuación, dibuja los rayos de las palabras relacionadas. Después de aproximadamente cinco rondas, utiliza las palabras en el tablero como trampolines a los conceptos que puedan ser aplicados al proyecto a desarrollar.